El 'hombre araña', junto a Bergoglio en la audiencia Spiderman y Francisco: hasta los superhéroes escuchan al Papa

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Superpope Agencias

"El ridículo no siempre es malo. Este extremo del ridículo confirma que es siempre positivo, porque pone de manifiesto las ridiculeces de quienes se disfrazan de solemnidad, tanto religiosa como política o profesional. Escondiendo más que mostrando"

"Los héroes de verdad, los que dejan sus vidas por los demás, los que no temen el ridículo para estar al alcance de quien más necesita, es decir los superhéroes, esos, escuchan al Papa"

Como cada miércoles en el vaticano desde hace ya décadas, se llevó a cabo este 23 de junio la Audiencia General a cargo del Papa Francisco, donde se propone una catequesis sobre algún tema que parte de un texto bíblico.

De hecho hasta el miércoles pasado, Francisco abordó un extensísimo ciclo sobre la oración.

En esta ocasión el interés radicó, entre otras cosas, en conocer cuál será la temática propuesta por el Papa, develándose al inicio mismo, cuando explicó que se referiría a la actitud pastoral del apóstol San Pablo según lo que enseña su carta a los gálatas, uno de los libros que compone el Nuevo Testamento.

Después de su ingreso al patio de San Dámaso, y con aforo controlado en razón de la pandemia por el coronavirus, el Papa inició el encuentro de la manera acostumbrada.

Tras la lectura del texto bíblico de apenas unos versículos del inicio de la Carta Paulina en los ocho idiomas habituales, Francisco comenzó la lectura en italiano de la catequesis. Destacar la iniciativa de San Pablo, su entusiasmo, su fuego para anunciar a Jesucristo, su capacidad como pastor para detectar peligros para su comunidad.

Mientras se refería a esto, el Papa apunta a que tanto antes como ahora uno de los peligros más notorios es el de la rigidez de algunas personas que prefieren lo dogmático, lo estricto, lo sólo formal, por encima de la realidad y de la necesidad de los demás, en lugar de promover las capacidades y reconocer defectos y virtudes y desde allí construir.

En el video oficial publicado por Vatican News, justo en el minuto 22:08 puede verse cómo una de las cámaras en un plano cercano de los asistentes, comienza un paneo de derecha a izquierda hasta detenerse en uno de ellos, ni más ni menos que el Hombre Araña.

¡Así, tal cual!

Lo sorprendente e inusual es que quien porta el disfraz esta en actitud de máxima atención a los que dice el Papa, con sus brazos apoyados en las piernas.

Podría decirse que en ridículo que genera, luego de unos segundos deja de ser tal para convertirse en una nota pintoresca, inusual e inesperada; al menos en ese ámbito.

Pero, ¿y si vamos más allá?

A ese lugar se accede sólo con ticket. Alguien autorizó ese ingreso. O mejor, alguien no lo prohibió. Y quizás se convirtió en la imagen más curiosa de este tiempo.

Disfraces. Cuántas personas los usan cada día. Incluso en la Iglesia, para demostrar quizás poder, quizás pertenencia, quizás que no somos todos iguales cuando en realidad sí lo somos.

Disfraces. Los que utilizan muchos que por pretender pasar de actuales, modernos y marcadores de tendencias, haciendo gala de la más ridícula ignorancia hablan de temas y critican posturas que están lejos de su alcance.

En este caso el disfraz del hombre araña en medio de una audiencia pública con el Papa Francisco no pasa desapercibida. O al menos no debería.

La verdad es que en cada persona hay una historia y también en quien participó este 23 de junio del encuentro habitual de los miércoles en el Vaticano con el Papa Francisco.

Vaya uno a saber –ojalá podamos- cuál sería su motivo y su inquietud. Su intención o hasta su dolor.

El ridículo no siempre es malo. Este extremo del ridículo confirma que es siempre positivo, porque pone de manifiesto las ridiculeces de quienes se disfrazan de solemnidad, tanto religiosa como política o profesional. Escondiendo más que mostrando.

Un gracioso Hombre Araña junto al Papa.

Los héroes de verdad, los que dejan sus vidas por los demás, los que no temen el ridículo para estar al alcance de quien más necesita, es decir los superhéroes, esos, escuchan al Papa.

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