"Que el Señor toque la razón y el corazón de Ortega y deje libre al obispo Álvarez" Obispos latinoamericanos abandonan a su hermano encarcelado, Rolando Álvarez

Monseñor Rolando Álvarez
Monseñor Rolando Álvarez

"El único que día a día, domingo a domingo se expresa desde el exilio implorando la libertad de su hno. Rolando y los demás sacerdotes, seminaristas, laicos católicos que padecen el mismo terror es monseñor Báez"

"Llama sin duda la atención el “silencio” extraño (al menos púbico) de los obispos nicaragüenses y del cardenal de Managua, Leopoldo Brenes"

"Pidiendo Al Señor, a María Santísima en su Asunción Gloriosa (pronta a celebrar) que nos conceda este gran milagro, que Mons. Rolando sea liberado de la dictadura de Ortega"

Ya casi se cumple un año de que el gobierno de Daniel Ortega de Nicaragua detuviera y encarcelara al obispo Rolando Álvarez, titular de la diócesis de Matagalpa en ese país. Quienes tenemos la fortuna de conocer a tan gran obispo, pastor con olor a oveja, amigo en el caso propio, duele hasta los huesos que pareciera en vano orar por él y se haga justicia, que Mons. Rolando quede libre es lo que hemos añorado, pedido a gritos al cielo pero creo que “no somos escuchados”. 

También duele más allá de los huesos que los obispos, por mencionar algunos, quienes conforman la CELAM, no han hecho nada por su Mons. Rolando. No tenemos noticias de búsquedas de negociación (si vale esta expresión) de los obispos latinoamericanos para buscar la excarcelación de Rolando Álvarez. El único que día a día, domingo a domingo se expresa desde el exilio implorando la libertad de su hno. Rolando y los demás sacerdotes, seminaristas, laicos católicos que padecen el mismo terror es monseñor Báez

Báez y Rolando

Es de hacer notar que el mismo Vaticano o ha guardado en silencio su lucha por la liberación de Mons. Rolando o tampoco está haciendo nada concreto para tener de regreso al obispo Álvarez en su catedral y en el recorrer sus amados pueblos a caballo, entre la lluvia, el lodo, el mal clima y los mejores paisajes para ir a visitar en sus cantones a sus ovejas, que siguen estando sin pastor. Llama sin duda la atención el “silencio” extraño (al menos púbico) de los obispos nicaragüenses y del cardenal de Managua, Leopoldo Brenes, que poca alma han tenido hacia su hno. Obispo. Es de llorar y reclamarles profetismo. 

No puedo dejar de compartir que también inquieta, la ausencia del derecho internacional ¿Dónde está la ONU en este caso? ¿Dónde está la acción de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos? Preguntas a los gobiernos externos a Nicaragua que se ostentan como humanistas, pero a la hora de ver al hermano caído, desaparecen. Sin embargo aún tenemos esperanzas prontas de la liberación definitiva de nuestro hermano y amigo obispo Rolando Álvarez.

    Aunque desde un muy particular punto de vista, Mons. Romero me parece un santo de poca veladora y mucha acción, a él encomendamos nuevamente esta causa y seguimos en oración,  pidiendo Al Señor, a María Santísima en su Asunción Gloriosa (pronta a celebrar) que nos conceda este gran milagro, que Mons. Rolando sea liberado de la dictadura de Ortega, que La Omnipotencia Suplicante toque la razón y el corazón de Ortega y deje libre al obispo Álvarez.  Amén.

Libertad para Rolando Álvarez
Libertad para Rolando Álvarez

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