"Piénselo si le ofrecen sustituir al obispo de Cádiz" El enorme riesgo de una sucesión precipitada de Zornoza
Cádiz y Ceuta, la única diócesis bicontinental del planeta, ahora bajo la mirada de todo el pueblo de Dios en un mundo globalizado, supone una prueba de fuego sin red para el único cardenal en activo -tras la inmediata jubilación de Omella- en España y aún más para la credibilidad de Prevost, ante todo el pueblo español, que conoce bien su debilidad y la de Francisco, que no olvidemos murió sin convertir al búnquer episcopal español
| José Luis Montalvo
La absurda esperanza de la curia de Benedicto XVI acerca de que cambiando a Zornoza de obispo auxiliar a obispo titular de la primera diócesis vacante, alcanzaría total impunidad frente a los medios y personas que sabían que -como desveló una de las memorias publicadas sobre la vida del Cardenal Rouco- la causa por la cual implosionó el empeño de Zornoza en beatificar a su mentor e íntimo, el primer obispo de Getafe, era pintiparada de la que ahora le persigue a él, puede parecerse a la hipótesis de que cualquier obispo va a ser capaz de regenerar la Diócesis que ha dejado Zornoza, como Atila, detrás de si.
La personalidad de alguien capaz de regenerar una diócesis arrasada moral y espiritualmente durante casi 15 años, en su laicado, en su presbiterado y en los escasísimos miembros de las órdenes e institutos religiosos, no se puede improvisar y menos en una provincia socavada por la violencia del narcotráfico, la economía sumergida, el desempleo y la precariedad, de la cual han tenido que escapar decenas de miles de sus habitantes para poder ganarse el pan.
Pero si se trata de atraer a los alejados, a los que perdieron con Zornoza toda esperanza de una Iglesia a la altura de las bienaventuranzas, comprometida con los más desposeídos o siquiera sensible a los valores del Evangelio y del Vaticano II, es una tarea al alcance de muy pocos ya.
El riesgo de las consecuencias de una nueva decepción entre creyentes y no creyentes no es deseable en lo personal para quien lo intente. Las virtudes y cualidades mínimas son inalcanzables para quienes que se asome a la herencia de Zornoza. Si se lo ofrecen, mire bien a su alrededor y pregunte no a los que le aplauden, sino a los que de verdad le conocen, si realmente las tiene.
Cádiz y Ceuta, la única diócesis bicontinental del planeta, ahora bajo la mirada de todo el pueblo de Dios en un mundo globalizado, supone una prueba de fuego sin red para el único cardenal en activo -tras la inmediata jubilación de Omella- en España y aún más para la credibilidad de Prevost, ante todo el pueblo español, que conoce bien su debilidad y la de Francisco, que no olvidemos murió sin convertir al búnquer episcopal español y que fracaso en lo esencial, pues ni siquiera pudo reconvertir los seminarios españoles al espíritu del Vaticano II, ni lograr transparencia y reparaciones dignas para todas las formas de abusos o pederastia clerical.
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