Análisis de Anastasio Gallego sobre la decisión de Braz de Aviz Heraldos del Evangelio: "Hoy los Carmelitas Descalzos han podido regresar a Sucumbíos"

Continúan las protestas en Sucumbíos
Continúan las protestas en Sucumbíos

Mons. Gonzalo López Marañón regresó a su tierra natal, España, luego de un año en la Universidad de la Mística de Ávila, visitó al Papa Francisco con quien habló durante 45 minutos y cuyas palabras fueron: “Tienes que resucitar”

A los 11 años de aquella fatídica carta, Roma, siempre terca, revisa sus decisiones. Pero el dolor causado no busca alegrarse, sino dolerse y ver que el camino sinodal de la ASAMBLEA ECLESIAL DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE, que quiere Francisco está empedrado de mucho dolor, muchos sinsabores, muchas incomprensiones

“Tras la visita a los 'Heraldos del Evangelio', a la propia Curia le pareció que los medios y procedimientos evangelizadores, y aún nombre tan noble, ampuloso y “espiritual”, que cobija y justifica tal Asociación, resultaban ser de alguna manera al menos sospechosos, no coherentes con la imagen de la Iglesia sinodal y “en salida” que presagia y vive el papa Francisco”.

Acabo de leer así la noticia en RELIGIÓN DIGITAL esta tarde del 9 de septiembre. Inmediatamente volaron hacia mi memoria otras palabras escritas en el año 2010 y dirigidas, desde Roma a Mons. Gonzalo López Marañón, Obispo Vicario Apostólico de San Miguel de Sucumbíos, en Ecuador después de 40 años de servicio en esa región de la Amazonía.

En aquella carta, Roma le aceptaba la renuncia que por edad,  había presentado hacía dos años. También en esa carta le agradecían sus servicios a la Iglesia  y le decían: la visión pastoral llevada adelante por Usted no siempre era conforme con la exigencia pastoral de la Iglesia como tal”. Y para “corregir” el camino, encargaban el Vicariato de Sucumbíos, no ya a los Carmelitas Descalzos que lo habían llevado durante desde el año 1929, sino a LOS HERALDOS DEL EVANGELIO.

"Mis frailes no son unos delincuentes"

A los Padres Carmelitas Descalzos el Delegado Pontificio quiso darles 48 horas para que salieron del Vicariato de Sucumbíos. “Mis frailes no son unos delincuentes. Y saldrán dignamente obedeciendo, no huyendo como delincuentes”, manifestó su P. Provincial. Así, con su maleta y unos libros salieron de la provincia siguiendo a quien durante cuarenta años había sido su pastor.

Sucumbíos recuerda al que fuera su obispo
Sucumbíos recuerda al que fuera su obispo RD

Los SEIS expulsados recibieron hogar en el Vicariato Apostólico vecino, cuyo obispo, Mons. Jesús Esteban Sádaba, capuchino navarro les recibió con los brazos abiertos

Atrás, quedaron los HERALDOS destrozando todo lo que pastoralmente se había hecho, especialmente desde 1970, cuando inició la explotación petrolera, la inmigración masiva y llegaron los nuevos aires del Concilio Vaticano II.. Y una paradoja: se sustituía a los Carmelitas DESCALZOS por unos HERALDOS CON BOTAS HASTA LA RODILLA.

Mons. Gonzalo López Marañón regresó a su tierra natal, España, luego de un año en la Universidad de la Mística de Ávila, visitó al Papa Francisco con quien habló durante 45 minutos y cuyas palabras fueron: “Tienes que resucitar”.

López Marañón
López Marañón

Y así lo hizo, y luego de aprender un poco el portugués, se fue a Calunda, Angola, a trabajar como un misionero más.

El 7 de mayo del 2016 luego de un año, fallecía en Luena, Angola, a sus  82 años de edad, como misionero hasta el final, este carmelita  descalzo, místico de profunda oración y amor a Jesús, a la Iglesia y a  los pobres.

Su Vicario general, P. Jesús Arroyo, murió en un accidente en Burgos. Los otros cinco siguen adelante en la selva ecuatoriana.

Hoy los Carmelitas Descalzos han podido regresar a Sucumbíos.

A los 11 años de aquella fatídica carta, Roma, siempre terca, revisa sus decisiones. Pero el dolor causado no busca alegrarse, sino dolerse y ver que el camino sinodal de la ASAMBLEA ECLESIAL DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE, que quiere Francisco está empedrado de mucho dolor, muchos sinsabores, muchas incomprensiones. Tal vez San Juan de la Cruz tenía razón cuando decía a sus frailes que “unos te labrarán de palabra, otros de obra” porque “aun cuando vivieras entre ángeles muchas cosas te parecerán no bien, por no saber tú la sustancia de ellas”. Bien sabían él y Teresa de Jesús lo que es tener a la Inquisición respirándoles en la nuca.

Las equivocaciones de Roma

Son muchas las equivocaciones que han tenido en Roma; es mucho el dolor que causan ciertas actitudes rigoristas con quienes quieren sacar los pies de las alforjas. Al tiempo que se hacen oídos sordos a otros avisos que alertan que detrás de los rigoristas, formalistas y ritualistas “algo huele mal en Dinamarca”.

Heraldos del Evangelio en Sucumbíos
Heraldos del Evangelio en Sucumbíos

 Y no es suficiente con las beatificaciones y canonizaciones. A fin de cuentas, cuando hacemos santo/a a algunos cristianos y les hacemos estampitas con sus caritas mirando al cielo, rodeados de un halo luminoso, les hacemos inofensivos porque ya no alzarán su voz profética ni olerán a oveja., que es el verdadero olor de santidad para Francisco

 Por eso, no me resigno a ver estampas con las caras de Mons. Romero, Mons. Angelelli, Rutilio Grande, Ignacio Ellacuría, Helder Cámara. Ni quiera ver nunca una estampa de Mons. Gonzalo López. A veces, las curias, los han hecho santos a golpes e incomprensiones. De Monseñor Leonidas Proaño, profeta ecuatoriano, aprendí a ver el tapiz por la parte de atrás desde donde se nota como se entretejen los hilos que lo hacen bello.

Primero, Religión Digital

Volver arriba