"Somos un solo Perú y con posibilidades de ser un país grande. Y pongamos todos hombro con hombro para lograrlo" Tras el autogolpe: susto e interrogantes en Perú

Dina Boluarte, nueva presidenta de Perú
Dina Boluarte, nueva presidenta de Perú Agencias

"Tenía claro que o teníamos golpe cívico-militar en toda regla o se iniciaría un reguero de sangre… (¡a comprar papel higiénico!). Pues no hubo ni lo uno ni lo otro"

"Pedro Castillo iba metiendo la pata cada rato y muchos no acabábamos de tener claro si era tonto o vivato. Su última acción claramente demostró que de listo tenía muy poco. Queda por saberse si, de verdad, él o quienes estaban detrás, eran, en verdad, vivatos"

"No le dejaban gobernar a P. Castillo y dudamos, dejen gobernar a Dina E. Boluarte Zegarra, nacida en Apurimac -sierra- y primera mujer presidenta en el Perú"

Difícil escribir en corto espacio sobre todo lo vivido en horas pasadas en nuestro país. Quizás un chiste (no muy limpio) lo refleja mejor: “Cola en Wong para devolver el papel higiénico que se compró entre 11am y 2pm. Y cambiarlo por trago” (Wong es uno de los Grandes almacenes o centros comerciales, tipo A, hoy capital chileno)

Pues sí, lo pasamos muy mal. Porque, yo (supongo que muchos) lo primero que pensé: cerrar el Congreso -constitucionalmente- es golpe de estado y eso un civil no lo hace sin antes “amarrar”, al menos, con un sector importante del ejército y la policía. Es decir, tenía claro que o teníamos golpe cívico-militar en toda regla o se iniciaría un reguero de sangre… (¡a comprar papel higiénico!).

Pues no hubo ni lo uno ni lo otro. El Congreso -cerrado- destituye al presidente a las pocas horas, el ejército y la policía hacen un comunicado conjunto poniendo tierra por medio, comunican que el ya expresidente ha sido detenido y a las 2 y pico de la tarde jura como presidenta la primera mujer (y del partido de Castillo) que era vicepresidenta. Habla claro, valiente y firme llamando a la unidad, promete gobierno de unidad nacional, y pide al Congreso una tregua para luchar todos contra la corrupción y encarrilar las cosas (¡vuelta a Wong a cambiar el PH por trago para celebrar!).

Y celebrar ¿por qué? Eso es lo difícil de saber. Ciertamente Pedro Castillo iba metiendo la pata cada rato y muchos no acabábamos de tener claro si era tonto o vivato. Su última acción claramente demostró que de listo tenía muy poco. Queda por saberse si, de verdad, él o quienes estaban detrás, eran, en verdad, vivatos. Pudo habernos metido en un lío muy gordo, es cierto (por eso preferible comprar trago para celebrar el final de la película).

Obviamente, puede que no haya sido el final. A nadie se le oculta que en el Congreso la inmensa mayoría no representa al Perú pobre y golpeado. Son los representantes y defensores de la Costa y de las clases medias y altas del Perú. Por eso tiene no más del 8 % de aprobación popular. Y que no le dejaban gobernar a P. Castillo y dudamos, dejen gobernar a Dina E. Boluarte Zegarra, nacida en Apurimac -sierra- y primera mujer presidenta en el Perú. Demasiados “antis” en su contra, para los que siempre se consideraron sabían y debían gobernar.    

Tenemos, no podemos olvidarlo, un grave problema que se vivió agudamente en las últimas elecciones generales: el Perú pobre de la sierra, la selva y amplios sectores urbano marginales de la costa, frente al Perú limeño y costeño en general. Tal vez esté pecando de simplismo pero hay ahí un grave problema de “identidad nacional” sin resolver. Y no podemos esperar se resuelva por arte de magia u olvidando los malos pasos de un Castillo por el que muchos votaron y se arrepintieron. Sonaban muy bien las palabras de la presidenta Dina Boluarte llamando a la “unidad”, para buscar el verdadero interés de todo el Perú, pero…

Comunicados está habiendo hasta por gusto. Todos condenando el golpe. Nadie quería pasarlo tan mal como nos temimos. Que después de un susto grande se abre un espacio para soñar un nuevo Perú, cierto; pero crucemos los dedos para que los que han brindado con whisky más que con cerveza o chicha por la caída de Castillo, piensen de veras que somos un solo Perú y con posibilidades de ser un país grande. Y pongamos todos hombro con hombro para lograrlo.

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