"Una diócesis viva con unos fieles desanimados y huérfanos" "Ciudad Rodrigo está triste, aunque la diócesis está viva y tiene futuro y esperanza"

Ciudad Rodrigo
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"Ayer, día 15 de octubre, cuando estaba trabajando en Ciudad Rodrigo, a las 12,00 empezaran a sonar las campanas … yo no pude por menos que subir un tuit diciendo (mejor que tocaran a muerto)"

"Es difícil de entender, que si la Diócesis se mantiene, no haya un Obispo exclusivo, no tiene sentido ni pastoral, ni económico, ni de ningún tipo, salvo que sea el paso previo a su fusión definitiva con Salamanca"

"Tengo que decir, que al igual que en 2002 sí hubo un movimiento serio y organizado para luchar contra la desaparición de la Diócesis, en esta ocasión no la ha habido … Nadie ha seguido la estela del CEM"

"Monseñor Retana tiene un reto importante para esta tierra, volver a unir al clero civitatense, a unos fieles desanimados y a una sociedad civil que ve como cada paso que dan las instituciones es en contra de su futuro"

El 15 de octubre, cuando estaba trabajando en Ciudad Rodrigo, a las 12,00 empezaron a sonar las campanas de la Catedral a Gloria, al poco rato se sumaron algunas campanas más de iglesias y residencias de mayores; yo no pude por menos que subir un tuit diciendo (mejor que tocaran a muerto).

Posiblemente sea exagerada esta expresión, ya que la Diócesis no desaparece, y mantendrá todas sus estructuras (veremos hasta cuando…), pero es difícil de entender que, si la Diócesis se mantiene, no haya un Obispo exclusivo. No tiene sentido ni pastoral, ni económico, ni de ningún tipo, salvo que sea el paso previo a su fusión definitiva con Salamanca.

Ciudad Rodrigo

Es más, posteriormente me mandaron el vídeo de la rueda de prensa de Mons. Retana; y también pensé (que mal empezamos si tiene que justificar esta fórmula adoptada por las autoridades eclesiásticas). En fin, aunque era muy previsible esta solución, me ha dejado desazón en el alma y en el cuerpo.

Ese día también mandé sólo un mensaje sobre este tema, y fue, como era natural al anterior Vicario General D. Tomás Muñoz Porras, dándole las gracias por ponernos hace un año en sobre aviso, de esta posible situación. Por lo menos hemos luchado con honradez para evitar este desenlace.

Personalmente no tengo nada en contra de Administrador Apostólico, D. Jesús, al que desde este verano para acá nos hemos conocido un poco, y creo que ha cambiado su opinión sobre mí, al igual que la mía sobre él. Del nuevo obispo no tengo nada que decir, y espero y deseo que trabaje bien por esta tierra tan abandonada de la frontera hispano-lusa.

No obstante, sí tengo que decir, que al igual que en 2002 sí hubo un movimiento serio y organizado para luchar contra la desaparición de la Diócesis, en esta ocasión no lo ha habido; ni desde instancias eclesiales (salvo honrosas excepciones, y con consecuencias…), ni desde la sociedad civil. El Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo ha estado tibio, con un alcalde, que ha querido nadar y guardar la ropa, hasta que se dio cuenta que no le contaban toda la verdad; tampoco las asociaciones y demás colectivos sociales, que se han movido pero ha habido que empujar. Nadie ha seguido la estela del CEM, con José Ignacio Martín Benito a la cabeza, que ha hecho todo lo posible para evitar esta solución.

Ahora saldrán personas e instituciones diciendo que han intentado esto o lo otro, pero la realidad que es que no ha existido un movimiento organizado, y ahí ha estado nuestro mayor fallo; ha habido iniciativas individuales loables, pero no coordinadas ni organizadas, y así nos ha ido.

No quiero recordar la fallida declaración institucional de las Cortes de Castilla y León, donde se le echaron todas las culpas al partido X Ávila y la relación de amistad del Administrador Apostólico y el alcalde de Ávila; cuando la realidad es que el PP no hizo sus deberes, ni VOX estaba informado…, y así podía desgranando errores en este año.

No quiero acabar estas reflexiones sin un canto de esperanza (como en los Comuneros, ya que estamos en su quinta centenario). Tenemos unos años por delante para demostrar a Mons. Retana, a la Conferencia Episcopal y al Vaticano, que la Diócesis de Ciudad Rodrigo está viva y que tiene futuro y esperanza, que es un bache más en su largo camino, y que al final gracias al trabajo de todos nos volverán a dar lo que merecemos.

Mons. Retana tienen un reto importante para esta tierra, volver a unir al clero civitatense, que durante un año se les ha puesto entre la espada y la pared, a unos fieles desanimados y hoy en día huérfanos, a una sociedad civil que ve como cada paso que dan las instituciones es en contra de su futuro.

Pero como leí el otro día en Facebook “no os preocupéis que tendremos cenizos en 2022”. (cenizos es la expresión de pedir toros el martes de carnaval para que los haya también el miércoles de ceniza)

José Luis Retana
José Luis Retana

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