"Países que se dicen cristianos vendiendo armas y haciendo campañas de oración por la paz" Semana Santa con guerras de telón de fondo

Ucrania
Ucrania

"Veo la maravilla de solidaridad europea con el pueblo ucraniano al que le están mandando comida y armas para que se defiendan, y les están abriendo las fronteras, no como a los subsaharianos/as que llegan, o intentan llegar, en pateras"

"Desde donde estoy, la impresión que tenemos es que ésta es una guerra entre “europeos” que no han aprendido de las dos guerras mundiales anteriore"

"Definitivamente, esta Semana Santa los cristianos vamos a tener que pensar mucho nuestra fe: la Iglesia de Kiev no se entiende con la de Moscú; países que se dicen cristianos vendiendo armas y haciendo campañas de oración por la paz; iglesias destruidas y cuerpos rotos…"

No paro de recibir noticias y más noticias de la guerra en Ucrania y me impresiona la cantidad de información, desinformación, montajes, realidades, sufrimiento y contradicciones. Desgraciadamente, sólo son reales los muertos.

Vivo en Ecuador, un país con más de 50.000 desplazados colombianos y unos 200.000 venezolanos.

En HOGAR DE CRISTO,  vinculada a la Compañía de Jesús, organizamos un TECHO PARA EL CAMINO ante la llegada de venezolanos. Ya han pasado por…EL TECHO más de 18.000.  Han tenido más suerte que los colombianos desplazados por la guerra  “interna”. Por lo menos no les han llamado “narcotraficantes, guerrilleros o ladrones”. Estos, los colombianos, venían de un país en el que hay OCHO bases militares norteamericanas y un apoyo de más de 2.000 millones para las FF.AA. Y no ha disminuido los sembríos de coca ni los laboratorios.

Ucrania

Los otros venían de un país al que le han aplicado sanciones económicas y comerciales, como retenerle las cuentas al Banco Central, confiscarle las reservas de oro depositadas en bancos ingleses, la confiscación de empresas y comercio del petróleo; no pudieron ir a comprar ni vacunas ni mascarillas ni siquiera jeringuillas en la pandemia.

Veo la maravilla de solidaridad europea con el pueblo ucraniano al que le están mandando comida y armas para que se defiendan, y les están abriendo las fronteras, no como a los subsaharianos/as que llegan, o intentan llegar, en pateras.

¿Será que se ha hecho realidad el dicho africano de que “cuando dos elefantes se pelean, quien más sufre es el pasto o tierra que pisan?”, porque ya nadie piensa en Irak, ni en Libia (nadie pregunta dónde estás los 200.000 millones de dólares que decían que tenía Gadafi), ni en Siria, ni Afganistán. Muchos menos  en lo que pasa en la República Centroafricana, donde sigue nuestro amigo Mons. Juan José Aguirre y su iglesia de Bangasou dando un testimonio impresionante en medio de una guerra sin sentido peleando por minerales preciosos, ante la mirada impasible de las Fuerzas de paz de las Naciones Unidas.. 

Ni hablar de las invasiones a Panamá, Grenada, Rep. Dominicana, Guatemala, Haití, o los bombardeos a La Moneda (palacio de gobierno de Chile). Más bien se levanta un muro en la frontera de México para que no pasen las personas, pero si las armas y la droga

Venezolanos en Ecuador

Desde donde estoy, la impresión que tenemos es que ésta es una guerra entre “europeos” que no han aprendido de las dos guerras mundiales anteriores, y así como un general norteamericano dijera en otro tiempo “pelearemos contra Rusia hasta el último alemán”, ahora es que “pelearemos contra Rusia hasta el último ucraniano”.

Aquí ya estamos sintiendo los efectos: cada semana han dejado de exportarse  más de dos millones de cajas de banano (iban para Rusia y Ucrania), lo mismo de flores, lo mismo de camarón. El otro día se pagaba a los productores de banano  1 dólar por cada caja de banano de 11 kilos. Y la gasolina ya subió a 4 dólares el galón, aunque producimos 450.000 barriles diarios de petróleo que se venden a 110 dólares el barril. Pero… la esposa de un amigo murió la semana pasada de un derrame cerebral porque el tomógrafo del hospital público estaba estropeado, y no hay presupuesto para arreglarlo, y tampoco había bolsas para la orina. Claro ya van más de 500 médicos y enfermeros de la pandemia despedidos “porque ya han bajado los índices de contagio” y hay que “disminuir el tamaño del Estado y reducir el déficit público” exigido por el FMI.

Y la gente se pregunta ¿dónde es la guerra? ¿cómo es esa guerra?  Porque aquí, en un año, han muerto más de 400 presos en las cárceles del país, ametrallados, decapitados o apuñalados entre ellos por peleas entre bandas. Pero… desde hace casi tres años las cárceles están bajo mandos policiales y militares en estado de excepción decretado. ¿Eso no es guerra?

Por otro lado, los pequeños agricultores se quejan porque se les ha subido el precio de los fertilizantes, del combustible para sus tractores de las semillas, al tiempo que se cierran mercados y se preguntan ¿qué vamos a comer este año?

Definitivamente, esta Semana Santa los cristianos vamos a tener que pensar mucho nuestra fe: la Iglesia de Kiev no se entiende con la de Moscú; países que se dicen cristianos vendiendo armas y haciendo campañas de oración por la paz; iglesias destruidas y cuerpos rotos…

Crucificados
Crucificados

¿No será que tenemos que repensar nuestra fe y ponernos de acuerdo para ver qué entendemos por Iglesia Santa, Católica y Apostólica y aquello de que “si vas a presentar tu ofrenda ante el altar y te acuerdas que tu hermano tiene  algo  contra ti, deja tu ofrenda y vete a reconciliarte primero con tu hermano, luego ven y presenta tu ofrenda”? 

“Sean uno para que el mundo  crea”.

Viendo las imágenes que nos llegan no son para creer.

“Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados HIJOS DE DIOS".

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