"Escritor prolífico y pastor sensible a los dolores ajenos, atento a los cambios de la cultura y servidor de la Iglesia" Fallece Tony Mifsud Buttigieg, jesuita chileno (1949 – 2022), a los 72 años, víctima de un cáncer

P. Tony Mifsud S.J.
P. Tony Mifsud S.J.

Al terminar el bachillerato, fue destinado por el provincial P. Juan Ochagavía a hacer estudios de teología moral en Comillas, España, donde se encontró con el Padre Marciano Vidal, afamado moralista español, que fue para él un verdadero maestro, inspirador y amigo

Emprendió la tarea magna de escribir una especie de “suma” de teología moral desde la óptica del discernimiento que fue publicando paulatinamente antes de 1988

Ya en este período Tony empezó a reflexionar sistemáticamente acerca de la relación entre teología moral y espiritualidad. Testigo de ello son los numerosos libros publicados que llevan este sello durante sus últimos años

Tony Mifsud pertenece a una generación que le tocó cubrir muchas necesidades en momentos en que había numerosas vocaciones en Chile y parte de sus variados servicios se inscriben dentro de estas urgencias

Un joven Tony de 25 años llegó a Santiago en noviembre de 1974. Había terminado recién dos años de magisterio en el St. Aloysius College de Malta, donde había cursado su enseñanza media después de la cual ingresó a la Compañía en 1965 a los quince años y medio. Con él viajó también Tony Calleja. Ambos seguían la huella abierta por Eddie Mercieca, llegado a Chile en 1963 junto a Alfred Cauchi, George Serracino y Héctor Mercieca. 

Al terminar el bachillerato, fue destinado por el provincial P. Juan Ochagavía a hacer estudios de teología moral en Comillas, España, como parte del esfuerzo de formar nuevos moralistas que colaboraran en la Facultad de Teología y en otras obras de la Compañía. En la Universidad de Comillas se encontró con el Padre Marciano Vidal, afamado moralista español, que fue para él un verdadero maestro, inspirador y amigo. Hizo los estudios de magíster y obtuvo el título a mediados de 1977, con una tesis sobre Lawrence Kohlberg.

Féretro de Tony Mifsud

Ordenado sacerdote en Malta el 4 de septiembre de ese año, volvió a Madrid para sus estudios de doctorado y la confección de la tesis, que fue una profundización de la de magíster. Al llegar a Chile fue a vivir en la Casa Jesús Obrero, en la Población La Palma, a una comunidad mixta de sacerdotes jóvenes y estudiantes de teología. Trabajó como vicario en la Parroquia Jesús Obrero, colaboró en el CIDE, aportando desde su especialidad, y desde 1981 enseñó teología moral en la Facultad de Teología de la Universidad Católica. Hizo la Tercera Probación con el Instructor P. Antonio Menacho SJ en Valparaíso durante los primeros meses de 1983, junto a sacerdotes de provincias vecinas.

Pronunció sus últimos votos como profeso el 18 de febrero de 1984. A sus actividades en el CIDE y la Facultad de Teología agregó entonces la enseñanza de Teología Moral en el Seminario Pontificio de Santiago hasta 1991. Durante este período de 1980 a 1987, además del ejercicio ministerial, de la docencia, de los servicios en comunidades de formación y de la colaboración en el CIDE -y en gran parte como fruto de esas labores-, emprendió la tarea magna de escribir una especie de “suma” de teología moral desde la óptica del discernimiento que fue publicando paulatinamente antes de 1988. 

Fue un esfuerzo enorme que lo desgastó mucho y que no sintió suficientemente valorado por la Facultad de Teología que le pedía sobre todo la docencia. A Tony le atraía mucho más escribir, participar en diálogos académicos o en foros con otros especialistas sobre puntos de actualidad, que enseñar en cursos regulares. El resultado fueron los cuatro tomos de “Moral de Discernimiento” que tuvieron mucha aceptación y varias ediciones. Era el primer moralista que ofrecía una visión global de la teología moral desde América Latina.

Mifsud

En 1988 es nombrado director del Instituto Latinoamericano de Estudios Sociales (ILADES) y pasó a vivir en la Casa San Roberto Bellarmino hasta 1993. Fue el último director de ILADES y le correspondió vivir como tal el proceso de discernimiento acerca de la fundación de la futura Universidad Alberto Hurtado a la cual se integraría dicho Instituto como una de las instituciones fundadoras. Tony siempre se manifestó disponible para las misiones que la Compañía le pudiera encargar en Chile o en otros países.

 Y lo demostró cuando desde el CELAM pidieron al Provincial de Chile que lo enviara a Bogotá para asumir como rector del Instituto Teológico-Pastoral para América Latina, ITEPAL-CELAM. Fueron tres años (1996-1998) de servicio a la Iglesia latinoamericana, viviendo en la misma sede del Instituto, que enriqueció su conocimiento de ella y en el cual puso toda su energía y creatividad. Este envío al extranjero significó un corte en su larga labor de docencia de teología moral en Chile. Vuelto al país, retomó la enseñanza de teología moral en la Facultad de la Universidad Católica y asumió como director del Departamento de Ética de la Universidad Alberto Hurtado, siendo el inspirador y el alma de los Informes “Ethos” que periódicamente reflexionaban, desde la óptica del discernimiento, sobre los diversos interrogantes éticos surgidos en la realidad chilena que cambiaba con gran rapidez. 

Ya en este período Tony empezó a reflexionar sistemáticamente acerca de la relación entre teología moral y espiritualidad. Testigo de ello son los numerosos libros publicados que llevan este sello durante sus últimos años. Al tener una intuición nueva, muy pronto experimentaba la necesidad de expresarla por escrito, se dedicaba muy a fondo a trabajarla y a plasmarla en un libro. Dando muestras de la disponibilidad ya mencionada, fue durante dos años ayudante del Instructor de Tercera Probación en Calera de Tango, capellán de la Fundación Trabajo para un Hermano, acompañante de algunas comunidades de adultos/as que le eran muy queridas, y colaborador de la Conferencia de Provinciales de América latina (CPAL) en el área de colaboración con laicos.

Mifsud

Probablemente este último trabajo llevó a que el Presidente de la CPAL, con anuencia del provincial chileno, lo llamara a integrar el equipo central de la CPAL. Al mismo tiempo colabora en la Comisión de Ministerios de la Provincia y sirve como Socio de dos provinciales desde mediados de 2012 hasta noviembre de 2014 en un período de grandes dificultades de la Provincia por las denuncias de abusos contra algunos de nuestros compañeros. A mediados de 2015 es nombrado director de la Revista Mensaje, cargo que asume con gran responsabilidad. 

En 2017 empieza a acompañar discretamente a los integrantes de la Pastoral de la Diversidad Sexual (PADIS+) nacida al alero de la CVX de Santiago. A lo largo de sus años de sacerdote le tocó dialogar con muchas personas que vivían problemáticamente su pertenencia a la Iglesia, a quienes atendía con especial cariño y preocupación. En septiembre de 2018, durante el paseo a un cerro con amigos, sufrió un infarto al corazón que pudo ser atendido con presteza, pero que introdujo cambios drásticos en su vida al tener que dejar el hábito de fumar y seguir un régimen estricto de alimentación, en lo cual fue extraordinariamente cumplidor hasta el escrúpulo.

Un nuevo provincial, P. Gabriel Roblero SJ, le propuso hacer un cambio bastante significativo e ir a trabajar fuera de Santiago, a otra región de Chile, por primera vez en los 45 años de su vinculación la Provincia chilena. Lo enviaba a Antofagasta a colaborar en la Universidad Católica del Norte.  Fue muy bien recibido, hubo numerosas peticiones de servicio y el panorama de trabajo era promisorio. Sin embargo, todo quedó truncado por la aparición de un cáncer que lo obligó a trasladarse a Santiago, a la Enfermería de la Provincia, para mayores análisis. Durante parte de este tiempo en la Enfermería continuó con su trabajo de escritor, prestó algunos servicios online a la Universidad Católica del Norte y también respondió a encargos que se le pidieron desde la Curia Provincial. Entusiasmado se aprontaba a viajar a Antofagasta el 22 de diciembre, pero dos días antes su médico tratante le comunicó que en el examen de rutina habían aparecido metástasis y que el pronóstico era bastante malo.

Mifsud

Tony Mifsud pertenece a una generación que le tocó cubrir muchas necesidades en momentos en que había numerosas vocaciones en Chile y parte de sus variados servicios se inscriben dentro de estas urgencias. Pero es indudable que el envío a doctorarse en Teología Moral marcó buena parte de su vida jesuita y lo transformó en escritor prolífico de libros, artículos e informes, en un profesor muy solicitado, aunque deseoso siempre de tener más tiempo para investigar y producir.

No es posible encasillarlo en la categoría de un “intelectual” puro, pues siempre parte de su corazón estuvo volcado al contacto pastoral mediante el diálogo de persona a persona, el acompañamiento de algunas comunidades que le fueron muy queridas, el servicio de los ejercicios espirituales y el diálogo con otros especialistas de las ciencias sociales o de la teología sobre puntos candentes del acontecer nacional o eclesial.  Tony, escritor prolífico y pastor sensible a los dolores ajenos, atento a los cambios de la cultura y servidor de la Iglesia, muchas veces formador y otras tantas, alumno; falleció a los 72 años de edad, de los cuales fue sacerdote 42 y 57 fue miembro de la Compañía de Jesús. 

Mifsud

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