"Hoy es tiempo de celebrar la alegría, la que traspasa dimensiones" Así en el cielo como en la tierra

Copa América para Argentina
Copa América para Argentina

"Hoy hay alegría en el cielo de los futbolistas, donde Diego hace su saltito levantando de un golpe el puño derecho"

"Si en el fútbol, aún 'sin una manera determinada de jugar' como dicen, salimos campeones en Brasil, imaginemos lo que podemos hacer como sociedad, como hermanos, como vecinos, como grupo"

"El fútbol no es todo, pero si desde él podemos valorar lo que somos en verdad y lo que tenemos en verdad, no estará mal celebrar la vida, en tiempos donde la muerte viene queriéndose hacer familia"

Y pasó nomás! Y, al final, se dio!

Argentina consigue quedarse con la Copa América en Brasil, ganándole al dueño de casa en un Maracaná con aforo por la pandemia y con un campo de juego desastroso.

Con Messi de referencia y símbolo, Argentina ganó en Brasil un título muy esperado, y lo hizo a lo Maradona.

Y, cuidado, no se trata de confundir lo sagrado con lo profano.

No se trata de que ahora, porque ganamos, el fútbol es sagrado y caer con facilismo en malinterpretar el mandamiento que dice “no tomar el nombre de Dios en vano”.

No. Se trata de celebrar en una fiesta que hace mucho esperábamos y a la que sabíamos, iba a hacer falta una invitación especial, una de esas que te cae de arriba, de la que el que decide se acuerda de tenerte en cuenta, aunque sea más por él que por vos, y la ligás.

Neymar y Messi

En Brasil se festeja y se canta en argentino: con una alegría difícil de describir que sería mejor que florezca en esfuerzo y trabajo y no en falsas ratificaciones de soberbia; porque no somos los mejores aunque tengamos a los mejores.

Si hasta en los medios perdimos la imaginación y caímos, en nombre de la desconfianza convertida en alegría, en el lugar común de escribir: Maracanazo.

Atrasa. Tiene sesenta años eso.

En la final de la Copa América el título, sin dudas es: Maradonazo!!! Con Messi de símbolo Argentina ganó a lo Diego.

O también: Equipazo! o Hermanazos! … o lo que se les ocurra, que sintetice una lucha, un esfuerzo de más que muchos.

La alegría, misteriosamente, es siempre una. Para la alegría no hay lugar ni dimensión.

A diferencia de la mediocridad y del odio que se encargan de cariar los corazones mezquinos, la alegría copa todas las dimensiones.

Messi

Hoy hay alegría en el cielo de los futbolistas, donde Diego hace su saltito levantando de un golpe el puño derecho.

Y también en la tierra, donde Messi se cumple el deseo del niño que ama la pelota y que se expone a las críticas con tal de ganar algo con la camiseta argentina.

Hablando de críticas: los analistas que hace años vienen denostando a un indescifrable Scaloni, deberán pedir perdón. O al menos cerrar un poco esa boca impiadosa que les da de comer.

Porque si en el fútbol, aún “sin una manera determinada de jugar” como dicen, salimos campeones en Brasil, imaginemos lo que podemos hacer como sociedad, como hermanos, como vecinos, como grupo, cuando el único plan que se ve es el del enfrentamiento, la mentira y el ejercicio de la manipulación.

A ver si nos ponemos la camiseta en serio. No la de la demagogia y aprendemos a ponerle nombre a las alegrías: Dimariazo! Maradonazo! Argentinazo! Madrazas! Padrazos! Hijazos! Y mil más.

Maracanazo

Y hasta sin camiseta: quizás la imagen más clara que retrata la verdad de que el fútbol es figura de la vida y no de la guerra, es esa imagen de Tyc donde en la escalera del vestuario, Messi, Neymar y Paredes hablan de la necesidad de estar juntos, porque más allá de ganar o perder, hacen falta los que entran a la cancha, hace falta transpirar y, al final, llorar y reir juntos.

En fin … Vivamos la alegría tal y como se presenta.

El fútbol no es todo, pero si desde él podemos valorar lo que somos en verdad y lo que tenemos en verdad, no estará mal celebrar la vida, en tiempos donde la muerte viene queriéndose hacer familia.

En el cielo, Maradona, el Turco Wehbe, el Anuar Faiad, Alejandro Sabella y un enorme equipazo, agreguen ustedes los nombres.

En la tierra, Messi, Dimaría, Scaloni, mis hijos, mi vieja, mis amigos y que los nombres sigan.

Hoy es tiempo de celebrar la alegría, la que traspasa dimensiones, así en el cielo como en la tierra.

Júbilo en Argentina por la Copa América

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