"La Iglesia es espacio y madre de la carne de Cristo entre las viejas y nuevas pobrezas" Situando a los pobres en el corazón de la iglesia

Padre Ángel y el Padre Peio, junto a otro sacerdote y un diácono en Roma
Padre Ángel y el Padre Peio, junto a otro sacerdote y un diácono en Roma

"Cada vez que volvemos a esta ciudad nos asombra el crecimiento de la pobreza y como se multiplican los descartados. La nueva Europa que ya está aquí. La política de la derecha de Meloni ha ido cerrando servicios sociales públicos"

"Estos días los más pequeños nos han vuelto a enseñar a rezar con esa confianza que solo los que menos tienen comprenden"

"Por aquí estaba con nosotros el padre Ángel como ejemplo vivo de una larga vida entregada desde el final de la fila. Hoy también en la brecha contra el racismo y la exclusión de los últimos"

"Acaba el Jubileo de la Esperanza ahora nos queda construirla"

El Jubileo de los pobres como no podía ser menos era un Jubileo pobre. Los pobres viajan en pateras y no pueden pasar fronteras porque les faltan papeles para llegar a una Italia que cierra sus fronteras. Pero, desde la iniciativa de las Hermanitas del Cordero, nos hemos juntado unos pocos de Barcelona, Valencia y Granada.

Ha sido una peregrinación de los pobres que nunca habían llegado hasta aquí y probablemente nunca volverán. Nos acompañan sillas de ruedas nacidas del largo maltrato de dormir al raso, algunos amigos un poco despistados que tenemos que procurar no se nos pierdan en los tumultos y aquí estamos poniendo a los preferidos en la delantera.

Creemos. Crecemos. Contigo

Padre Angel, Peio y otro sacerdote
Padre Angel, Peio y otro sacerdote

Nos reciben en la iglesia de Santa Lucía de Gonfalone de los padres claretianos, con el padre Agustín entre los amigos, que acoge en su templo pobres que recorren las calles del centro de Roma. Cada vez que volvemos a esta ciudad nos asombra el crecimiento de la pobreza y como se multiplican los descartados. La nueva Europa que ya está aquí. La política de la derecha de Meloni ha ido cerrando servicios sociales públicos.

Aquí la Iglesia no es solo subsidiaria, sino tantas veces es la única oportunidad para los últimos. La Cáritas de Roma, las parroquias romanas, la presencia de las órdenes religiosas y comunidades como San Egidio son los verdaderos espacios de acogida.

Estos días los más pequeños nos han vuelto a enseñar a rezar con esa confianza que solo los que menos tienen comprenden. Las palabras del papa León han sido transparentes: los pobres son la esencia de la Iglesia y el lugar desde donde nace la esperanza. No cabe una fe intimista que mueve el sentimiento pero que no cambia las estructuras de pecado y no se vuelve hacia el rostro de los más vulnerables. La iglesia es espacio y madre de la carne de Cristo entre las viejas y nuevas pobrezas.

Por aquí estaba con nosotros el padre Ángel como ejemplo vivo de una larga vida entregada desde el final de la fila. Hoy también en la brecha contra el racismo y la exclusión de los últimos.

Padre Peio y los pobres en Roma
Padre Peio y los pobres en Roma

Cómo en Roma, también entre nosotros, los turistas extranjeros son recibidos con los comercios abiertos mientras que los extranjeros pobres que solo desean sobrevivir a la violencia y al hambre son dejados de la mano de Dios. No había muchos españoles y de otros territorios entre los jubilares de la pobreza que no pueden viajar. Como si la ausencia de Francisco los hubiera dejado un poco huérfanos. Sin embargo, pasar por su sepultura en Santa María la Mayor era un encuentro con aquellos por los que Dios toma parte haciendo largas filas de agradecidos para siempre.

Nunca han sido buenos tiempos para los pequeños amigos de Jesús pero los tiempos que se avecinan todavía serán más difíciles. Los mecanismos de la exclusión cada vez son más severos y el abismo se agranda.

Tras la misa un grupo de 12 pequeños discípulos de los nuestros han comido con el Papa León, probablemente uno de los pocos sueños que verán despiertos. Al resto del grupo nos ha acogido entrañablemente el párroco de San Pedro del Vaticano, Fra Agnello Stoia, un franciscano conventual de los de verdad. Que hoy hacía que su parroquia fueran los pobres y no los turistas que cambian cada dia.

Pobres en Roma
Pobres en Roma

Nos hemos prometido reencontrarnos en el camino del servicio. No sé si la iglesia del futuro será capaz de acompañar a los pobres al menos como hasta ahora. Nos empuja el Maestro y una larga historia de servidores de los últimos y de muchos momentos donde los pobres pudieron decir su palabra y encontrar su sitio en la fraternidad. Acaba el Jubileo de la Esperanza ahora nos queda construirla. Esperemos que como decía hoy el papa León seamos sacramento de salvación en una hora donde hasta el cielo se llena de nubarrones, y no solo en Roma

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