"Biden y la importancia de la religión en Usamérica tanto en el ámbito privado como público" "USA es un país oficialmente aconfesional, en el que la religión ocupa un lugar importantísimo"

La Biblia de Biden
La Biblia de Biden

"Creo que en España se sigue desconociéndo mucho a Estados Unidos, en parte por confundir a sus gobiernos con la gente de a pie, y también porque sus películas y programas televisivos exportan una imagen bastante distorsionada de lo que realmente es"

"Desde 1937 y sin interrupción desde entonces, el acto de investidura ha comenzado y sigue comenzando con una Invocación a Dios y termina con una Bendición, ambas dirigidas por clérigos seleccionados por el nuevo presidente"

"Todas las sesiones de ambas cámaras, desde 1789 y por sugerencia de Benjamin Franklin, comienzan a diario con una oración pronunciada por los capellanes de cada una de ellas, que pueden ser de cualquier fe"

"El capellán del Senado, que solamente tiene cincuenta senadores ‘a su cargo’ tiene un sueldo base anual de 128.000€, mientras que el de la Cámara de Representantes, formada por 435 miembros, recibe 137.400€"

Estimado Director: Dado que la inauguración de Biden como presidente de USA es todavía noticia de actualidad, he pensado que el artículo que le adjunto puede ser de interés para muchos de los que, como yo, leen Religión Digital regularmente.

La mayor parte de mi ya larga vida la he pasado en aquel país. Mi trabajo me ha permitido conocerlo, al menos geográficamente, mejor que la inmensa mayoría de sus habitantes. A otros niveles, y dado que he estado en contacto con un número muy elevado de usamericanos, he intentado a través de todos los medios conocerlo lo mejor posible. Creo que en España se sigue desconociéndolo mucho, en parte por confundir a sus gobiernos con la gente de a pie, y también porque sus películas y programas televisivos exportan una imagen bastante distorsionada de lo que realmente es. Espero que, si lo publican, lo que escribo ayude a los lectores de Religión Digital a entenderlo un poco mejor, al menos en lo que a la religión se refiere.

 Mil gracias de antemano por su atención.

PD. Verá que uso los neologismos Usamérica y usamericanos para recordar que America es del Norte, Central y del Sur. Que el nombre de Estados Unidos es también parte del nombre oficial de otros países de las Americas. Que Canadá y México son parte de la América del Norte. Y que los Estados Unidos de México forman parte igualmente de la misma América norteña. Por ello, aunque el nombre Estados Unidos de América sea oficial y definitivo, no por ello deja de ser incorrecto. Y esto lo dice un gran admirador de él.

Biden y el Papa

BIDEN Y LA RELIGION EN USA

La prensa internacional ha mencionado como muy significativo el hecho de que el nuevo POTUS (President of the United States) es católico, como si esto fuera un gran logro. Por suerte, el que haya sido elegido ya no ha sido tan extraordinario como lo fue, sin duda alguna, cuando John F. Kennedy llegó a la presidencia. La historia juzgará si este primer católico en la Casa Blanca fue un buen presidente o no (como católico dejó bastante que desear) pero hay algo que esa misma historia tendrá que reconocerle como uno de sus grandes logros: haber probado que ser presidente y católico en la Tierra del Tío Sam no era una amenaza para el país y que, en contra de lo que temían muchos en aquellas fechas, no acabaría siendo regido por las normas emanadas del Vaticano.

Su famoso encuentro del doce de septiembre de 1960 con más de trescientos ministros protestantes sureños, especialmente los conocidos como Hard Shell Baptists (Baptistas de Cáscara Dura), en Houston, Texas, echó por tierra entonces y para siempre los resquemores que millones de usamericanos mantenían hacia los ‘papistas’. No podemos olvidar que en 1928 el primer candidato católico a la presidencia, el famoso e indudablemente gran político Al Smith, gobernador del estado de Nueva York, había perdido la elección simple y llanamente porque era católico.

En 2021 y gracias al malogrado Kennedy, el temor a tener un católico en la Casa Blanca es ya historia. De ella se ha beneficiado Biden que, a lo largo de su ya extensa carrera política, ha proclamado a todos los vientos que lo es, que está orgulloso de ello, y que hasta se permite citar en sus discursos a santos y papas romanos, como lo hizo el día de su toma de posesión en que mencionó a san Agustín. Lo curioso es que, con bastante razón, muchos de sus correligionarios se preguntan si realmente es tan católico como él dice, dado que ha defendido y sigue defendiendo ideas y proyectos que chocan frontalmente con la doctrina de la iglesia católica romana.

Biden, en misa

Pero dejo que esto lo decidan los “doctores que tiene la Iglesia” a que apelaba el famoso catecismo del padre Astete. En estas líneas lo que deseo resaltar es el hecho de que, sea católico, protestante, judío o budista el presidente de Usalandia, hay algo mucho, muchísimo más importante que merece ser resaltado: que USA es un país oficialmente aconfesional, pero en el que la religión, sea cual sea y hoy por hoy, ocupa un lugar importantísimo tanto en el dominio privado como en el público.

Es ya tradición que la mañana de la inauguración de los nuevos presidentes, los hasta ese momento simplemente electos asistan a un servicio religiosos en la iglesia que prefieran, casi siempre en la majestuosa y conocida como National Cathedral, sede de la Iglesia Episcopaliana, como se conoce en USA a la Anglicana. (Sus magníficas vidrieras, de paso, están inspiradas en las de la Pulchra Leonina y tengo entendido que, cuando en 1966 la de León estuvo a punto de ser pasto de las llamas, la de Washigton envió un donativo para ayudar a sufragar los gastos de restauración).

Biden seleccionó la catedral católica de san Mateo Apóstol donde asistió, con su familia y más inmediatos colaboradores de todas creencias, a una misa en que se pidió la ayuda de Dios sobre el que en unas horas iba a ser el nuevo inquilino de la Casa Blanca.

Sabido es que el símbolo por excelencia del poderío usamericano, el ya no tan omnipotente dólar, lleva impresa en todos los billetes la frase In God we trust (Confiamos en Dios). La frase está tomada de la cuarta estrofa del himno nacional, que casi nadie conoce, ya que solo se canta la primera. El estribillo de otro precioso y ‘oficioso’ himno, América the beautiful (América la hermosa) que maravillosamente interpretó en c Jennifer López el día de la inauguración del nuevo presidente, recuerda al ciudadano que America, America, God shed his grace on thee (America, Dios derramó su gracia sobre ti).

Pablo VI y Kennedy

La misma Jennifer proclamó ese día y en castellano el juramento de fidelidad a la bandera recitado a diario por todos los estudiantes de educación primaria y secundaria del país antes de comenzar las clases, de pie y con la mano derecha sobre el corazón y mientras en el exterior de la escuela su iza la enseña nacional, que recuerda que “Estados Unidos de América es un país indivisible, bajo Dios, con libertad y justicia para todos”. Finalmente, la mayoría de competiciones deportivas, especialmente a nivel de centros educativos, y eventos de todo género comienzan siempre con una oración, como se hace antes de comer en la mayoría de los hogares usamericanos.

Desde 1937 y sin interrupción desde entonces, el acto de investidura ha comenzado y sigue comenzando con una Invocación a Dios y termina con una Bendición, ambas dirigidas por clérigos seleccionados por el nuevo presidente. En el caso de Biden, la Invocación estuvo a cargo del jesuita padre Leo O’Donovan, viejo amigo de la familia, y la Bendicion fue pronunciada por el pastor metodista afroamericano Rvdo. Silvester Beaman, también gran amigo de los Biden. El nuevo presidente se convirtió en tal al terminar de pronunciar el juramento de defender la constitución, juramento que termina con los palabras So help me God (con la ayuda de Dios). Exactamente lo mismo hizo la nueva vicepresidenta, Kamala Harris Y en ambos casos con la mano derecha levantada y la izquierda sobre una biblia.

Como presidenta que es del Senado, el primer acto político de la nueva vicepresidenta, el mismo día 20 de enero, fue tomar el juramento a tres nuevos senadores. De nuevo, la fórmula usada termina invocando la ayuda de Dios. Y cuando la misma vicepresidenta constituyó hace unos días a todo el Senado en miembros del jurado que decidirá si condenan a Trump por medio del impeachment, los cien senadores hicieron el juramento de pie, con la mano derecha levantada y, como en los casos anteriores, invocando la ayuda de Dios para cumplir lo jurado.

Biden y el cardenal Gregory

El día anterior a la inauguración, el 19 de enero, se celebró un memorial delante del monumento a Lincoln en Washington para recordar a los miles de ciudadanos fallecidos a causa de la pandemia. Lo oración principal la pronunció el Cardenal Wilton Gregory, arzobispo de Washington, el primer cardenal afroamericano en la historia de USA. De paso, Trump, que estaba aún en la Casa Blanca, a tres kilómetros de distancia, no se dignó asistir,

La inauguración presidencial tiene lugar en el Capitolio, sede de las dos cámaras del gobierno, Senado y Representantes, y símbolo de un estado constitucionalmente aconfesional. Sin embargo, todas las sesiones de ambas cámaras, desde 1789 y por sugerencia de Benjamin Franklin, comienzan a diario con una oración pronunciada por los capellanes de cada una de ellas, que pueden ser de cualquier fe, aunque no son representantes de ella, sino elegidos a nivel personal. Ambos tienen despacho en la zona correspondiente a cada cámara, y ambos tienen un equipo de ayudantes.

El folleto Tradiciones del Senado menciona que la presencia del capellán es “una de las más queridas”. Ambos capellanes son, con seguridad, los dos clérigos mejor pagados de todo el país y, posiblemente, del mundo. El del Senado, que solamente tiene cincuenta senadores ‘a su cargo’ tiene un sueldo base anual de 128.000€, mientras que el de la Cámara de Representantes, formada por 435 miembros, recibe 137.400€. Estas cantidades no incluyen los gastos de sus despachos, sueldos de ayudantes, etc. que ascienden a 342.000€ para cada cámara. (Como comparación, el sueldo base anual, tanto de senadores como representantes es de 143.400€; el del presidente del gobierno de España, 85.600€). Y todo esto a cargo del erario público. Los dos capellanes gozan, además, de muchos de los privilegios de que gozan los miembro del Congreso.

Barry C. Black capellán del Senado

Como coincidencia, el actual capellán del Senado, que es el primer afroamericano y que, ¡cosas de la vida!, se llama Barry C. Black (Negro), y es el primer miembro de la Iglesia Adventista que llega a ese cargo, es además y por haber sido Jefe Supremo de Capellanes, contralmirante retirado con derecho a una muy sustancial jubilación. También tiene ese rango militar la actual ‘capellana’ de la Cámara de Representantes, la Rvda, Margaret G, Kibben, de la Iglesia Presbiteriana, primera mujer en ocupar el puesto.

Por cierto, aunque, la religión a que pertenece un alto porcentaje de senadores y representantes sea en la actualidad la católica, solamente ha habido en toda la historia de las capellanías del Capitolio un sacerdote católico en el Senado, en 1832, y dos en la cámara baja, uno de 1999 a 2913 y otro de 2013 a 2020. De paso, los candidatos al puesto son presentados para el cargo por uno o más miembros de la cámara correspondiente, que tiene el poder de aprobarlos o no.

Despacho oval con foto del Papa
Despacho oval con foto del Papa

También son a cargo del erario público los 70.000€ anuales de media que reciben los capellanes, cristianos o no, de las diferentes ramas del ejercito, aparte de que, aunque realmente no sean militares, sí se les considera como tales y su sueldo aumenta de acuerdo con los años de servicio, y, en consecuencia, su jubilación depende del rango militar adquirido. También son pagados con dinero público los salarios de los capellanes de hospitales y otras instituciones estatales.

Esto ocurre en el país oficialmente aconfesional que va a dirigir durante los cuatro próximos años un presidente que da la casualidad de que, mejor o peor, es católico. Sea bueno o no como presidente, que no se le ocurra terminar todas sus alocuciones al país sin la consabida frase God bless you and God bless América (Que Dios os bendiga y bendiga a América) porque, si la omite, seguro que algún patriota inicia un impeachment contra él. O sea, todo, todito lo anterior, como en la ‘católica’ España. ¡Vaya por Dios!

God bless America

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