Mañana entra en Zaragoza con la intención, "sobre todo, de escuchar mucho" Carlos Escribano: "Me toca regresar a Zaragoza y, si soy sincero, me siento muy honrado de ser custodio de la Virgen del Pilar"

Mon. Carlos Escribano, arzobispo de Zaragoza
Mon. Carlos Escribano, arzobispo de Zaragoza

"Me llevo a Zaragoza muchas cosas compartidas y aprendidas. Destacaría los pasos que hemos podido dar estos años a la hora de intentar ser una Iglesia “en estado de Misión permanente"

"La pandemia está generando mucho dolor. Los fallecimientos en soledad, el dolor y la incertidumbre de las familias, los enfermos y convalecientes… Y todos aquellos que están sufriendo el zarpazo de la crisis social y económica que de deriva de esta realidad tan dramática"

"La experiencia e intuiciones del laicado puede y debe configurar nuestra pastoral en los próximos años, dándole el protagonismo que le corresponde en la Iglesia"

"En esta Navidad tendremos que estar especialmente atentos a todos los que sufren: hoy en día son tantos y por tantos motivos"

Carlos Escribano (Carballo, 1964) pasa de la diócesis de la Rioja a la archidiócesis de Zaragoza, regresa al Aragón donde se ordenó sacerdote y donde ya había sido obispo de Teruel-Albarracín. Quizás, por eso, siente que vuelve a casa con un encargo especial "ser custodio de la Virgen del Pilar". Una vuelta en un momento de "mucho dolor" por la pandemia, para seguir el camino pastoral emprendido por su predecesor, monseñor Jiménez, cuidando especialmente a los sacerdotes y a los laicos, para que sean más protagonistas en la vida de la Iglesia diocesana.

-¿Qué es lo más importante que deja en La Rioja y que se lleva a Zaragoza?

El haber podido compartir la fe con la gente. Eso hace que surja en muchas ocasiones la amistad y la admiración por una tierra y sus gentes. Me llevo a Zaragoza muchas cosas compartidas y aprendidas. Destacaría los pasos que hemos podido dar estos años a la hora de intentar ser una Iglesia “en estado de Misión permanente” con la Misión Diocesana EUNTES.

- Teruel-Albarracín, La Rioja y, ahora Zaragoza. ¿Obispo ambulante por ser obediente?

Bueno, entiendo que las cosas vienen en cada momento conforme a las necesidades de la Iglesia.

- Su toma de posesión en Zaragoza será 'peculiar', dado el clima de pandemia que estamos viviendo

Sí. Va a ser distinta. Y es lógico. La pandemia está generando mucho dolor. Los fallecimientos en soledad, el dolor y la incertidumbre de las familias, los enfermos y convalecientes… Y todos aquellos que están sufriendo el zarpazo de la crisis social y económica que de deriva de esta realidad tan dramática. Sí, la entrada en Zaragoza va a ser distinta, pero aunque sea desde la distancia seguro que estaré muy acompañado por muchos fieles que estarán rezando por mí.

- Para un gallego, recriado en Aragón, imagino que será un honor poder disfrutar de la Basílica de El Pilar

Conozco muy bien Aragón. He vivido en la provincia de Huesca, he sido sacerdote de Zaragoza y Obispo en Teruel. Ahora me toca regresar a Zaragoza y, si soy sincero, me siento muy honrado de ser, de algún modo, custodio de la Virgen del Pilar.

Entre la gente
Entre la gente

- ¿El primer año será de conocer y dejarse empapar por la nueva realidad?

Si. Sobre todo escuchar mucho. Llego a una realidad que está en marcha y, aunque la conozco en parte, necesito ponerme a la escucha en este momento para ver por donde seguir construyendo el Reino de Dios en la diócesis.

- ¿Qué espera y que está dispuesto a ofrecer a sus curas zaragozanos?

Espero conseguir una sincera fraternidad con ellos y poder ejercer a su la lado el ministerio episcopal. Seguro que con la fuerza del Espíritu encontramos caminos para seguir evangelizando nuestra tierra en este momento de la historia. Habrá que trabajar mucho, pero creo que puede ser una aventura muy gozosa.

- ¿Qué espera y que está dispuesto a dar a sus laicos/as?

Pues tengo la ilusión de que el Congreso de laicos que celebramos en Madrid el pasado mes de febrero vertebre nuestras pastoral con los laicos los próximos años. Creo que hubo interesantes intuiciones, ricas experiencias y todo ello puede y debe configurar nuestra pastoral en los próximos años, dando al laicado el protagonismo que le corresponde en la Iglesia.

Misión diocesana
Misión diocesana

- ¿Cómo vivir estas Navidades que también se presentan atípicas?

Las Navidades van a ser distintas. Ya nos ocurrió en la Semana Santa. Habrá encuentros familiares y celebraciones sociales que tendrán que hacerse de otra manera. Pero no hay que olvidar que lo esencial, lo auténtico de estas fechas es el Nacimiento de Jesús y lo que eso significa para cada uno y para toda la humanidad. En esta ocasión tendremos que estar especialmente atentos a todos los que sufren: hoy en día son tantos y por tantos motivos. Ojalá sepamos redescubrir la presencia del Señor con nosotros como signo de paz y de esperanza, y nos mueva a la solidaridad.

- ¿Y cómo conservar la esperanza en medio de la pandemia?

Creo que yendo a lo esencial. Las circunstancias que estamos viviendo nos golpean y condicionan. Pero debemos caer en la cuenta de que en ellas está Dios aunque nos parezca paradójico. Debemos hacer una lectura creyente de lo que está sucediendo y obrar en consecuencia. Sólo desde la conciencia de que Dios está, podremos mantener viva nuestra esperanza.

Eucaristía
Eucaristía

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