"…Casi la mayoría. Pero, poco a poco, los tiempos cambian" Obispos ultraconservadores, 'en el nombre de Dios' y sin excesivos escrúpulos

Obispos
Obispos

"'Obispos ultraconservadores' fueron y siguen siendo muchos. Casi la mayoría. Todos los seleccionados para la CEE por los cauces 'oficiales' son-tienen que ser y ejercer 'para conservar', haciéndolo además 'en el nombre de Dios' y sin excesivos escrúpulos"

"Vecindados en mansiones palaciegas, con ornamentos que se dicen sagrados, misóginos 'en el nombre de Dios' y, en el mismo nombre, enemigos acérrimos de siglas similares a las por ahora concentradas en las letras mayúsculas LGTBIQ+"

En el marco de estas disquisiciones, es de alabar la organización de unas Jornadas que, al amparo del título 'Abusos de poder, conciencia y autoridad en la Iglesia', promociona la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Comillas en Madrid

"Poco a poco, aunque no tan de prisa como muchos quisieran, los tiempos tienden por fin a cambiar también en España"

A modo de regalo etimológico el diccionario de la RAE tuvo a bien conferirles a “católicos, apostólicos y romanos” el “Visto Bueno” en la Eclesiología, en la pastoral y en el lenguaje culto o vulgar, de la expresión “obispos ultraconservadores”, en relación con la clasificación de una buena parte de su jerarquía en la actualidad religiosa.

Obispos españoles
Obispos españoles

Del término “obispo”, basta y sobra con rememorar lo que la teología y el catecismo dicen acerca del mismo, pero a la vez con el añadido de lo que refieren frecuentemente los medios de comunicación, aún los suyos propios, de lo que hacen y de cuanto adoctrinan, con resonancias y ecos también extra eclesiales. “Ultra” –“más allá- o “al otro lado”-, refleja “plenitud, abundancia, exageración e intensidad”, en función del concepto al que se le adscribe el adverbio.

“Mantener o cuidar la permanencia de algo “, “guardar” a toda costa y convencimiento”, son acepciones que acapara para sí el verbo “conservar”, que se aplican en todos y cada uno de los tiempos y lugares en los que se conjuga, con corrección gramatical y siempre con ánimo de convivir y de entendernos unos y otros, (Otra acepción colateral del término es la “elaboración industrial de alimentos”)

“Obispos ultraconservadores” fueron y siguen siendo muchos. Casi la mayoría. De no haber sido proclives a manifestar tal condición sacerdotal en hipotéticos planos jerárquicos, seguramente que “a quienes corresponda” -Nuncios de SS: y allegados -, en posible planos jerárquicos, no se les hubiera ocurrido insertar sus nombres y sus “cualidades” pastorales en la terna curial que en su día habría de engrosar la Conferencia Episcopal Española(CEE) y, en ella , en cargos de mayor o menor importancia y relieve. Todos los seleccionados para la CEE. por los cauces “oficiales” – y también no pocos en calidad de “auxiliares”, como titulares exóticos de diócesis inexistentes-, son -tienen que ser y ejercer “para conservar”, haciéndolo además “en el nombre de Dios” y sin excesivos escrúpulos para discernir si también y sobre todo, en tal oficio-ministerio de la “conservación “ -y acrecentamiento- primaban tanto o más los bienes terrenales que los espirituales.

Y es que, tal y como están las cosas, obispos-obispos conservadores del Evangelio, no le interesan a la institución eclesiástica, ni a quienes tienen a su cargo tan salvadora misión. Salvo excepciones muy honrosas, -inexplicables a veces-, resulta ser práctica generalizada que la relación “obispos-Evangelio”, no sea decisiva ni en su nombramiento ni en la selección para una u otra sede, el elemento determinante y la correspondiente “toma de posesión” y entronización en la misma, con mula blanca o sin ella y siempre, o casi siempre, en medio de un variopinto paisaje de mitras, báculos e inciensos. Se registra un momento en el que la liturgia se empeña en echar al santo suelo al episcopable, y tal ceremonia resulta hoy incomprensible, extemporánea y hasta ridícula.

"Resulta ser práctica generalizada que la relación “obispos-Evangelio”, no sea decisiva ni en su nombramiento ni en la selección para una u otra sede"

Por fin, y gracias sean dadas a Dios, el papa -este papa- parece decidido a aceptar, y aún a acelerar, la renuncia de obispos que lucen en proporciones mayores los entorchados de “conservadores”, no solo eclesiástica sino civilmente. Y es que nunca, pero menos hoy, es posible ser y ejercer de cristianos, y mucho menos de obispos ultra onservadores, vecindados en mansiones palaciegas, con ornamentos que se dicen sagrados, misóginos “en el nombre de Dios” y, en el mismo nombre, enemigos acérrimos de siglas similares a las por ahora concentradas en las letras mayúsculas LGTBIQ+

Tal rimero-letanía de obispos causan daños mucho más graves a la Iglesia del Evangelio, que los que pudieron ocasionarle los “herejes” con la proclamación de heterodoxos adoctrinamientos, e inserción de sus escritos en el catálogo “infernal” e irracional, de los “Libros Prohibidos”.

En el marco de estas disquisiciones, es de alabar la organización de unas Jornadas que, al amparo del título “Abusos de poder, conciencia y autoridad en la Iglesia”, promociona la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Comillas en Madrid, con los “Nihil Obstat” correspondientes y la presencia de uno de los Obispos Auxiliares de la diócesis, y en cuya temática destaca fervorosamente la referencia central al “Clericalismo y abuso del poder”.

Poco a poco, aunque no tan de prisa como muchos quisieran, los tiempos tienden por fin a cambiar también en España, en cuyo episcopologio apenas si se registra todavía el gesto de alguno de sus miembros que pudiera catalogarse como “adelantado” y no como “conservador”, a ultranza y “por esencia, presencia y potencia” en el lenguaje catequístico de tiempos pasados.

¡Felicidades a las diócesis, diocesanos y diocesanas, por haber sido ya obsequiados con la cesantía práctica y oficial de sus respectivos prelados, pero siempre y cuando estos se dediquen con asiduidad religiosa a rezar, y no a incordiar a sus sucesores, tal y como acontece en no pocos casos, sin descartar las mismas áreas del Vaticano!

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