Itxaropenean responde a los "queridos hermanos de Ibilian", en defensa de Elizalde "Para ser una Iglesia más creíble, hay que sumar y no dividir. Hay que evolucionar y no uniformar"

Elizalde
Elizalde

"Sólo culpáis a quienes no han tenido responsabilidad en los últimos 30 años y quizá deberíais reflexionar sobre la fecundidad que vuestra linea de pensamiento representa y que ha sido el eje durante estas últimas décadas. ¿Qué ha dado? ¿Qué queda en vuestras parroquias y grupos, cuando el último cierra la puerta y apaga la luz?"

"Otros son más duros que nosotros y tachan vuestros comunicados de intentos de desestabilización, manipulación y destrucción. Nosotros, una vez más, querríamos ayudaros a discernir desde la realidad"

"Decís que hay alejamiento con los jóvenes. Quienes firmáis esto, ¿qué edad tenéis? Es cierto que los jóvenes no pisan sus parroquias, pero hay brotes verdes en este campo impensable hace una década"

Queridos hermanos de Ibilian,

Un afectuoso saludo a todos antes de nada. Volvéis a la carga de nuevo con una carta, de nuevo tenéis nuestra respuesta desde la fraternidad cristiana y sobre todo con los pies en el suelo y palpando la realidad. Ya que nos ponéis en el punto de mira, seguiremos compartiendo de nuevo los motivos de esperanza -itxaropena- que estamos viviendo en nuestra Diócesis en este proceso sinodal.

Seremos breves. Decís, y citamos, que “la Diócesis de Vitoria, en otros tiempos lugar de una intensa y extensa religiosidad, se encuentra en un momento crítico” y coincidimos, aunque efectivamente, lo decís como si os fuese ajeno, viendo falta de autocrítica por vuestra parte. Sólo culpáis a quienes no han tenido responsabilidad en los últimos 30 años y quizá deberíais reflexionar sobre la fecundidad que vuestra linea de pensamiento representa y que ha sido el eje durante estas últimas décadas. ¿Qué ha dado? ¿Qué queda en vuestras parroquias y grupos, cuando el último cierra la puerta y apaga la luz? Contestaros con sinceridad y ante el Señor. No será precisamente que os ha faltado tiempo.

Elizalde, en la procesión de San Prudencio
Elizalde, en la procesión de San Prudencio Diócesis de Vitoria

Lamentamos que sigáis inmóviles en esa concepción cerrada y uniforme que tenéis de Iglesia y de Diócesis. La verdad es que nos apena muchísimo y demuestra que lo que intentáis criticar es realmente lo que buscáis imponer. Seguimos rezando para que todo cristiano, y vosotros especialmente, vea la riqueza de la pluralidad, de abrirse a lo nuevo y la necesidad de complementarse y enriquecerse sin discriminar y señalar a quien “no piensa como yo”.

Os animamos a leer las palabras del Obispo en la pasada Misa Crismal. Citando a San Agustín dijo “en la duda libertad, en lo necesario unidad, en todo caridad”. Dadle vueltas a esto. Resume buena parte de lo que es su magisterio.

Leyendo vuestra carta, no damos crédito a lo que decís a continuación. No queremos decir que mentís, porque seguramente hable más vuestra confusión, vuestra falta de interés por informaros de las cosas y vuestra retroalimentación constante en vuestra linea eclesial. Otros son más duros que nosotros y tachan vuestros comunicados de intentos de desestabilización, manipulación y destrucción. Nosotros, una vez más, querríamos ayudaros a discernir desde la realidad.

Decís, literalmente que “esta Iglesia local ofrece una imagen social alejada de las preocupaciones, problemas e intereses de la gente”. Sentimos la ofensa que aquí hacéis contra todas esos hombres y mujeres, entre quienes estamos algunos de nosotros, que trabajan en la Diócesis de Vitoria sensibilizando en temas de ecología, ayudando a migrantes y a vulnerables, acompañando a personas enfermas y solas, denunciando trabajos esclavos o sin garantías laborales, tratando con prostitutas y un largo etcétera.

Cuando decimos que tenéis una falta de interés en informaros decimos bien. En las recientes fiestas en honor a nuestros patrones, el Obispo de Vitoria –al que llamáis “conservador” como si conservar ciertos valores fuese algo malo– no se anduvo con medias tintas ante las principales autoridades políticas y económicas del territorio, dirigiéndose además a las grandes empresas. Criticó el actual sistema económico “asfixiante”. Además aseguró que “maximizar beneficios a toda costa está deshumanizando nuestra vida”. Denunció también que “existe una especie de regla cruel en la que cada año los beneficios de las grandes empresas deben ser mayores que el anterior sin importar el daño a la sociedad o al propio planeta, dando igual que esto repercuta en un ahogamiento brutal a las familias con subidas en la cesta de la compra, en los alquileres, en las facturas del agua, del gas o de la electricidad y en otros servicios de necesidad”.

En sus palabras que salieron en todos los medios de comunicación importantes, cargó expresamente contra "el capitalismo extremo, que solo ve números y no personas” dirigiéndose a las grandes empresas y a la banca “que año tras año aumentan beneficios, mientras miles de familias están sufriendo riesgo de exclusión invitándoles a reflexionar a la vez que les recuerda que la avaricia económica en pro de unos pocos en detrimento de la inmensa mayoría, solo traerá más pobreza, mayor desigualdad y una amenaza a la paz”.

Os animamos también a escucharle y leerle un poco más. Con ocasión del 1º de Mayo, además de agradecer la labor que realiza el Equipo Diocesano de Trabajo Decente de la Diócesis entre quienes están la HOAC, Acción Católica, el Secretariado Social o Cáritas entre otros, volvió a clamar contra las condiciones laborales que generan muerte: “El empleo es necesario y hay que promoverlo como un modelo para una vida digna, pero no cualquier forma de trabajo, como las que dan lugar a la siniestralidad laboral. No me quiero olvidar de los migrantes que sufren condiciones laborales en muchos casos insoportables. Trabajadoras de hogar, cuidadoras y un largo etcétera merecen condiciones que dignifiquen sus vidas y las de sus familias. Es necesario que la precariedad laboral deje de considerarse como algo normal”.

Son conocidas sus numerosas denuncias públicas en esta lineacontra la trata de personas, presente por desgracia en nuestra ciudad y provincia, y el impulso que está dando a todo lo que tiene que ver con migrantes y refugiados. Si a esto le llamáis ser conservador, quizá no serlo sea peor.

Pero vosotros, queridos hermanos, lejos de hacer autocrítica y de ver vuestros escasos resultados, tras décadas en vuestra manera de hacer y de ser Iglesia uniforme y casi diríamos que sectaria -en el sentido de que quien no comulgue con vuestros modos e ideas no tiene cabida- seguís cargando contra todos en la Diócesis. ¡Dejad de juzgar a todo el mundo y mostrad vuestras obras, que ellas hablarán de vosotros!

Decís que hay alejamiento con los jóvenes. Quienes firmáis esto, ¿qué edad tenéis? Es cierto que los jóvenes no pisan sus parroquias, pero hay brotes verdes en este campo impensable hace una década. Hoy hay eventos juveniles semanales, foros pastorales de colegios y parroquias y se está preparando presencia juvenil alavesa en la Jornada Mundial de la Juventud en Portugal con el Papa Francisco. Sin mencionar otras actividades del verano en claro aumento.

¡Ojalá las políticas sociales estuviesen impregnadas de caridad!
¡Ojalá las políticas sociales estuviesen impregnadas de caridad!

Un incómodo testigo de la vida diocesana, hablando del primer aniversario de la Asamblea Sinodal Diocesana, acaba de publicaren un medio de comunicación: “En septiembre, cuatro meses después de esta multitudinaria asamblea, el Obispo de Vitoria creó un nuevo órgano asesor del gobierno de la Iglesia alavesa –denominado Consejo de Gobierno– e incorporó a ella a tres mujeres, siendo Vitoria la primera de las diócesis españolas que sumaba mujeres a un órgano eclesial directivo, en este caso dos laicas y una religiosa. De este modo, D. Juan Carlos Elizalde, cubrió dos aspectos que se reclamaban durante este proceso sinodal: mayor presencia y responsabilidad femenina y reforzar la corresponsabilidad en el gobierno de la Iglesia de Vitoria al incorporar laicos en un alto órgano diocesano.” ¿Veis cómo no tenéis los pies en el suelo, queridos hermanos de Ibilian? Si vais a generalizar, hacedlo bien, sin señalar a quien quizá no es el más oportuno.

Os dais cuenta de la gravedad de vuestras palabras que rozan una intolerable xenofobia? No queremos pensar que hay racismo y clasismo en vuestras palabras

Seguimos. Denunciáis que esta Diócesis incorpora para sí a sacerdotes extranjeros. “Es una solución precaria, pero además muchos de estos sacerdotes carecen de conocimiento de nuestra realidad y cultura”. Imaginaos decir esto mismo del común de los inmigrantes que llegan a nuestra tierra. Según vuestro canon, todos los ecuatorianos, colombianos, venezolanos, argelinos, paquistaníes, sudafricanos y demás hombres y mujeres que vienen a nuestra tierra a seguir con sus vidas, por el periodo que sea, es algo malo. ¿Os dais cuenta de la gravedad de vuestras palabras que rozan una intolerable xenofobia? No queremos pensar que hay racismo y clasismo en vuestras palabras. Solamente, y una vez más, seguro que habla vuestra desinformación o vuestros prejuicios. Desde luego es muy grave vetar a personas de otras regiones o países en una Iglesia Universal, que no tiene fronteras. Salvo las que vosotros queréis imponer a quienes peregrinan en este territorio alavés.

Repasad otra vez la homilía del Obispo en la Misa Crismal: “Lo sacerdotes -estudiantes o no- venidos de otras latitudes o con carismas nuevos, son una riqueza grande, pero no marcan una dirección diocesana en la que no cabríamos todos. Iluminan una universalidad, que pulveriza la uniformidad, y nos empuja a formas nuevas y creativas de pastoral. También ellos serán enriquecidos por la tradición que encuentran aquí”.

Elizalde: “Quien piensa que no cabe en esta Iglesia es porque se ha acabado su hegemonía”
Elizalde: “Quien piensa que no cabe en esta Iglesia es porque se ha acabado su hegemonía”

En definitiva, queridos hermanos de Ibilian, para ser una Iglesia más creíble, hay que sumar y no dividir. Hay que evolucionar y no uniformar. Hay que dar cabida a todos y que todos podamos trabajar por el Reino. Y por supuesto más autocrítica reflexiva, más humildad y sobre todo nada de culpar a otros de los propios fracasos.

Ayudadnos a hacer realidad los deseos del Papa Francisco: “Ya no nos sirve una simple administración. Constituyámonos en todas las regiones de la tierra en un estado permanente de misión. Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo donde todos tengan cabida.”

Os invitamos a participar de este tiempo de esperanza y de crecimiento junto a miles de personas en nuestra Iglesia local que van reconociendo que las cosas están cambiando para bien. De no tener vocaciones a tenerlas. De comunidades que se van por falta de relevo, a la llegada de aire fresco como estamos viendo últimamente. De vetos a ciertos estilos y formas a una apertura a todas los caminos para seguir a Jesús de Nazareth. De cero autocrítica en vuestro posicionamiento a trabajar juntos por los retos de nuestra Iglesia, la de aquí y la de Pedro. Nuestro objetivo, esperamos que también sea el vuestro, es seguir trasmitiendo el Evangelio de la alegría. ¿Os sumáis?

Os mandamos un afectuoso saludo, deseándoos una feliz Pascua y un fecundo Jubileo de Estíbaliz.

Firmado en nombre de Itxaropenean, el 13 de mayo de 2023 día de la Virgen de Fatima

Carlos Ruiz de Arcaute DNI 16299546K
María Enriqueta Benito Bengoa DNI 14955829X
Mariola Pinedo Briones DNI 16294596Q
María Zubeldia Moneo DNI 16006169D
Enrique Díaz Meléndez DNI 9308039P
María Ester Lorca Esquiva DNI 45561297

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