La “diplomacia” actual no es más que “duplicidad revestida de lenguaje político” Voces por la paz en Oriente Medio

La paz no sabe de fronteras
La paz no sabe de fronteras

"Según el artículo, el Islam prohíbe tajantemente atacar, herir o tomar como rehenes a personas inocentes incluso en tiempo de guerra. La responsabilidad moral exige distinguir entre la defensa legítima y la agresión injustificada"

"El artículo subraya que la devastación de Gaza y la muerte de miles de civiles constituyen una violación de las normas internacionales y de los principios universales de humanidad"

"El artículo recuerda que la raíz del conflicto reside en la creación del Estado de Israel y en el trato preferencial que recibe de algunas potencias occidentales, en detrimento de los pueblos árabes"

En un contexto de violencia y desinformación, este texto reivindica la voz del Islam auténtico como religión de paz y justicia, y denuncia tanto los atentados de Hamás contra civiles israelíes como la desproporcionada respuesta del ejército israelí. Según el artículo, el Islam prohíbe tajantemente atacar, herir o tomar como rehenes a personas inocentes incluso en tiempo de guerra. La responsabilidad moral exige distinguir entre la defensa legítima y la agresión injustificada.

El artículo subraya que la devastación de Gaza y la muerte de miles de civiles constituyen una violación de las normas internacionales y de los principios universales de humanidad. Cita a líderes como Barack Obama y António Guterres, quienes recordaron que “incluso la guerra tiene reglas”. Asimismo, critica la parcialidad de los medios de comunicación occidentales, que suelen invisibilizar el sufrimiento palestino o justificarlo bajo pretextos políticos.

Creemos. Crecemos. Contigo

Paz
Paz

El artículo recuerda que la raíz del conflicto reside en la creación del Estado de Israel y en el trato preferencial que recibe de algunas potencias occidentales, en detrimento de los pueblos árabes. Cita a medios como Haaretz (“peculiar es, en efecto, la visión de la justicia basada en el principio según el cual 'lo que es mío es mío para siempre, y lo que es tuyo también es mío para siempre'. De este modo se usurpan los derechos de los palestinos”) y The New York Times para denunciar la desigualdad estructural y el racismo institucionalizado. Sin embargo, advierte que el odio no debe ser respondido con odio, sino con justicia y verdad, como ordena el Santo Corán: “La enemistad de un pueblo no os incite a actuar con injusticia”.

El texto profundiza también en el doble rasero moral en las relaciones internacionales. Rechaza toda forma de supremacismo -ya sea religioso, étnico o político- y reivindica el mensaje del Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él), quien en su Sermón de Despedida afirmó: “Ningún árabe es superior a un no árabe ni el blanco al negro, salvo en la medida de su piedad y justicia”.

En relación con el concepto de la “Yihad”, el artículo aclara que en el Islam no se trata de una “guerra santa”, sino del derecho a defenderse de la opresión y la persecución religiosa como así ocurrió en la época del Santo Fundador del Islam, el Profeta Muhammad (lpbD). La verdadera “Yihad” es espiritual, un esfuerzo interior y moral por alcanzar la justicia y la paz, no por imponer una ideología mediante la violencia.

El texto critica también la hipocresía de las grandes potencias, que invocan la justicia mientras apoyan a gobiernos opresores o bloquean resoluciones de la ONU con su poder de veto. Según el artículo, la comunidad internacional está fracasando en su deber de proteger la vida humana y aplicar la justicia de forma imparcial. Señala que la “diplomacia” actual no es más que “duplicidad revestida de lenguaje político”.

Gaza
Gaza

El artículo continúa llamando a los países musulmanes a unirse en torno al principio coránico de la justicia, eliminando del vocabulario el concepto de “terrorismo islámico” y reafirmando el verdadero mensaje del Islam: compasión, igualdad y defensa de los oprimidos. Sólo volviendo a los valores de justicia y misericordia enseñados por el Santo Profeta Muhammad (lpbD), afirma, podrá el mundo musulmán contribuir a la paz global y evitar que Oriente Medio siga siendo escenario de sufrimiento y destrucción.

Algunas potencias occidentales han aceptado el derecho de Israel de llevar a cabo actos de terrorismo sin denominarlos “terrorismo judío”. Por otro lado a los países musulmanes no les han dado el derecho de desquitarse para proteger sus intereses territoriales y políticos, y si lo hacen, lo denominan  “terrorismo islámico”. 

Israel tiene el derecho de desafiar las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, tiene el derecho de cambiar las fronteras con sus países vecinos con la excusa de que lo hacen por motivos de seguridad y tiene el derecho de fabricar y almacenar armas nucleares e incluso armas químicas y biológicas de destrucción masiva. Sin embargo, los países musulmanes no tienen el derecho de objetarles por este comportamiento temerario. 

El artículo apela finalmente a la conciencia de las grandes potencias: “El odio no puede triunfar; son las virtudes más nobles las que traerán la victoria final”. La paz duradera sólo puede edificarse sobre la justicia y la verdad, no sobre la fuerza ni el interés político.

Paz en Oriente Medio

Texto íntegro del artículo de Qamar Fazal

VOCES POR LA PAZ QUE CLAMAN EN ORIENTE MEDIO.

El Islam no permite atentar contra víctimas inocentes.

Hamás dio el primer paso atacando a ciudadanos israelíes. Al margen de que haya personas inocentes que han sido injustamente asesinadas por el ejército israelí, los musulmanes deben asegurarse de que siempre se adhieren a las enseñanzas del Islam.

Matar o herir a civiles inocentes es una violación directa de las enseñanzas del Santo Profeta del Islam (lpbD): el Islam no permite, bajo ninguna circunstancia, tomar rehenes incluso en una guerra. Tampoco permite que se utilicen como moneda de cambio de ninguna manera; cualquier acto injusto contra ellos está prohibido por el Islam.  

Allá donde el Ejército israelí haya cometido injusticias, es su responsabilidad, y existen maneras lícitas y mejores de abordarlas. Si existe un estado de guerra legítimo, este debe circunscribirse por entero a los respectivos ejércitos y nunca contra mujeres, niños, ancianos y civiles inocentes. En este sentido, la acción de Hamás debe ser condenada.

Respuesta desproporcionada por parte del ejército israelí.

La respuesta israelí debería haberse limitado a Hamás: acaban con mujeres, niños, ancianos y civiles inocentes. Gaza ha sido reducida al polvo. 

“Aunque se deba hacer la guerra, hay que luchar de acuerdo con las normas de la guerra y no se deben dañar a los civiles” (declaraciones del Ex-Presidente Obama). El secretario general de la ONU António Guterrez también habló en el mismo sentido. 

Parcialidad de los medios de comunicación.

¡Que el mundo determine quién es el opresor y quién el oprimido y hasta qué punto esta guerra está justificada y en qué momento debe terminar! 

¿Por qué esta desafección de algunos países musulmanes hacia el Estado de Israel? 

António Guterres afirmó que "incluso la guerra tiene reglas" y pidió la protección de los civiles y ayuda humanitaria para Gaza.  Además destacó parte del contexto histórico del conflicto, afirmando que el ataque de Hamás del 7 de octubre "no surgió de la nada”.

El origen de esta desafección es la fundación del Estado de Israel y el trato preferencial que recibe Israel por parte de algunos países occidentales. Cuando hay dos vertientes, algunos países occidentales dan preferencia a Israel y descartan su interés del mundo islámico. 

"Peculiar es, en efecto, la visión de la justicia basada en el principio según el cual 'lo que es mío es mío para siempre, y lo que es tuyo también es mío para siempre'. De este modo se usurpan los derechos de los palestinos". (Haaretz, Diario israelí)

“En Israel y en los territorios ocupados de Palestina, Israel da preferencia a los judíos sobre los palestinos”. (The New York Times sobre informe de Human Rights Watch)

Racismo en Oriente Medio.

El Santo Corán recuerda no sólo a los musulmanes sino a toda la humanidad:

“¡Oh, gentes! Temed a vuestro Señor, Quien os creó de un solo ser, del cual creó a su pareja, y de los dos hizo surgir a muchos hombres y mujeres; y temed a Al’lah, en cuyo nombre recurrís unos a otros; y temedle particularmente respetando los lazos del parentesco. En verdad, Al’lah os observa”. (C. 4: An-Nisa: 2). Nadie es superior a los demás. 

De manera similar, el Santo Corán afirma:

“¡Oh, humanos! Os hemos creado de varón y hembra, y os hemos dividido en clanes y tribus para que os reconozcáis mutuamente. En verdad, el más honorable de entre vosotros, a los ojos de Al’lah, es aquel que es el más justo de vosotros. Ciertamente Al’lah es Omnisciente, Conocedor de todo”. (C. 49: Al-Huyurat: 14)

Una dificultad importante es la propia definición del “racismo”, pues puede parecer diferente desde perspectivas distintas. Es difícil trazar límites precisos entre el racismo, la conciencia de superioridad religiosa o de clase, el tribalismo, el fascismo, el imperialismo y el nacionalismo. El trato trágico e inhumano que los judíos recibieron a manos de los cristianos en Europa occidental durante más de mil años, podría considerarse que está enterrado en el pasado, pero el brutal tratamiento reciente sufrido por los judíos en los años 30 y 40 a manos de los nazis, está demasiado fresco en nuestras memorias para ser olvidado. Por lo tanto, en el momento que oímos la palabra “racismo” nuestra mente torna inadvertidamente a la idea del antisemitismo y a la larga historia de malos tratos sufrida por la raza semítica a manos de los gentiles. Es este, desde luego un entendimiento muy limitado del racismo, porque apenas nos detenemos a pensar hoy en los extremistas judíos que miran a los gentiles con los mismos horribles prejuicios por los que ellos mismos fueron víctimas.

La esencia del racismo es el prejuicio de clase. Cuando la gente comienza a actuar con prejuicios contra otra clase, con el pretexto de su propio interés de clase, el racismo comienza a descubrirse y a erigir su cabeza peligrosa y letal. No se ejerce ninguna discreción en la expresión de su odio; no se toma en cuenta ningún mérito individual, y la generalización se convierte en ley.

 “Conceptos de derechos humanos son demasiado peligrosos para el sistema político israelí … La injusticia cometida con los palestinos es tan clara y llamativa que no puede ser discutida abiertamente, y cualquier discusión respecto a lo que Israel ha estado haciendo al Tercer Mundo habrá de conducir ciertamente a un examen de los derechos de los palestinos”. Benjamin Beit-Hallahmi, The Israeli Connection: Who/Whom Israel Arms and Why (Pantheon, 1987; I.B. Tauris, 1988, (p. 236-237).

La discriminación y cualquier otro esfuerzo por dividir a la humanidad en cualquier plano, puede reportar a algunos ciertos dividendos a corto plazo; sin embargo, a la larga, las consecuencias son funestas para todos los implicados. En este escenario contemporáneo, el Islam tiene un mensaje muy positivo y un papel efectivo que jugar.

El racismo y el odio entre clases son denunciados por el Islam en los términos más enérgicos, así como la generación de cualquier tipo de desorden. Los versículos del Santo Corán referidos antes son algunos de los muchos que tratan de este tema.

En lo que respecta a la actitud del Santo Fundador del Islam, el Santo Profeta Muhammad (lpbD), los siguientes extractos del Ultimo Sermón (conocido como el Sermón de la Despedida) que ofreció antes de su fallecimiento ante la reunión humana más numerosa a la que hasta entonces nunca se había dirigido, son suficientemente significativos:

“¡Oh hombres! Escuchad y recordad lo que os digo: Todos los musulmanes son hermanos entre sí. Todos vosotros sois iguales. Todo hombre, cualquiera sea la nación o tribu a la que pertenezca, y cualquiera que sea la posición que mantenga en su vida, es igual a los demás ... ¡Oh seres humanos! Vuestro Dios es Único y vuestro origen es único. Un árabe no es superior a un no-árabe, ni tiene superioridad un no-árabe sobre un árabe. El hombre blanco no es superior de ninguna forma al hombre negro, ni el hombre negro es mejor que el blanco, salvo en la medida en que ambos cumplan su responsabilidad ante Dios y el hombre. El más honorable entre vosotros a los ojos de Dios es el más piadoso … Lo que os he dicho, debéis comunicarlo a los confines de la tierra. Tal vez aquellos que no me han escuchado se beneficien más que los que me escucharon”. (Sihah Sita, Tabari, Hisham, Jamis y Baihaqi).

Este pasaje es muy intenso y patente. Merece la pena destacar el recordatorio del Santo Profeta Muhammad (lpbD), en el sentido de que todos somos hijos del mismo Padre. Tiene la connotación evidente de que no debe permitirse que las religiones dividan la hermandad universal de la humanidad, que se originó en un parentesco único.

¿Terrorismo islámico?

Existen decenas de  resoluciones de la ONU en contra de Israel que no se han aplicado ni se aplicarán. 

Un escritor occidental dijo sobre la actividad israelí: "Puedo entender el ojo por ojo y diente por diente de su enseñanza religiosa, pero no entiendo 20 ojos -o más- por un ojo". 

Levi Eshkol, Primer Ministro israelí, dijo antes de la guerra de 1967: "Israel no tiene intención de anexionarse siquiera un pie de su territorio".  Tras aquella guerra, el territorio que se anexionó Israel superó con creces 73.000 billones de pies cuadrados de tierra árabe. 

Las potencias occidentales han aceptado el derecho de Israel de llevar a cabo actos de terrorismo sin denominarlos “terrorismo judío”. Por otro lado a los países musulmanes no les han dado el derecho de desquitarse para proteger sus intereses territoriales y políticos, y si lo hacen, lo denominan  “terrorismo islámico”. Los otros derechos y privilegios que parecen haber sido otorgados a los judíos son los siguientes:

1 - Israel tiene el derecho de desafiar las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Incluso tiene el derecho de tratar estas resoluciones con desprecio, rechazarlas y tirarlas metafóricamente a la basura. 

2. Israel tiene el derecho de cambiar las fronteras con sus países vecinos con la excusa de que lo hacen por motivos de seguridad.

3. Israel tiene el derecho de fabricar y almacenar armas nucleares. Incluso puede fabricar armas químicas y biológicas de destrucción masiva. Sin embargo, los países musulmanes no tienen el derecho de criticarles por este comportamiento temerario. 

Cabe aclarar que no todos los israelíes secundan la opresión. Hay rabinos judíos que aparecen, a veces, en los medios condenando la opresión. Dice el Sagrado Corán: “Del pueblo de Moisés hay un grupo que exhorta a las gentes con la verdad y establece la justicia” (7:160)

Defensa de la Justicia y el Estado de Derecho.

Las Naciones Unidas hacen meras peticiones a Israel, en lugar de aseverar inequívocamente que es incorrecto lo que hacen y adoptar una postura más firme. Hablamos en la actualidad de más de 65,000 muertos entre los que hay decenas de miles de niños (estas cifras son estimativas).

Si las principales potencias mundiales dejaran de lado el comportamiento deshonesto, y establecieran una justicia absoluta e independiente de sus propios intereses, la situación en Palestina e Israel no hubiera llegado a esta fase crítica.

Ciertos políticos sólo están interesados en la regla de 'la fuerza es la razón', y simplemente se inclinan ante aquellos que ostentan la fuerza y el poder en el mundo. 

La Sociedad de Naciones fracasó al no aplicar la justicia, lo que condujo a la Segunda Guerra Mundial, en la que murieron decenas de millones de personas. Ahora las Naciones Unidas también están volviendo a fracasar en establecer la justicia y se encaminan en la misma dirección.

¿Para quién sirven estas Naciones Unidas? Sirven a los intereses de las naciones ricas y poderosas. Si de alguna manera logran introducir una resolución, es vetada, y las grandes potencias, a través de sus títeres, continúan perpetrando crueldades. Cuando los amigos de estas naciones poderosas transgreden, no se les impone ningún castigo y solo se aprueban resoluciones de protesta débiles e ineficaces.

¿Dónde está la justicia? Hoy, se ha adoptado un propio estilo de diplomacia, que en otra terminología se llamaría 'duplicidad'. Se promueve la duplicidad bajo el disfraz de la diplomacia. Los crímenes se disfrazan, y cuando se presentan, les dan una apariencia de racionalidad.  

Hay naciones que se presentan a sí mismas como grandes amantes de los animales, y utilizan sus medios de comunicación para expresar preocupación por ciertas especies de animales en peligro, haciendo llamamientos para salvarlas de la extinción. 

Entre estas naciones, algunas exterminaron a las naciones indígenas “pieles rojas”. Ahora estas tribus están confinadas al ámbito de sus películas o su literatura; de lo contrario, la mayoría de las tribus ya no existen. Cabe mencionar también del saqueo, el pillaje y la colonización del continente africano: ¡cientos de miles de africanos fueron esclavizados y vendidos como mercancías! Estados Unidos requería la mayor demanda de estos africanos que fueron vendidos como esclavos. Hoy, afirman que se ven obligados a reaccionar contra la crueldad hacia los humanos debido a su profundo sentido de "humanidad y altos valores morales". Si EEUU ha despertado un nuevo sentido de valores sublimes, ¿por qué no aplican estos mismos valores en casa y devuelven la tierra de los nativos americanos en su favor y regresan a sus viejos paises, sus tierras ancestrales? Si se les plantea esta cuestión, dirán: “Era otra cuestión completamente distinta”. 

Obviamente, no se puede argumentar con esta actitud de "era otra cuestión”.

Conceptos erróneos entre los musulmanes.

Algunos musulmanes piensan que la Yihad (“Guerra Santa") islámica ha de utilizar la espada imponer la Ley islámica (Sharia), pero este derecho sólo lo poseen los musulmanes y el resto de las religiones no tienen el derecho de imponer su Ley sobre los musulmanes.  Si alguien se convierte en musulmán, no se le puede condenar a muerte. Sin embargo, si un musulmán adopta otra religión, entonces cualquier musulmán tiene el derecho a matarle esté donde esté. 

Algunos musulmanes piensan que es obligatorio para los gobiernos musulmanes imponer la ley islámica (sharia) incluso a aquellos ciudadanos que no creen en el Islam. Sin embargo, el resto de las religiones no tiene el derecho de imponer su ley sobre los musulmanes. Según este criterio, los judíos no tienen el derecho de imponer a los musulmanes la ley del Talmud, ni los hindúes tienen el derecho de aplicar a los musulmanes las leyes recogidas en el Manu Samarti. 

Definición de “Yihad”.

La definición de “Yihad “en el Islam, la definición más completa se ha dado en el Capítulo Al-Hach del Sagrado Corán, en un versículo frecuentemente mencionado: 

“Se concede el permiso para luchar a aquellos contra los que se hace la guerra, por haber sido perjudicados. Aquellos que fueron expulsados injustamente de sus hogares sólo por haber dicho: ‘Nuestro Señor es Al’lah’” (22:40). Es decir, se les concede permiso para levantar su espada contra aquellos que están luchando contra ellos. Pueden levantar sus espadas solo contra aquellos que primero iniciaron las hostilidades contra ellos, porque son oprimidos y han sido agraviados. 

Si aplicamos esta definición a la situación actual en Oriente Medio, entonces definitivamente no es una “Yihad” en el sentido islámico. Es una guerra política. Una guerra política, ya sea entre musulmanes y no musulmanes o entre una nación musulmana y otra nación musulmana, no se convierte en una “Yihad”. Sólo la guerra de un grupo oprimido que está siendo impedido de declarar su fe en Dios o que está luchando contra la persecución religiosa sobre sí mismo puede llamarse “Yihad”.

El arma que Jesucristo (lpD) dio al cristiano fue que si te abofeteaban en una mejilla, debías ofrecer la otra. Este es el enfoque que se prescribió para librar batallas espirituales. Cuando se dice que el Islam fue creado para triunfar sobre todas las demás religiones del mundo, no implica que uno deba tomar la espada y decapitar a aquellos que rechazan el Islam. Cuando hablamos de esforzarnos y aspirar a establecer la supremacía del Islam sobre toda la humanidad, hablamos en la terminología que nos enseñaron el Sagrado Corán y el Santo Profeta Muhammad (lpbD), que es una terminología espiritual. No está relacionado con la terminología militar del mundo.

Directrices del Sagrado Corán en el establecimiento de la Justicia.

Algunos políticos actuales reclaman que "siempre hay que dar preferencia a los beneficios del pueblo, grupo, o patria cuando se enfrenten con los de la justicia, aun a costa de pisotearla". El Santo Corán declara: “Y que la enemistad de un pueblo no os incite a actuar con injusticia” (5:9).  

Algunos políticos actuales reclaman que “Might is Right”, “el poderoso siempre tiene razón”. La fuerza en sí es el símbolo de la veracidad. El Santo Corán declara: “¡Que perezcan los condenados a perecer con justificación clara, y sobrevivan los que merezcan sobrevivir con el apoyo de una justificación manifiesta!" (8:43). Así pues, el principio islámico es “Right is Might”.  

Algunos políticos actuales reclaman que "con el fin de conseguir un objetivo, se permiten utilizar mentiras y falsa propaganda". No se ha de derrotar al enemigo únicamente en el campo de batalla, sino que humillarle mediante la tergiversación de la información. El Santo Corán declara: “Absteneos de la falsa exposición” (22:31) y “Sed estrictos en la observancia de la justicia, actuando de testigos por la causa de Al’lah, aunque sea contra vosotros mismos o contra vuestros padres y familiares"  (4:136).

La paz debe establecerse sobre la base de la justicia; que no diferencia entre Oriente y Occidente ni entre el Norte y el Sur. Más bien, teniendo a Dios en presente, presenta un concepto de justicia y equidad. Si intentamos resolver sus conflictos y los conflictos del mundo según esta equidad, entonces el mundo podrá alcanzar la paz. 

Consejos a los musulmanes.

El concepto de terrorismo debe eliminarse del vocabulario de los musulmanes. Causar dolor a otros solo para mantener vivos algunos asuntos, es un acto despreciable. Esto no tiene nada que ver con el Islam. Los gobiernos musulmanes deben expresar de forma clara y transparente que no es una perspectiva islámica aquello que choque con el sistema de justicia del Santo Corán.

En cuánto a la relación con la Gente del Libro (judíos y cristianos), el Sagrado Corán nos insta a que converjamos hacia “una palabra común entre nosotros y vosotros” y es en la Unidad de Dios. (3:65).

La única manera de eliminar la injusticia es cumplir con los requerimientos de la justicia según el Santo Corán y consolidar los derechos de los oprimidos. Se debe alzar una voz fuerte al unísono en este sentido. ¡Que Al'lah haga entrar en razón también a Hamás! ¡Que no se convierta en la causa de las injusticias contra su propio pueblo, y que no lleve a cabo crueldades e injusticias bárbaras contra otros! Si han de luchar, que lo hagan a la luz de los principios justos del islam -en el que la enemistad de una nación no debe incitarnos a actuar de otro modo que no sea con justicia- pues éste es el mandamiento de Al'lah el Todopoderoso. 

Si los musulmanes se unieran, tendrán una voz fuerte e impactante. De lo contrario, los gobiernos musulmanes serán responsables de la muerte de musulmanes inocentes. Hay que tener presente el dicho del Santo Profeta Muhammad (lpbD) -y esto deberían tenerlo presente también las grandes potencias- de que debemos ayudar tanto al opresor como al oprimido. 

Las naciones no musulmanas hacen grandes afirmaciones en nombre de la justicia, como si hubieran sido designados como los únicos custodios de ella en el mundo, y esa justicia se convirtiera en lo único que cuenta debido al poder de estas naciones. Por otro lado, los países musulmanes hacen grandes afirmaciones en el nombre del Islam; pero cuando uno somete estas afirmaciones a un escrutinio detallado, se descubre que están igualmente privadas de los elementos de justicia establecidos por el Sagrado Corán.

Mientras el mundo islámico no restablezca el sistema de justicia islámica, no adopte el concepto coránico de justicia, no podrá presentar justicia al mundo ni debe esperar justicia del mundo.

Los musulmanes reclaman un conjunto de reglas para sí mismos y un conjunto completamente diferente para los no musulmanes. Se reservan derechos superiores para los musulmanes mientras que a los no musulmanes se les priva de ellos. Si, ¡Dios no lo quiera!, este fuera el principio coránico, el mundo entero naturalmente lo despreciaría y consideraría a los musulmanes como una amenaza para la paz mundial. Por lo tanto, no es justo culpar solo a los demás por sus excesos contra los musulmanes. 

Instar al alto el fuego de forma inmediata.

Los países musulmanes de la región deben garantizar que se protejan los derechos de la gente palestina inocente, que no tiene ningún vínculo con los extremistas.

Voces por la Paz.

El odio no puede triunfar: son las virtudes más nobles las que traerán la victoria final. 

Si los musulmanes pudiesen adoptar el código de conducta del Santo Profeta Muhammad (lpbD), configuraría un modelo a seguir por todo el mundo. Este código de conducta es invencible. Retornando a este código de justicia, se solucionarán los problemas de este mundo y se pondrá en marcha un nueva verdadera revolución creando un paraíso en la tierra. Si no aceptamos este cambio, entonces tendremos que seguir afrontando pruebas angustiosas y tribulaciones.

¡Que las grandes potencias tengan rectitud y amplitud de miras para que, en lugar de arrastrar al mundo hacia su destrucción, intenten salvarlo! ¡Que no conviertan en su objetivo el mero cumplimiento de sus deseos egoístas! Si hay una destrucción masiva, las grandes potencias tampoco estarán a salvo de ella.

Cualquier crítica que haya surgido en este artículo, ha estado basada en los nobles principios morales del Islam. Está dirigida, no con el objetivo de herir los sentimientos de nadie, sino para sacar a la luz la verdad y esclarecer los temas que hemos tratado. 

A la vista de lo anterior, cada vez que hacemos una observación, revisamos nuestros sentimientos asegurándonos de no criticar en base a prejuicios. Limpiando nuestros corazones, tratamos de presentar los hechos y decir la verdad. Esta dosis de verdad sabe amarga a un grupo de personas (o a veces al grupo contrario), pero no lo hacemos malintencionadamente. No se puede prestar un apoyo perpetuo sesgado a nadie. Estaremos del lado de la verdad y constantemente inclinados hacia la Palabra de Dios y la ‘Práctica’ (Sunnah) del Santo Profeta del Islam (lpbD). Quien busque nuestra amistad eterna debe hacerse amigo de la Palabra de Dios, la Sunnah del Santo Profeta Muhammad (lpbD), la rectitud y la verdad. Al hacerlo, siempre nos encontrará a su lado.

Muchas gracias.

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