"Magdalena es la preferida a quien confía la noticia de su resurrección" María Magdalena, la primera en ver al Resucitado

María es la que los cuatro evangelios presentan al pie de la cruz, es la gran protagonista de las primeras apariciones del Resucitado. Fue a embalsamar el cuerpo de Jesús. Es la primera que se encontró con la tumba vacía. Y es la primera a quien Jesús se aparece resucitado, y le dio el anuncio para avisar a los demás. 

   Quizá posteriormente se fue difuminando la figura de las santas mujeres, y especialmente María Magdalena, en la figura de la Virgen María. Pero es fundamental el grupo de mujeres que acompañaban a Jesús y le ayudaban con sus bienes. Y es fundamental la figura de María Magdalena, pues el misterioso “noli me tangere” indica una relación especial con el Maestro. 

En la tradición oriental (al contrario de la iglesia latina) se la ve como distinta a la pecadora que unge a Jesús, y María la hermana de Lázaro y Marta. Cierto que esos “siete demonios” de los que Magdalena es liberada por Jesús no dejan de ser una curiosidad para nosotros, al igual que Sara tuvo 7 maridos que murieron por la obra del demonio Asmodeo que estaba celoso de ella, hasta que llega Tobit y se casa con ella. Así, la relación espiritual que la Magdalena tuvo con Jesús rompió el maleficio similar. 

   Desde Jesucristo Superstar hasta La última tentación de Cristo que Martín Scorsesse tomó de una novela, hasta las recientes versiones de cine como El código da Vinci, se nos habla mucho recientemente del amor de María Magdalena por Jesús, pero no sabemos nada cierto al respecto, más que es la preferida a quien confía la noticia de su resurrección. 

   Y por ello la secuencia pascual (del siglo XI, cuando aún no se arrincona esa figura evangélica) comienza diciendo: «¿Qué has visto de camino, María, en la mañana?», pues sigue siendo figura principal de la fiesta de pascua, de esa mañana de la pascua siempre florida -porque el grano de trigo ha comenzado a dar vida- lo que sintió aquella mujer que nos invita a dar frutos del Espíritu Santo, que será la otra pascua, Pentecostés: la pascua granada, cuando el grano se haya multiplicado después de morir y resucitar en multitud de granos…