Los ‘héroes’ de León XIV que sostienen la pasión por la justicia en la bimilenaria tradición eclesial Francisco, Clara y el ejército invisible: León XIV plasma el Evangelio de los pobres en nombres propios

"El Papa cita estos ejemplos no para exhibir erudición, sino para mostrar que la Iglesia tiene rostro y memoria, y que su compromiso con los últimos es una herencia viva, plural, fecunda y, sobre todo, insoslayable"
"León XIV expone abiertamente su intención al hacer este recorrido por los ‘santos de los pobres’: 'He decidido recordar esta bimilenaria historia de atención eclesial a los pobres y con los pobres para mostrar que esta forma parte esencial del camino ininterrumpido de la Iglesia'"
"Citando a santos, madres, maestros, hospitalarios y mártires anónimos, León XIV convierte Dilexi te en una exhortación de carne y hueso"
"Al centrar su exhortación en estas figuras que representan el rostro misericordioso de la Iglesia y en la opción preferencial por los pobres, León XIV reafirma que la santidad cristiana no es abstracta ni lejana, sino encarnada y comprometida con los últimos"
"Citando a santos, madres, maestros, hospitalarios y mártires anónimos, León XIV convierte Dilexi te en una exhortación de carne y hueso"
"Al centrar su exhortación en estas figuras que representan el rostro misericordioso de la Iglesia y en la opción preferencial por los pobres, León XIV reafirma que la santidad cristiana no es abstracta ni lejana, sino encarnada y comprometida con los últimos"
León XIV hace de Dilexi te una exhortación coral y encarnada. Por sus páginas desfilan decenas de nombres—santos universales, fundadores, místicas, pastores encarnados en lo social y mártires anónimos—que configuran el verdadero pilar de la opción preferencial por los pobres. El Papa cita estos ejemplos no para exhibir erudición, sino para mostrar que la Iglesia tiene rostro y memoria, y que su compromiso con los últimos es una herencia viva, plural, fecunda y, sobre todo, insoslayable.
La herencia de Francisco: una Iglesia en salida y con los pobres como vicarios de Cristo
Francisco fue el último gran referente citado y el principal inspirador de esta línea misionera. Como explica León XIV:
"He recibido como herencia un proyecto que mi predecesor, Francisco, estaba preparando para mostrar la conexioˊn profunda entre el amor de Cristo y la llamada a acercarnos a los pobres".
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Francisco, en su magisterio, colocó la opción preferencial por los pobres en el centro de la misión eclesial, no como una elección política o ideológica, sino como el corazón evangélico. En palabras suyas:
"La opción preferencial por los pobres está en el centro del Evangelio"
Fue Francisco quien lanzó la Iglesia a salir hacia las periferias, comprendiendo al pobre no solo como receptor de limosnas, sino como vicario de Cristo, presencia sacramental que Jesús quiso en carne y hueso para transformar al mundo.
Elenco de figuras citado por ámbitos
1. Caridad práctica y pobreza evangélica
San Francisco de Asís: "La figura luminosa del Poverello nunca dejará de inspirarnos. Fue él, hace ocho siglos, quien provocó un renacimiento evangélico entre los cristianos y en la sociedad de su tiempo... La figura de Francisco sigue movilizando el ánimo de los creyentes" (n.7).

Santa Clara de Asís: Fundadora de las clarisas y custodia del ideal radical de la pobreza, "su lucha espiritual consistió en mantener fielmente el ideal de la pobreza radical. Con firmeza, obtuvo del Papa Gregorio IX el llamado Privilegium Paupertatis" (n.65).
Carlos de Foucauld: Místico contemporáneo, encarnó la entrega silenciosa en los márgenes. León XIV lo cita para subrayar el valor de servir "entre los más humildes" (n.79).
2. Padres de la Iglesia
San Juan Crisóstomo: Referente de caridad profética. "Dios no necesita vasos de oro, sino almas de oro. Si los fieles no encuentran a Cristo en los pobres, tampoco lo hallarán en el altar" (n.41).
San Gregorio Magno: Modelo de caridad pastoral: "Todos los días, si lo buscamos, hallamos a Lázaro... Ved que a todas horas se presentan los pobres y que ahora nos piden ellos, que luego vendrán como intercesores nuestros" (n.108).

San Agustín, San Ambrosio y San Basilio: Padres que “ligaron la caridad al verdadero culto y la comunidad al servicio de los últimos” (n.43-44, 54-55). Ambrosio: "La limosna es justicia restaurada, no un gesto paternalista" (n.43).
3. Educación y dignidad de los pequeños
San José de Calasanz: Fundador de la primera escuela popular gratuita de Europa. "Impresionado por la falta de instrucción de los jóvenes pobres, creó la primera escuela pública popular gratuita de Europa" (n.69).
San Juan Bautista de La Salle: Pionero de la educación fraterna y gratuita para obreros y campesinos. "El aula era un lugar para el desarrollo humano, pero también para la conversión" (n.69).
San Marcelino Champagnat y San Juan Bosco: Educadores que pusieron la escuela y el oratorio al servicio de los jóvenes obreros y vulnerables (n.70).

4. Caridad sanitaria y hospitalidad
San Camilo de Lelis y San Juan de Dios: Creadores de órdenes hospitalarias, encarnaron: "el servicio con total dedicación... para poderlo servir con todo amor caritativo, en el alma y en el cuerpo" (n.50).
Santa Luisa de Marillac: Fundadora de las Hijas de la Caridad. Citada como ejemplo de servicio a los "pobres enfermos en los hospitales" (n.51).
Santa Teresa de Calcuta, Santa Dulce de los Pobres, Hermana Emmanuelle: Encarnaron la compasión radical: “descubrieron que los más pobres no son meros objetos de compasión, sino maestros del Evangelio” (n.79).
5. Migración y acogida
San Juan Bautista Scalabrini y Santa Francisca Xavier Cabrini: Santos de la migración, "protectores y madres de migrantes modernos" (n.74).

Santa Katharine Drexel, Madre Cabrini: Misioneras entre "los grupos más desfavorecidos de Norteamérica" (n.79).
6. Liberación y redención de cautivos
Órdenes trinitaria y mercedaria: Fundadas para liberar a los cautivos. "Dieron testimonio de que la caridad puede ser heroica" (n.60).
Monjes de san Benito y San Basilio: "La hospitalidad era parte integrante de la espiritualidad monástica" (n.53-54).
7. Magisterio episcopal y martirio social
San Óscar Romero: Testigo y mártir de la opción por los pobres; citado como centro de la opción pastoral de América Latina (n.89).
Conferencias episcopales latinoamericanas (Medellín, Puebla, Aparecida): Referidas para confirmar la opción preferencial y profética.

8. Movimientos populares, laicos y mártires anónimos
La exhortación cita “los líderes laicos perseguidos, monjes, trabajadores y mujeres consagradas, voluntarios y mártires anónimos”, y reconoce: "quienes han escogido vivir entre los pobres... deben ser reconocidos entre las formas más altas de vida evangélica” (n.111).
El objetivo de citar estos nombres
En el capítulo 5, número 103, León XIV expone abiertamente su intención al hacer este recorrido por los ‘santos de los pobres’:
“He decidido recordar esta bimilenaria historia de atención eclesial a los pobres y con los pobres para mostrar que esta forma parte esencial del camino ininterrumpido de la Iglesia. El amor a los pobres es un elemento esencial de la historia de Dios con nosotros y, desde el corazón de la Iglesia, prorrumpe como una llamada continua en los corazones de los creyentes”.
Citando a santos, madres, maestros, hospitalarios y mártires anónimos, León XIV convierte Dilexi te en una exhortación de carne y hueso. Cada nombre es una invitación a sumergirse en la herencia viva de la Iglesia, que solo puede renovarse si camina, sirve y transforma el mundo de la mano de quienes hicieron de la caridad y la justicia su razón de vivir.

Dilexi te no es sólo un documento doctrinal, sino una llamada exigente a vivir el Evangelio acompañando e impulsando a los más vulnerables, convirtiendo la fe en gestos de justicia, amor y misericordia.
El enfoque pastoral y espiritual de Dilexi te se sostiene sobre estos pilares de santidad social: la memoria viva de santos y mártires que encarnaron en sus vidas la cercanía, la defensa y la lucha al lado de los pobres y excluidos. Estos testimonios conforman la tradición eclesial que León XIV llama a renovar y encarnar en la Iglesia presente, para que la fe sea inseparable del amor eficaz y profético.
Así se precisa dónde está el corazón vibrante de la Iglesia: en la opción radical por los pobres, siguiendo la enseñanza y el ejemplo de Jesús, que nos invita a reconocerlo en ellos y a abrir puertas sin prejuicios, recordándonos que “la Iglesia no puede bloquear el camino al Espíritu, ni cerrar la puerta a nadie, ni siquiera a los ‘marcianos’.”
Al centrar su exhortación en estas figuras que representan el rostro misericordioso de la Iglesia y en la opción preferencial por los pobres, León XIV reafirma que la santidad cristiana no es abstracta ni lejana, sino encarnada y comprometida con los últimos.

Esta comunidad de santos y humildes servidores del Evangelio es la piedra angular del mensaje que el Papa quiere que ilumine la tarea de la Iglesia hoy: un amor efectivo que transforma estructuras y acoge a cada persona como un hijo amado de Dios, confirmando que “la Iglesia no puede bloquear el camino al Espíritu, ni cerrar la puerta a nadie, ni siquiera a los ‘marcianos’”.
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