"Francisco ha sido luz y esperanza para las víctimas y supervivientes (...), nos tiene detrás, apoyándolo"

Desde ANIR, AVA y Lulacris queremos sumarnos a quienes más allá de realizar pronósticos aleatorios, superficiales y poco basados en argumentos facultativos reales, piden el pronto restablecimiento del Papa Francisco.

En nuestras filas hay seres humanos, víctimas y supervivientes de pederastia eclesiástica, intrafamiliar y deportiva, personas cristianas y no creyentes, y todas, hombres y mujeres, pedimos cada uno a nuestra manera que un buen hombre de iglesia, un pastor auténtico, un hombre de cruz de madera, nada que ver con príncipes de la Iglesia y crucifijos de cristal, pueda salir adelante muy pronto de su enfermedad para seguir disfrutando de sus políticas aperturistas, de su gestión positiva de la igualdad y la diversidad, de la protección a los y las más vulnerables.

Sin duda Francisco es un Papa acorde a los principios de la cristiandad, al sentido real del Evangelio y le seguimos necesitando pese a quienes le han deseado hasta la muerte, horda inquisidora alejada con muy mala baba, odio y resquemor del mensaje de Cristo.

La única enfermedad terminal es la de quienes achacándosela al Papa Francisco, sin criterios medios ni argumentos, solo con inquina y toxicidad, y desde luego también con una absoluta falta de responsabilidad, pese a ocupar puestos de relevancia en instituciones cristianas de primer orden, se siguen negando a ver la realidad de infinidad de víctimas y supervivientes de pederastia eclesiástica, jugando con ellas con crueldad, mentiras y medias verdades.

Francisco ha sido luz y esperanza para las víctimas y supervivientes y confiamos, con y sin la oración, pero con firmeza decimos qué Francisco nos tiene detrás, apoyándolo y en franca comunión con sus deseos de pedir por él, de rezar y encomendar su salud, cada uno y una a nuestra manera. Es un hombre fuerte, que siempre nos trató con empatía. Y lo seguirá haciendo. La desinformación nunca vencerá. Somos legión.

Y todos y todas respiramos con el, junto a él, estamos con el. Le mandamos un abrazo y toda la energía necesaria para que pueda seguir encabezando una lucha civil y cristiana por los derechos humanos, la igualdad y el respeto a la diversidad, valores que tanto desprecian quienes pretenden maquillar la esencia cristiana y el humanismo.

Máxime en momentos como los actuales, en donde la incitación al odio, el estercolero pseudo ideológico y la banalidad del mal, que expresó la filósofa alemana Hannah Arendt, parecen cobrar fuerza. Francisco es necesario, lo ha sido y sin duda, lo será. Mal que les pese. Le deseamos una pronta recuperación. Rezamos, pedimos, por ello. «Ibi semper est victoria, ubi concordia est».