"Así están en Bangassou: 300 militares mirándose el ombligo desde hace 10 dias..." Monseñor Aguirre: "Han saqueado todo, desde la misión hasta los hospitales, escuelas, casa a casa"

El obispo de Bangassou y sus huérfanos
El obispo de Bangassou y sus huérfanos

"Saquean, buscan chicas para poseerlas por la fuerza, aunque el Corán lo prohíba, roban y no quieren entrar a sus pueblos porque tienen las manos vacías y tendrían que volver a pie, vergüenza para todos ellos. El jefe se ha instalado en la misión y usa el Toyota que nos robó hace tres años en Nzacko..."

Seguimos en tensión porque los rebeldes siguen muy cerca de Bangassou. Los cascos azules marroquíes no tienen mandato para atacar a nadie, aunque el otro día les mataran a uno de los suyos. Los ruandeses, que tantas esperanzas nos dieron, han venido solo para proteger la base de los marroquíes y las autoridades allí escondidas, no para echar a los rebeldes.

Así están en Bangassou: 300 militares mirándose el ombligo desde hace 10 dias...

Ayer llegaron a pie, 30 km, dos padres espiritanos de Niakari, huyendo. Los pies como botijos, han estado 20 días escondidos en la selva junto a muchos otros desplazados. La ciudad de Niakari, a 15 km de Bangassou, está tomada por los CPC, que han saqueado todo, desde la misión que es donde vive el jefe Mahamat Sallet, hasta los hospitales, escuelas y todos los barrios casa por casa.

"Sesenta mil personas han huido de la guerra por la enésima vez, ¿a dónde?"
"Sesenta mil personas han huido de la guerra por la enésima vez, ¿a dónde?"

Saquean, buscan chicas para poseerlas por la fuerza, aunque el Corán lo prohíba, roban y no quieren entrar a sus pueblos porque tienen las manos vacías y tendrían que volver a pie, vergüenza para todos ellos. El jefe se ha instalado en la misión y usa el Toyota que nos robó hace tres años en Nzacko...

Esperamos que fuerzas rusas y centroafricanas puedan venir a echarlos o a "neutralizarlos" como pasó la semana pasada en Boda, al oeste del país. Mientras, el 80% de la población sigue en las arenas o en la selva, como os expliqué el otro día en un artículo. Se hace duro, aunque sabemos que Dios estará con "nosotros hasta el final de los días". Nunca nos abandonará.

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