"Ya toca reconstruir para acoger: para dar vida" Sor Lucía desde Ucrania: "Regreso con insomnio y con angustia, con mucha tristeza"

Sor Lucía desde Ucrania: "Regreso con insomnio y con angustia, con mucha tristeza"
Sor Lucía desde Ucrania: "Regreso con insomnio y con angustia, con mucha tristeza"

"Regreso con insomnio y con angustia. Con mucha tristeza y con muchos rostros y nombres en mi corazón. Cada historia, cada relato, martillean en mi conciencia y me invitan a no bar los brazos. Ellos no pueden hacer más. Están exhaustos de tanto sufrir y sin saber a dónde correr para buscar una ayuda"

"No. No exagero. Venimos del abismo y no podemos ni queremos decir “misión cumplida” porque el camino a la paz será largo y duro como el invierno que se avecinan"

Voy regresando de Ucrania y no puedo negar que el desgaste de la guerra y la cercanía a sus heridas suscita en mi un sentimiento de impotencia, de necesidad imperiosa de explicar lo vivido y a la vez la imposibilidad de poder transmitir tantas vivencias que impactan en el corazón y le hacen sangrar.

Regreso con insomnio y con angustia. Con mucha tristeza y con muchos rostros y nombres en mi corazón. Cada historia, cada relato, martillean en mi conciencia y me invitan a no bar los brazos. Ellos no pueden hacer más. Están exhaustos de tanto sufrir y sin saber a dónde correr para buscar una ayuda.

Veintiún viajes intentando ayudar y aliviar el dolor. También salvando vidas. Hemos hecho mucho, pero os aseguro que es muy poco.

Sor Lucía, de nuevo en Ucrania
Sor Lucía, de nuevo en Ucrania

Mi corazón está inquieto y turbado. No se ve el fin y los bombazos cada día caen, resuenan y destruyen casas, edificios, hospitales, ambulancias: población civil. Pero eso ya no es noticia, como no lo son las grandes pérdidas que hay en el frente, en una lucha desproporcionada entre David y la bestia de Goliat que viene cargada de mercenarios sedientos de sangre y hambrientos de cometer todo tipo de abusos, violaciones y masacres, para luego arrasar y llevarse todo lo que puedan.

No. No exagero. Venimos del abismo y no podemos ni queremos decir “misión cumplida” porque el camino a la paz será largo y duro como el invierno que se avecinan.

Sor Lucía, reunida en Ucrania
Sor Lucía, reunida en Ucrania

Ya toca reconstruir para acoger: para dar vida. Y aunque me siento insignificante y con pocos recursos, una ve más, levanto los ojos al cielo y pido al Dios de la Vida, que seamos capaces de despertar corazones generosos, para juntos consolar, aliviar, ayudar y enviar la ayuda humanitaria que necesitan y que hemos visto que es esencial.

Dios no tiene manos: tiene las tuyas y las mías para ayudar, consolar y trabajar.

Sigamos juntos, por favor, hasta que llegue la paz y el tiempo de curar y reconstruir

www.fsantaclara.org

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