"Sin espiritualidad, la vejez es incompleta" Santa Claus tiene Covid

Santa Claus
Santa Claus

"La pandemia no cambiará nuestro insalubre modo de vida, al que hemos vuelto con demasiado relajo y nula responsabilidad ciudadana"

"La Navidad seguirá siendo una fiesta de culto al consumismo y la vejez sólo una apariencia, de decripitud e irrelevancia"

"La espiritualidad es una fuente de fuerza, esperanza y fe, y la vejez, una puerta al más allá"

Las aglomeraciones en el centro de Madrid tras el encendido de las luces de Navidad me han hecho confirmar lo que ya me temía. La pandemia no cambiará nuestro insalubre modo de vida, al que hemos vuelto con demasiado relajo y nula responsabilidad ciudadana.

Si me lees preocupado es porque lo estoy, porque la tragedia continua y las personas mayores a las que tanto debo, profesional y personalmente, se están marchando de manera injustamente precipitada. Dejándonos huérfanos, sin referentes de los que aprender.

La pandemia me ha enseñado que no llegué a la gerontología por casualidad pero la razón de esta afirmación la descubrirás más adelante. Asi que te invito a que acompañes hasta el final.

Por lo que estoy viendo no volveremos mejores. La Navidad seguirá siendo una fiesta de culto al consumismo y la vejez sólo una apariencia, de decripitud e irrelevancia. Y los responsables de esta vanalización de estos dos sagrados, Navidad y vejez. Nosotros. Tú y yo. 

Puerta del Sil en Navidad

Parece como si la Covid-19 sólo nos hubiese traido una crisis sanitaria y económica, pero de lo que yo vengo a hablar es de la crisis espiritual que, como bien sabes, dificulta cualquier sana recuperación.

Este año, Santa Claus y su esposa seguirán trabajando por voluntad propia, pero lo hacen afectados por el Covid y por otro aún peor. El virus de sentirse apreciados sólo en este periodo en que el trabajan tanto, para complacer a todos nosotros.

En este estado de carencias y frivolidad generalizado, yo he descubierto lo provechoso que es cuidarse por dentro, buscando la esencia. Contracorriente a la ciencia de la vejez que se ha especializado en la apariencia, sin atender las crisis de fe y las necesidades de trascendencia que tanto bien aportan en esta etapa. Para ello, he llegado a este mundo de la gerontología, en tiempos difíciles, como los actuales. Para hacer ver que la espiritualidad es una fuente de fuerza, esperanza y fe, y la vejez, una puerta al más allá.

El médico y el abuelo
El médico y el abuelo

En agradecimiento por tu compañía, te regalo estas ideas surgidas durante mi confinamiento: la vida no se ha detenido y el más allá está dentro de uno.

Sin espiritualidad, la vejez es incompleta pero como decía mi tía María de Los Ángeles, “es intolerable”. Un recuerdo para ella y todas “las beatas”, que sintieron el desprecio por dedicarse a cuidarse por dentro y a su comunidad cristiana.

Para la tranquilidad de todos, el matrimonio Claus están bien y cumplirán los pedidos de aquellos niños y niñas que nos han demostrado que son más responsables que sus mayores. Porque ellos, saben el dolor que es sentir la perdida de los abuelos.

Anciana
Anciana

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