Arranca el juicio de la Gürtel Sic transit gloria mundi

Camps y Cotino
Camps y Cotino

En el País Valenciano la corrupción se ha manifestado en los casos Brugal, Emarsa, Canal 9, Cooperación, Terra Mítica, Carlos Fabra, Francisco Martínez, Ivam, Acuamed, Fórmula 1, Gürtel, Nóos, Ciegsa, Cacsa, Avialsa, Ritaleaks, Taula o la visita del papa Benedicto XVI

Que quiere decir: Así pasa la gloria del mundo. O también podríamos decir: la gloria, la vanidad y el dinero no duran siempre, ya que pasan, se acaban. Por eso, ¿de qué sirve ganar más y más dinero de una manera fraudulenta si después, como ha dicho el papa, en un entierro nunca vemos un camión de mudanzas detrás del féretro? Si ninguna persona se lleva nada al otro mundo, ¿para qué sirven las trampas, las mentiras y el juego sucio para hacerse rico?

A pocos días para que empiece el juicio por el expolio que hicieron algunos políticos valencianos con motivo de la visita del papa Benedicto XVI a València, el 2006, todo lo que se metieron en el bolsillo ilícitamente y la gloria y la fama que tuvieron en aquel momento, pueden resumirse en esta frase: Sic transit gloria mundi. Y es que a pesar de los momentos (o años) de gloria del pasado, cuando estos políticos hacían lo que querían a su antojo y administraban despóticamente el poder que ostentaban, hoy son sospechosos de fraude y de cohecho por su enriquecimiento ilícito.    

El primer libro de Samuel denuncia la actitud inmoral de los dos jueces, Joel y Abías, hijos de Samuel, que “se dejaban corromper por afán de dinero” (1S 8:3). I es que en vez de imitar el buen ejemplo de su padre, Samuel, el juez justo, sus dos hijos “no seguían su mismo camino” y como jueces perversos y corruptos, “aceptaban presentes y falseaban la justicia”. Es lo que hemos visto en el País Valenciano desde hace muchos años. En el País Valenciano y también a Cataluña con los casos Pujol Ferrusola o Millet, en Madrid con el caso Púnica, en Andalucía con los Eros, en Mallorca con el caso Matas o en la Corona, ahora que han salido unos millones sospechosos en Suiza.

Benedicto XVI flanqueado por  García Gasco y Camps
Benedicto XVI flanqueado por García Gasco y Camps

En el País Valenciano la corrupción se ha manifestado en los casos Brugal, Emarsa, Canal 9, Cooperación, Terra Mítica, Carlos Fabra, Francisco Martínez, Ivam, Acuamed, Fórmula 1, Gürtel, Nóos, Ciegsa, Cacsa, Avialsa, Ritaleaks, Taula o la visita del papa Benedicto XVI.

Son los regalos inmorales de relojes Rólex, de 18000 euros y Nautilius, de 19000 o los anillos de oro blanco de 64 quilates. Son las comisiones (3%?) o los cheques de Avialsa relacionados con el que organizó las batidas de cazas del exconseller Serafín Castellano. Son los sobrecostes de millones de euros en colegios, las facturas falsas, los 300000 euros en almuerzos  a base de mariscadas de ostras a cargo de los ciudadanos, o estancias a 771 euros en una habitación del hotel Gallery Art de Florencia. Son los regalos o los miles de euros cobrados por comisiones en un PAI. Son los condenados y ya encarcelados políticos, Carlos Fabra, que fue presidente de la Diputación de Castelló de la Plana, el superconseller Rafael Blasco o el exalcalde de Torrevella, Pedro Hernandez Mateo.... Es el caso escandaloso de nueve concejales del PP del Ayuntamiento de València (en la anterior legislatura) imputados o la Sra. Milagrosa Martínez, expresidenta de las Cortes Valencianas o los exdiputados Vicente Rambla o Ricardo Costa. Es el blanqueo de dinero, la prevaricación y los sobornos y la malversación que afecta a regidores, exregidores, asesores y militantes del PP valenciano.   

Ante tantos escándalos de corrupción a nivel mundial, el Secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, instaba a la Iglesia mejicana a “alzar su voz contra la corrupción”, que no es sino la idolatría del dinero. Y en Méjico, el 13 de febrero de 2016 en la basílica de la Virgen de Guadalupe, el papa Francisco decía: “El santuario de Dios no es el dinero sino la vida de sus hijos, especialmente de los jóvenes sin futuro y de los ancianos olvidados en tantos rincones”. Con valentía, el papa continuaba así: “El santuario de Dios son las familias que necesitan del mínimo necesario para poder construirse y levantarse. El santuario de Dios es el rostro de aquellos que salen a nuestros caminos”. Cuantos millones expoliados, hace años, por algunos políticos y cuantas familias que no pueden llegar a final de mes.  Y ellos, con mariscadas y sobornos, ganando dinero a mansalva sin importarles el sufrimiento de las personas más frágiles de la sociedad.

El 13 de febrero del 2016 en la catedral de la ciudad de Méjico, el papa Francisco pedía a los obispos mejicanos que tuviesen “coraje profético” para acabar con el narcotráfico y la corrupción. Y les recordaba que en la Iglesia, (que no necesita príncipes sino testigos del Señor) no hemos de tener “miedo  a la trasparencia”. Un día después, el 14 de febrero, en Ecatepec, el papa denunció con valentía una práctica muy frecuente entre muchos políticos: “No se puede tener pan, a base del sudor del otro”. Y por eso Francisco denunció las “injusticias que atentan directamente contra el sueño de Dios”. Con palabras claras y valientes, el papa se escandalizaba de aquellos que “arrebatan los bienes de los demás, que han sido dados a todos, para utilizarlos solo ellos”. 

La corrupción, con el soborno y el fraude, las mentiras y la idolatría del dinero, llevan a los corruptos al vacío más absoluto y efímero, entre otras cosas, porque nadie se guarda nada para él, cuando lo llevan al cementerio.

A pesar de que tanto el Deuteronomio como el Levítico o los profetas prohíben robar, han sido muchos los políticos que, de una manera indecente, han saqueado los bienes públicos de los ciudadanos pare enriquecerse ellos, aprovechándose y robando a los pobres y a las viudas. Estos son, como dice Jesús, “como sepulcros blanqueados, que por fuera son vistosos, pero por dentro están llenos de huesos”. Y Jesús añadía denunciando a aquellos (y a estos) escribas y fariseos: “Así también vosotros, por fuera parecéis gente de bien a los ojos de los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de maldad” (Mt 23:27-18). Por eso el papa Francisco nos exhorta a elegir entre “la lógica de la corrupción y de la avaricia, que se infiltra por todos lados, y la de la honestidad”.

Los señores Eduardo Zaplana, Alfonso Grau, José Luis Olivas, Pedro García (director de RTVV), o el mismo rey Juan Carlos, investigado en Suiza, y tantos otros que estaban arriba del todo hace unos años, ahora deben pensar: Sic transit gloria mundi, ya que al final, a pesar del dinero que han podido conseguir, nada se llevarán al otro mundo. Y además, la gloria y el poder que tenían, y del cual se aprovechaban, se ha esfumado.

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