A propósito de la reunión sinodal celebrada en Praga La Iglesia y el Evangelio son de izquierdas

Jesús
Jesús

"El representante de la jerarquía española en la reunión sinodal celebrada en Praga, declaró que 'la Iglesia ni era ni podría ser de derechas ni tampoco de izquierdas'. Precisamente por eso, reflexionar sobre el tema se hace imprescindible"

"IZQUIERDAS: Igualdad jurídica siempre y para todos; solidaridad; diversidad; secularismo; pluralismos; feminismos; internacionalismo; Estado laico; justicia social; ambientalismo y respeto a la naturaleza por encima de cualquier otros intereses; estado de bienestar…"

"DERECHAS: Nacionalismos; conservadurismo; identidad nacional; jerarquismo; tradición; reaccionarismo; militarismo; meritocracia; unidad férrea e intransigente en religión y más si esta es y se apellida la católica"

"La Iglesia, - esta Iglesia- de la que oficialmente se asegura no ser ni de derechas, ni de izquierdas, en la práctica es y se nos predica y sacramentaliza, como de derechas – derechas"

Ritual y oficialmente, es decir, lejos del Monte de las Bienaventuranzas, el representante de la jerarquía española en la reunión sinodal celebrada en Praga, declaró que “la Iglesia ni era ni podría ser de derechas ni tampoco de izquierdas“. La Iglesia es Iglesia y sanseacabó, expresión que se usa para dar terminado un asunto, sin más.

Esto no obstante y precisamente por eso, reflexionar sobre el tema se hace imprescindible, contando siempre y por definición con la respetuosa variedad de criterios, y presente el bien integral de la colectividad, tanto religiosa como ciudadana. En la tarea me han ayudado no pocos lectores de variadas procedencias, tener abiertos los ojos al comportamiento de unos y otros y con los oídos siempre sensibilizados para captar cualquier eco de conversaciones discretas e indiscretas, publicables o no.

De entre algunos prenotandos -referencias para hacer posible el discernimiento requerido, destaco el convencimiento generalizado de que una cosa es la Iglesia y otra el Evangelio. Para desdicha de ambos conceptos, estos no siempre coinciden. Aún más, hasta se contradicen entre sí, a consecuencia sobre todo de que sus legítimos educadores no predicaron ni practicaron la fe como corresponde y en fiel consonancia con sus exigencias más elementales.

En el mismo contexto es de advertir que no todo, ni mucho menos- y ni lo más importante de cuanto oficialmente se enseña hasta “en el nombre de Dios” se insiste a llevar a la práctica y se cumpla a perfección. Ni siquiera por equivocación, a no ser que de alguna manera los intereses personales o de grupo sean los beneficiarios más gananciosos. La hipocresía campea con reverencia y honor en todos los lares y con vergüenza y sagrada mención para los renombrados “católicos, apostólicos y romanos”.

"La hipocresía campea con reverencia y honor en todos los lares y con vergüenza y sagrada mención para los renombrados 'católicos, apostólicos y romanos'"

Resulta ser de precepto reseñar que en la vida, se es de derechas o de izquierdas siempre, en todo y en casi todo, y no solo en lo referente a la política, a la religión. Uno o una es de derechas o de izquierdas de por sí, y no cuando determinadas circunstancias lo demanden, como si se tratara de un traje o vestido talar o sin talar.

Y a las conclusiones más aproximadas que se llega, al pretender merecerse la connotación veraz de ser y ejercer de izquierdas o de derechas, se concentran en conceptos al uso, que se suelen agrupar muy someramente y en teoría, de esta manera:

IZQUIERDAS: Igualdad jurídica siempre y para todos; solidaridad; diversidad; secularismo; pluralismos; feminismos; internacionalismo; Estado laico; justicia social; ambientalismo y respeto a la naturaleza por encima de cualquier otros intereses; estado de bienestar…

DERECHAS: Nacionalismos; conservadurismo; identidad nacional; jerarquismo; tradición; reaccionarismo; militarismo; meritocracia; unidad férrea e intransigente en religión y más si esta es y se apellida la católica.

A nadie se le oculta que tal síntesis es -tiene que ser- plusquam -imperfecta, y que a muchos llegará a causarles hasta sonrojo intelectual, en su diversidad de versiones y además de testimonios. Pero algo es algo y por algo hay que empezar y se empieza, y más en unos tiempos de tan supinas, alardeantes y arriesgadas contradicciones y confrontamientos como los que nos ha correspondido vivir.

En el berenjenal- “asunto enrevesado y complicado de difícil solución- en el que estamos metidos, las ideas han de ser y presentársenos, con clarividencia, tersura, y santo Evangelio. Sin misterios, más que los estrictamente indispensables y estos son pocos. Poquísimos. Casi ninguno.

Y tal clarividencia habrá de corresponderles, a partes iguales, a las derechas como a las izquierdas y a los adscritos a ambas opciones; aunque tal vez con mayor insistencia a cuanto se refiera a la Iglesia, por aquello de la infeliz traducción unívoca de ”a la derecha de Dios Padre” de fórmulas catequistas.

La Iglesia, - esta Iglesia- de la que oficialmente se asegura no ser ni de derechas, ni de izquierdas, en la práctica es y se nos predica y sacramentaliza, como de derechas – derechas. Por poner un ejemplo y sin frivolizar tema de esencial importancia eclesial obispos- obispos –“Sucesores de los Apóstoles “, a los que el pueblo pueda apellidar vulgarmente de “rojos”, no está registrado en el episcopologio español y para el hallazgo de su castellanización hay que desplazarse a alguno de los países hispanoamericanos.

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