"No han dado la talla... humana. ¡Váyanse!", denuncia la asociación "¿Dónde estaba el obispo Zornoza, mientras se celebraba el funeral por el Guardia Civil en la Catedral de Cádiz?"

Funeral celebrado en la catedral de Cádiz
Funeral celebrado en la catedral de Cádiz Guardia Civil

"Nuestra tierra estaba de lleno en carnavales y nadie tuvo la humana y feliz idea de suspender determinados actos en ciertos lugares. Eran hijos de nuestra tierra, al servicio de la seguridad y el bienestar de todos nosotros"

"¿Dónde estaba el Obispo mientras se celebraba el funeral por el Guardia Civil en la Catedral de Cádiz? Seguramente estaba enfermo en su cama viendo el mar. No, no se equivoquen, como siempre le ocurre, suele estar en otro sitio"

Lo hemos podido ver con nuestros propios ojos, y oír en las distintas noticias de determinados medios. Aquellos que ostentan cierta autoridad política y religiosa no han sabido dar la talla, ni estar a la altura de las circunstancias. Han perdido el norte, no tienen un mínimo de empatía humana, dicen que les importamos, pero realmente solo para los votos que los mantienen en sus sillones o para sacarnos las pelas.

Y así, hemos podido ver a nuestro Presidente vestido de gala, disfrutando de la fiesta de los Goya mientras, por un lado se esperaba con preocupación y dolor en la puerta de los hospitales un parte de esperanza ante los heridos; y por otro, se velaban entre lágrimas, dolor y rabia los cuerpos de los miembros de la Guardia Civil asesinados vilmente, porque hemos podido ver los vídeos que rulan por las redes sociales, aunque se usa el eufemismo de “muertos en acto de servicio”.

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Nuestra tierra estaba de lleno en carnavales y nadie tuvo la humana y feliz idea de suspender determinados actos en ciertos lugares. Eran hijos de nuestra tierra, al servicio de la seguridad y el bienestar de todos nosotros, y nadie cayó en la cuenta de parar, frenar, posponer, suspender los actos. Prefirieron el “pan y circo” para todos, e incluso algunos tuvieron frases recurrentes en los pregones acerca de la “hierba”.

Poco tacto humano tuvieron los responsables del Ayuntamiento de San Fernando, que incluso un familiar de una de las víctimas, ayer mismo se lo recriminaba públicamente. ¡Y es que tenia razón la pobre señora! Era un hijo de nuestro pueblo, que lo llevaba con orgullo y bandera a dónde iba, y han tardado mucho en reaccionar. Incluso había una persona mayor desaparecida, que tristemente apareció muerta. ¡Qué poco tacto! ¡Qué poca elegancia!¡Qué talla más baja de políticos tenemos!

¿Y qué decir de otros municipios cercanos? Tampoco estuvieron a la altura. Lo ocurrido en Barbate podría haber sucedido también en Conil, Chiclana, San Fernando, Cádiz, Sanlucar de Barrameda…. El problema de la droga nos atañe a todos los municipios. ¿No hubiera sido un gran clamor que todos al unísono hubieran hecho silencio y hubieran gritado ¡basta ya!?

Funeral en Cádiz

Por cierto, hermoso gesto protagonizado por un grupo de alumnos y profesores de un instituto de Vejer, que se acercaron a dar el pésame al cuartel de la Guardia Civil. Si no educamos a las generaciones futuras en el respeto a la autoridad y en hacer suyo también el dolor de su gente, difícilmente haremos una sociedad mejor.

Pero no crean que todo ha acabado ahí. Tampoco la Iglesia ha estado a la altura. Y eso que abrieron la Catedral para despedir a una de las víctimas. Pero ¿dónde estaba el Obispo mientras se celebraba el funeral por el Guardia Civil en la Catedral de Cádiz? Seguramente estaba enfermo en su cama viendo el mar. No, no se equivoquen, como siempre le ocurre, suele estar en otro sitio. Y esta vez, como en tantas otras ocasiones, dicen que estaba con los seminaristas de viaje por tierras castellanas; a los que había alejado del Carnaval para que no se fueran posiblemente a pervertir con esas letras y esos ropajes tan escotados y descarados.

Tampoco ha sabido estar a la altura. Hoy, que hasta el presidente hace mover el Falcón para que lo recojan en Valladolid, hay medios y posibilidades de volver de donde sea para estar presente en su Catedral, su cátedra. ¡Qué vergüenza! ¿Dónde le enseñaron a ser pastor? ¡No sabe ser obispo! Y lo que es peor, con sus actitudes hace ver que no siente el dolor de su pueblo, que vive ajeno a su sufrimiento.

Y los seminaristas, futuros Pastores de nuestras ciudades y pueblos, que ocasión han perdido para recibir una clase magistral. También tendrían que haber estado aquí, junto a la gente a la que un día pastorearán. Aunque visto lo visto, parece que el sufrimiento y el dolor de su pueblo tampoco va con ellos, aunque les toque ahora obedecer.

Habría que gritar, para que lo oyeran nuestros políticos y eclesiásticos, como lo tuvo que oír el ministro Marlaska, que disolvió hace poco la unidad de la que formaban parte, y les hace carecer de medios para la lucha, por parte de la viuda de uno de los asesinados: ¡tú no, tú no, que se vaya! Tú no se le pones la medalla

Que traducido para todos los que no han estado a la altura de las circunstancias sería algo así como: ¡Váyanse! ¡Váyanse! Pidan disculpas públicas, no son dignos del cargo que ostentan.

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