"Introduce al templo en una lógica mercantil que busca solo conseguir dinero o 'likes'" Luces, cámara… ¡y balón! Sacralidad en juego: una profanación más en la catedral de Segovia

El histórico templo gótico de Segovia, a pesar de las acciones que se llevan desarrollando en este año, sigue siendo para el pueblo segoviano un símbolo de fe y patrimonio. Esta vez, se ha convertido en un escenario de un anuncio de futbol de la Gimnástica Segoviana: jugadores dentro de sus naves y cámaras por doquier recuerdan que, para algunos, como el ya famoso por su presunta corruptela, el deán y ecónomo de la Diócesis, Rafael de Arcos Extremera, la sacralidad es negociable y el respeto al espacio sagrado queda (para las cámaras, para el deán, el Cabildo y el obispo) en segundo plano.

El martes por la noche, un sacerdote segoviano amigo, me hacía llegar el video del anuncio. Al principio, pensábamos que era una broma, al ser yo una de las personas que ha querido (junto con más gente) denunciar las acciones del cabildo de la Catedral en este año, pero nos dimos cuenta de que no, y tanto nosotros como él no dábamos crédito de la última innovación del querido deán: increíble. ¿Usar el espacio sagrado como escenario para el mundo del espectáculo y del mercadeo permitiendo que los futbolistas incluso jueguen entre sus naves, delante del altar mayor? No es simplemente una excentricidad, sino que (una vez más) es síntoma de decadencia espiritual donde el Cabildo, dirigido por su deán y el obispo de Segovia, Jesús Vidal, confunden lo sagrado con lo comercial.

Hablando con amigas que trabajan en la Catedral comentaban la desilusión que están teniendo por el rumbo que está tomando este lugar, esto es lo que conocemos por los medios, pero hay muchas cosas más alejadas de la doctrina de la Iglesia. Claramente se señala al deán como responsable, junto con dos estrechos colaboradores que, como suele pasar en estos casos, no son creyentes y lo sagrado (por lo que estamos viendo durante estos meses) no les importa. Ahora bien, echar balones fuera es algo muy común, pero no olvidemos que el deán es responsable, el Cabildo cómplice (aquellos vicarios que juzgaron a los homosexuales y cancelaron conciertos en iglesias de los pueblos) y el Obispo, bendecidor de una tendencia del toledano Rafael de Arcos Extremera, que parece que lo único que busca es provocar y escandalizar a la gente sencilla. Afines a este señor defenderán esta acción como apuesta por la visibilidad y para atraer turismo, e incluso hacer una “Iglesia moderna”: ¿haciendo del templo consagrado un plató? Esto, por muy inofensivo que parezca, introduce al templo en una lógica mercantil que busca solo conseguir dinero o “me gustas” en redes sociales, una visión de lucro ajena a lo sagrado: recogimiento por frivolidad.

Desilusión con el obispo

No es de extrañar que el obispado de Segovia, con Jesús Vidal a la cabeza, en quien los segovianos están perdiendo su confianza y también la ilusión que parecía traer su nombramiento (sin haber llegado al año de su toma de posesión), sea tolerante ante el uso mercantil de la Catedral. Ya han sido muchas las críticas recibidas sobre la gestión de este templo que se han denunciado en este y otros medios de comunicación y que no han recibido respuestas claras por su parte: trato injusto a su personal, transparencia cuestionable (recordemos que no se escuchó a las víctimas del deán en la famosa comisión que promovió este obispo), manejo interno que prioriza su propia imagen por encima de la dignidad de los trabajadores, abusos litúrgicos y profanación (denuncias en los medios que tampoco recibieron contestación del obispo), suspenso en Doctrina Social (denuncias provenientes incluso de profesores de Roma que no recibieron contestación), etc.

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Este escándalo, uno de tantos, deja en evidencia la defensa de lo sagrado por parte de las autoridades de la diócesis de Segovia (cuando quieren, el clericalismo tiene una doble vara de medir), dejándose llevar por su conveniencia y haciendo investigaciones internas para ocultar aquello (estilo Zornoza) que será imposible que no llegue a descubrirse con el tiempo. ¿Si el Obispado de Segovia no respeta la justicia, la dignidad o la verdad cuando se trata de personas, por qué habría de respetar la sacralidad cuando se trata de piedras, arte o fe? Aplaudir al deán es coherente con una forma de gestionar (por parte de todos ellos) que prima los intereses mundanos.

Para finalizar, espero que la Catedral de Segovia no haya financiado (desconozco si es así) este equipo de futbol o su equipación vendiendo que hay que fomentar hábitos saludables (como decía el obispo en un discurso a raíz del famoso equipo de fútbol presentando su equipación). ¿Los pobres, enfermos, ancianos, inmigrantes y necesitados no necesitan también cuidados y que se respete su salud?, ¿no somos la Iglesia de los pobres de Francisco? A cuenta de esto, recordemos que el ecónomo y deán ha dejado en números rojos con déficit considerable (según podemos ver en el informe económico de la diócesis) la casa sacerdotal (residencia de sacerdotes mayores) y la casa de espiritualidad (donde se indicó, según la denuncia que se publicó, que se estaba pagando con desvíos de capitales hacia la Catedral para enriquecerla, vemos que estos números rojos tienen ahora sentido): ambas él las mal gestionaba.

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Prueba de ello, parece que es verdad lo denunciado por El Plural, Religión Digital y por el Día de Segovia, porque, según fuentes del Obispado, en este caso el obispo sí que le habría cesado de sus cargos en estos dos centros sin dar explicaciones ni hacerlo público (para evitar, entiendo, que relacionemos una cosa con la otra: no somos tontos). ¿Cuándo se cesará a este señor como deán de la Catedral y como ecónomo de la Diócesis de Segovia? Son muchos los segovianos que me han dicho que dejarán de marcar la X por estos escándalos (cantidad que en Segovia se destina en su mayoría al mantenimiento del clero), al igual que han dejado de dar donativos incluso en parroquias porque no ven, una vez más, un informe económico transparente ni claro (recordemos que esta diócesis era de las últimas de España en transparencia según se publicó hace unos meses), como tampoco se fían de la gestión del ecónomo Rafael de Arcos Extremera. ¿Dónde va el dinero con ese señor?, se preguntan.

Insistimos, como hemos hecho en otras ocasiones, en la actuación del Nuncio para que se cumpla con el Derecho Canónico: es la única esperanza de los segovianos que están cansados de que les tomen el pelo

Insistimos, como hemos hecho en otras ocasiones, en la actuación del Nuncio para que se cumpla con el Derecho Canónico: es la única esperanza de los segovianos que están cansados de que les tomen el pelo. Necesitamos que intervenga la Catedral de Segovia al comprobar que el obispo Jesús Vidal, a pesar de estar como asesor en el Dicasterio del Clero (labor muy cuestionable según sus acciones en Segovia en relación con las víctimas en el caso del deán), no muestra autoridad ante el clero que se le ha encomendado en Segovia y deja que el deán y sus secuaces campen a sus anchas haciendo lo que le plazca, profanando la Catedral, gestionando indebidamente las arcas de la diócesis y escandalizando una vez más a los fieles.

Recordemos de nuevo (porque sabemos que nos leen): Código de Derecho Canónico: “Los lugares sagrados deben destinarse exclusivamente al culto divino, evitando aquello que no concuerde con la santidad del lugar” (Canon 1210). Aplíquense el cuento. Lucas 19,46: Mi casa será casa de oración, pero vosotros la habéis convertido en cueva de ladrones. No solo los templos de los pueblos, la catedral también es casa de oración. Aplíquense el cuento. ¿seguimos con más? La Palabra de Dios y la doctrina de la Iglesia es muy clara con estas acciones alejadas de Dios.