Fujimori y sus aliados insisten con pedidos estrafalarios Perú: "Queriendo silenciar a lxs silenciadxs que gritan"

"El triunfo electoral de los excluidos se les atraganta a los partidarios de Fujimori, un sector enriquecido representante de una sociedad envilecida, injusta y airada por los resultados que arroja la democracia

Pedro Castillo ganó las elecciones porque tuvo más votos. No es un asunto de fe, es un asunto de matemáticas. Existe una diferencia de 44,176 votos; son 44,176 peruanxs que votaron por Castillo

Fujimori y sus aliados insisten con pedidos estrafalarios para 'neutralizar' la buena estadística producen la propia; Sobre la base de meras creencias, insultan, difaman, hostilizan, pero no pueden producir evidencia

Esta narrativa sobre nulidades es reconocer que las personas detrás de esas firmas, actas, votos, le son demasiado distantes para poder incluso imaginarlas. Para describirla hay un sustantivo, 'exclusión', y un verbo, 'invisibilizar'

Junto al miedo de las élites al comunismo se aloja la ira por tener que reconocer que la democracia es, con todas sus fallas, un sistema en el que los votos de los 'indios' valen igual

Hoy que Fujimori pretende desconocer y boicotear el triunfo de Castillo, debería ser muy claro que el mayor peligro para la democracia lo representa el fujimorismo

Pedro Castillo es el presidente que ha elegido el Perú. Lo comprueba la ONPE y lo certifican los observadores de las Naciones Unidas, la Comunidad Europea y la Organización de Estados Americanos de Canadá y de los Estados Unidos

Han triunfado los sectores sociales que quieren un gran cambio. Lxs que buscan construir un Estado capaz de defender el bien común. Lxs que quieren un desarrollo armónico y democrático de todas las regiones, defendiendo el medio ambiente, la biodiversidad y la multiculturalidad

Es indispensable volver a Mariátegui. "El maestro peruano quiere ocupar un puesto en la obra de reconstrucción social. No se conforma con la supervivencia de una realidad caduca"

Pedro Castillo, el Maestro rural, tendrá la posibilidad de asumir esta tarea que señala Mariátegui como forjador de la peruanidad y deberá reivindicar al maestro peruano en la reconstrucción del país del bicentenario

Seguimos esperando la proclamación final del ganador de las elecciones que será el nuevo presidente del Perú. Sin embargo, algunos aspectos de este proceso ya van apareciendo con una gran evidencia, y la misma demora en la proclamación de los resultados finales, resulta significativa en este sentido.

Una precisión

Se habla mucho de que en esta elección el país ha quedado dividido en mitad y mitad... Esto no es cierto; no son mitad y mitad, sino más de la mitad y menos de la mitad... si no, no habría ganador; hay un ganador porque más de la mitad, voto por él. Existe una diferencia de 44,176 votos; son 44,176 peruanxs que votaron por Castillo.

Seguir hablando de mitad y mitad, significa ignorar a esxs más de 44 mil peruanxs, que marcan la diferencia; es negar su existencia y silenciarlxs como si no fueran reales.

Al observar los resultados, aparece que en el extranjero arrasó Fujimori Fujimori; obtuvo el doble de votos que Castillo; 66.191% contra 33.809%, lo que en número de votos significa una diferencia de 220,588 contra 112,671.

"Resulta que de lxs peruanxs que viven en Perú, quienes votaron por castillo son 100,000 más que quienes votaron por Fujimori"

Si, por un momento, dejamos de lado esos votos del extranjero, la diferencia entre Castillo y Fujimori pasa de 44,176 mil a 152,093; es decir, más de 100 mil de diferencia... Resulta que de lxs peruanxs que viven en Perú, quienes votaron por castillo son 100,000 más que quienes votaron por Fujimori. No son mitad y mitad...

No se trata, y no se puede, ignorar y dejar de lado a lxs peruanxs que viven en el extranjero; pero si reconocer que viven en condiciones diferentes, lo que resulta significativo como veremos a continuación.

Unos datos importantes

Geográficamente, Castillo ganó la elección en 15 de los 21 departamentos del país, diferencia que no aparece en el conteo final por el peso electoral que tienen Lima y Callao; ganó ampliamente en las zonas más andinas de la sierra, en algunas hasta abrumadoramente. Perdió en todos los distritos del departamento de Lima y Callao; perdió abrumadoramente en los distritos más pudientes y con una menor diferencia en los distritos más desfavorecidos.

Castillo vs. Fujimori

En la encuesta de intención de voto del IEP, previa a la segunda vuelta, Castillo obtiene el 56.7% en el Perú rural contra el 12.9% de Fujimori; Ella obtiene el 53.3% en los sectores socioeconómicos A y B, mientras que Castillo obtiene el 49.4% en los sectores D y E y el 51% de lxs que votarían por Él piensa que se debe cambiar totalmente el modelo económico; de lxs que votarían por Fujimori, el 25.4% piensasn que no se debería cambiar nada del modelo.

En la encuesta posterior a la segunda vuelta, a la pregunta; Independientemente de por quién votó, para usted ¿quién ganó las elecciones?, Castillo obtiene el 66% contra el 25% de Fujimori; entre quienes votaron por castillo, un 51% lo hizo porque ofrece el cambio que el país necesita, un 14% porque se preocupará por los que menos tienen y un 25% porque no quieren que el fujimorismo vuelva al poder. Entre quienes votaron por Fujimori, un 55% lo hicieron porque tienen miedo de que el comunismo llegue al poder, un 20% porque asegura estabilidad.

En la misma encuesta un 69% desaprueba el comportamiento de Fujimori posterior a las elecciones; y 53% considera que las denuncias de Fuerza Popular son una estrategia para no reconocer los resultados y, de nuevo, quienes le dan la razón, se encuentran el Lima metropolitana y en el sector socioeconómico A y B.

"Los electores de Pedro Castillo y Keiko Fujimori están contrapuestos en el mapa de la pobreza"

También es interesante que, en la misma encuesta, el 70% piensa que los medios de comunicación han estado favoreciendo a un candidato y, de esos, el 84% afirma que lo han estado haciendo en favor de Fujimori.

Ante la pregunta: ¿Cómo se ve el futuro del país? La esperanza es mayor en NSE D/E mientras que emociones como el miedo o la tristeza son mayores en NSE A/B.

Electores

Los electores de Pedro Castillo y Keiko Fujimori están contrapuestos en el mapa de la pobreza; presentan marcadas diferencias cimentadas en la pobreza monetaria. Los más relegados apostaron por Perú Libre; Fuerza Popular ganó en distritos más pudientes. Por ejemplo, el distrito de Yanahuara de la provincia de Arequipa, se ubica entre los 10 lugares menos pobres del país; lidera la capacidad adquisitiva en el sur. Ahí ganó Fujimori con el 70.7% y este voto se asemeja al de las clases medias y élites de Lima. Por el otro lado están los lugares más pobres; Castillo se impuso por un amplio margen en los 10 distritos más relegados del sur, Corani, Coasa y Huayrapata presentan el 68%, 66% y 64% de pobreza. En estos distritos su respaldo casi logra la totalidad de la población.

La identidad y cercanía con Castillo ha sido importante; presenta la imagen de alguien que conoce las necesidades. Lxs electorxs dicen “es como yo, viene de zonas rurales. No es un gringo, pituco”; los distritos pobres se han sentido reconocidos debido a su procedencia de zona rural. Por su extracción popular, la gente piensa que conoce la realidad de lxs campesinxs que se sienten excluid@s del modelo económico.

"La identidad y cercanía con Castillo ha sido importante; presenta la imagen de alguien que conoce las necesidades. Lxs electorxs dicen “es como yo, viene de zonas rurales. 'No es un gringo, pituco'"

La gente votó desde sus propias necesidades, exclusiones y esperanzas. Por eso lxs pobres se identifican con Castillo y quienes optaron por Fujimori lo hacen por la representación de la continuidad del modelo económico que los privilegia.

Los sentimientos de abandono y exclusión que invaden a lxs pobladorxs de las localidades que votaron por Castillo; la esperanza de cambio se impuso en esas zonas.

Algunas reflexiones

Juan Forn, escritor argentino, en una entrevista expresa: “Cuídense mucho. Entendamos que estamos pasando algo que es mucho más de lo que creemos que está pasando”.

Y Steven Levitsky recuerda la afirmación de Trump: “Solo quiero encontrar 11.780 votos”.

Eso es lo que el expresidente Donald Trump le dijo al máximo funcionario electoral de Georgia después de perder la reelección de forma clara. Sus esfuerzos por revertir las elecciones fracasaron, pero sus tácticas, como observó Anne Applebaum en The Atlantic, han inspirado a políticos antidemocráticos alrededor del mundo. En ningún lugar esto es más claro que en el Perú, afirma Levitsky.

"Las tácticas de Trump 'han inspirado a políticos antidemocráticos alrededor del mundo. En ningún lugar esto es más claro que en el Perú', afirma Levitsky"

Fujimori se ha negado a aceptar la derrota, alegando de forma infundada que las elecciones fueron fraudulentas. Las autoridades electorales de Perú no han encontrado evidencia de fraude y tampoco hay razones para dudar de sus autonomías. Los observadores internacionales (OEA, Comunidad europea, departamento de estado de EEUU, Cánada, Transparencia) y los expertos electorales también han concluido que la elección fue limpia. Sin embargo, el bando de Fujimori ha iniciado lo que equivale a un intento de golpe electoral, empujando la democracia peruana al borde del colapso.

En lugar de buscar votos para ella misma, como intentó hacer Trump, Fujimori está tratando de desaparecer los votos de su oponente. Un equipo de abogados fue enviado a cazar irregularidades en los bastiones rurales de Castillo. Este equipo pretende anular 802 mesas de sufragio, las cuales contienen entre 200 y 300 votos cada una, argumentando nimias irregularidades técnicas. En total, Fujimori busca eliminar más de 200.000 votos de su rival en base a dudosos criterios que no se aplican en otras partes del país.

Aquí también se intenta silenciar el grito de lxs silenciadxs de siempre. Se busca eliminar el voto de lxs electorxs pobres de las zonas rurales, quienes se sienten ignorados por la élite política centrada en Lima y que están profundamente insatisfechos.

"Si la elección de Castillo fue un grito de las poblaciones andinas, querer eliminar esas cédulas de votación es querer ahogar ese grito clamoroso"

Si la elección de Castillo fue un grito de las poblaciones andinas, querer eliminar esas cédulas de votación es querer ahogar ese grito clamoroso. Se les acusa de ignorantes y corruptos; se dice que sus firmas no son sus firmas; que las actas están llenas de errores que las invalidan porque no saben leer ni escribir; se les acusa de mafia porque tienen los mismos apellidos... son lxs votantes marginadxs durante mucho tiempo, a quienes se le niega ilegítimamente la victoria.

No hay una sola prueba de un fraude; ninguna misión de observación encuentra evidencia de fraude. ¿Dónde están lxs supuestxs suplantadxs entre lxs miembros de mesa? No hay uno. Más bien, personas indignadas por el uso de sus nombres y la impugnación a su trabajo honesto.

Fujimori y sus aliados insisten con pedidos estrafalarios para el derecho electoral, pero que suenan bonito en los oídos de lxs creyentes que buscan validar una salida falsa. Un día es la lista de electores, mesa por mesa; otro, una auditoría de la OEA; la agresión verbal y física a las autoridades electorales; una carta o una marcha de militares en retiro pidiendo golpe de estado; para “neutralizar” la buena estadística producen la propia; en la desesperación, renuncia de un miembro del JNE aliado suyo. Sobre la base de meras creencias, insultan, difaman, hostilizan, pero no pueden producir evidencia.

"Fujimori y sus aliados insisten con pedidos estrafalarios para el derecho electoral, pero que suenan bonito en los oídos de lxs creyentes que buscan validar una salida falsa"

Pedro Castillo ganó las elecciones porque tuvo más votos. No es un asunto de fe, es un asunto de matemáticas. Sumó más.

La narrativa que usa Fujimori sobre nulidades hace a estas personas simplemente invisibles. Es reconocer, aunque no lo acepten, que las personas detrás de esas firmas, actas, votos, le son demasiado distantespara poder incluso imaginarlas. Para describirla hay un sustantivo, “exclusión”, y un verbo, “invisibilizar”.

Es no querer aceptar y reconocer que las casi 200 mil personas que votaron en esas mesas también tienen derecho elegir y a demandar protección contra quienes quieren excluirlos del proceso. Esta es una historia de discriminaciones.

"Jorge Montota, militar retirado y congresista electo afirmó tranquilamente: No son peruanos, porque acá solo viven demócratas, y los comunistas no son peruanos"

La campaña de Fujimori está respaldada por casi toda la élite limeña, incluidos los líderes empresariales y los principales medios de comunicación, así como gran parte de la clase media. Estos grupos afirman temer que Castillo guíe al Perú por el camino hacia ser Venezuela; pero también le temen a Castillo porque no es uno de ellos. En un país marcado por una gran desigualdad social, racial y regional, Castillo es un forastero cuyo ascenso, para muchxs peruanxs privilegiadxs, se siente amenazador.

Su racismo lxs ciega. No aceptan que un provinciano campesino sea el presidente, y por eso, en su odio, ocultan todas sus frustraciones y su escondido servilismo ante los dueños del país.

En la elección anterior se hizo famosa “Cuca Pituca”… Una señora que andaba pidiendo donaciones para derrotar a cualquier candidato opuesto a la señora K; a pesar de que la bolsa armada por las grandes empresas era más bien millonaria, doña Cuca, a través de su cuenta de Facebook, solicitaba menestras o dinero para comprar el voto de los pobres. “Por favor chicas, ayúdenme a través de sus amigas también, formen su red de contactos y hágannos llegar las cosas. Hay que ganarnos el voto de los cholos. Qué pena que los cholos también tenga un voto. Lo deben haber inventado los comunistas, pero si no podemos impedirles el voto, hay que comprárselo…

Hoy el fujimorismo afirma: “Qué pena que lxs cholxs también tenga un voto. Lo deben haber inventado los comunistas, pero si no podemos impedirles el voto, hay que anulárselo…”

El miedo es la emoción más potente en política. Por eso se la utiliza tanto; en nuestras circunstancias actuales, el temor al comunismo ha sido manipulado hasta la náusea y para darle una representación de fácil asimilación, se ha agitado el espectro de Venezuela. En realidad, el miedo al comunismo es, además, una fachada para el miedo atávico de los sectores urbanos modernos, a la invasión de la “indiada” que baja de los cerros. Por eso la presencia de los machetes de los ronderos ha tenido tanto impacto.

Sin embargo, junto al miedo se aloja la irapor tener que reconocer que la democracia es, con todas sus fallas, un sistema en el que los votos de los “indios” valen igual. Por eso la narrativa del fraude se repite como un mantra, y se reviste de razonamiento matemático falaz. Acaso lo más difícil de reconocer, sea la culpa. Doscientos años de inequidad, desprecio e invisibilización, están aflorando.

Hoy que Fujimori pretende desconocer y boicotear el triunfo de Castillo apelando no solo a las instancias electorales, sino también al Poder Judicial y al Tribunal Constitucional; hoy que el Congreso pretende vacar a la Mesa Directiva del Congreso para sacar a Francisco Sagasti de la Presidencia y colocar a alguien funcional a sus necesidades; hoy que ese mismo Congreso pretende continuar con la designación de magistrados del TC que les sean útiles; y hoy que militares retirados llaman a los cuarteles para que las FFAA asuman una posición deliberante del conflicto político con un golpe de Estado; hoy que vemos el lamentable rol que siguen jugando algunos medios y gremios empresariales; debería ser muy claro que el mayor peligro para la democracia lo representa el fujimorismo.

"Las acusaciones de 'fraude' ha calado en la opinión pública. No porque se prueben sino porque se repiten sin cesar en la tele, en la radio y en redes sociales. A esto, Goebbels lo llamaba el 'principio de unanimidad'”

A pesar de lo endeble de la postura fujimorista, la reiteración de las acusaciones de “fraude” ha calado en la opinión pública. No porque se prueben sino porque se repiten sin cesar en la tele, en la radio y en redes sociales. A esto, Goebbels lo llamaba el “principio de unanimidad”, crear la sensación de que “todo el mundo” piensa de esta manera: si todos lo repiten, “por algo será”; controlaba la prensa para este fin.

La violencia verbal y las calumnias desplegadas por una elite limeña y sus medios contra Castillo y sus votantes surgen, creo, de saber que no pueden controlarlos. Estos “indios” y “serranos” no necesitan intérpretes para expresar su punto de vista. Pueden llegar a ser presidentes. Pueden hablar por sí mismos. Siempre lo han hecho. Pero una sociedad elitista, racista y encallecida no ha sabido y sigue negándose a escuchar.

Los dueños del país han inventado que el candidato contrario a sus intereses va a llevarnos a una utopía del desastre, y que por lo tanto es urgente burlar el mandato de las urnas y despedazarlo. La otra invención consiste en convertir en santa y demócrata a una mujer que representa el terrorismo de su padre y sus propios crímenes por los cuales está a punto de obtener una condena de 30 años de prisión.

"Pedro Castillo es el presidente que ha elegido el Perú. Lo comprueba la ONPE y lo certifican los observadores de las Naciones Unidas, la Comunidad Europea y la Organización de Estados Americanos de Canadá y de los Estados Unidos"

Fujimori
Fujimori

Los sectores marginados se han expresado a través de Pedro Castillo. Dijo que hoy más que nunca hay necesidad de cambios estructurales, de nueva Constitución y que estos sectores escriban las nuevas reglas del juego. Es innegable que más de la mitad del país pide un cambio, y se ha sentido identificada con este docente rural. Representa a lxs que siempre perdieron en la historia del Perú, a lxs ninguniadx a lxs excluídxs, a lxs explotadxs, a lxs oprimidxs, a lxs discriminadxs, a lxs de debajo de todas las sangres.

Han triunfado los sectores sociales que quieren un gran cambio; los que buscan la justicia que siempre les fue negada; los que anhelan el bienestar al que nunca pudieron acceder; los que quieren una democracia que no sólo sea de procedimientos sino de contenidos sociales; los que buscan construir un nosotrxs en el que todxs nos reconozcamos como una sola nación plural y pluricultural, acabando con el racismo, la discriminación y el machismo; lxs que buscan construir un Estado capaz de defender el bien común, de desplegar políticas públicas y de distribuir bienes públicos a toda la población y en todo el territorio por igual, contribuyendo la formación de una comunidad política nacional; a lxs que quieren un desarrollo armónico y democrático de todas las regiones, defendiendo el medio ambiente, la biodiversidad y la multiculturalidad.

"Con su lápiz y megáfono en mano logró, como diría Eduardo Galeano, encarnar a lxs nadies y a lxs dueñxs de nada. Se puede considerar como una búsqueda de cambio, pero sobre todo de inclusión en el bienestar esquivo"

Castillos
Castillos

Con su lápiz y megáfono en mano logró, como diría Eduardo Galeano, encarnar a lxs nadies y a lxs dueñxs de nada. Se puede considerar como una búsqueda de cambio, pero sobre todo de inclusión en el bienestar esquivo. Una demanda por derechos y reconocimiento.

Ese lenguaje que algunxs llaman radical en realidad es un lenguaje que cuajó en la población. Su propia figura es una reivindicación cultural y política en estos sectores que tienen más de 500 años de resistencia cultural, andino, quechua hablante, rural.

La frase de campaña, “no más pobres en un país rico”, plantea que “el pueblo” tenga protagonismo en las decisionesy que sea incluido en la distribución de los beneficios; la demanda del/a excluidx es lo central.

Los miedos o dudas legítimas que pueda despertar en algunxs Castillo, no pueden usarse para ahogar, una vez más, el grito de lxs silenciadxs.

Es indispensable volver a Mariátegui. “El maestro peruano quiere ocupar un puesto en la obra de reconstrucción social. No se conforma con la supervivencia de una realidad caduca. Se propone contribuir con su esfuerzo a la creación de una realidad nueva”. Por eso -añadía- “De todas las victorias humanas, les toca a los maestros en gran parte el mérito. De todas las derrotas, les toca en gran parte la responsabilidad”

Pedro Castillo, el Maestro rural de primeras letras tendrá la posibilidad de asumir esta tareaque señala Mariátegui como forjador de la peruanidad y deberá reivindicar al maestro peruano en la reconstrucción del país del bicentenario.

Dos ejemplos recientes demuestran que cambiar y curar no es utópico: la lucha heroica de los jóvenes para sacar a Merino y los usurpadores, el correcto Gobierno de Sagasti.

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