Toman hoy cuerpo concreto, visible y esperanzador, en las Preferencias Apostòlicas Universales La espiritualidad ignaciana: Un camino de libertad (y III)

La espiritualidad ignaciana
La espiritualidad ignaciana

"El modo del P. Arturo proponer la manera de caminar junto a descartados y a jóvenes, asumida y decida por toda la Compañìa de Jesùs, descarta y elimina toda posible relación basada en paternalismos, elitismos, favoritismos o supremacías"

"Mucho diálogo y formaciòn en comùn, entre jesuitas, descartados y jóvenes, seràn necesarios para lograr que juntos, jesuitas, descartados y jóvenes, podamos 'ver todas las cosas nuevas en Cristo'"

"Con las Preferencias Apostòlicas Universales estamos en presencia de otra de esas “fundaciones” o refundaciones"

La espiritualidad ignaciana y el caminar apostólico ignaciano, como camino de libertad, descritos por el Superior General de los jesuitas, P. Arturo Sosa, en su libro-entrevista En Camino con Ignacio, toman hoy cuerpo concreto, visible y esperanzador en las Preferencias Apostòlicas Universales que hoy orientan y activan el caminar, creativo y diversificado, de los jesuitas y sus compañeros y compañeras de peregrinar histórico.

El P. Arturo Sosa, S.J., nombra e identifica claramente esas Preferencias Apostòlicas en la presentación de En Camino con Ignacio: “Caminamos junto a los descartados del mundo, acompañados de los jóvenes, sensibles al deterioro del medio ambiente y propiciando mejorar el cuidado de la Casa Común. Caminamos y mostramos el camino hacia Dios a través del discernimiento y los ejercicios espirituales que heredamos de Ignacio de Loyola”.

Segùn esta formulación del Superior General de la Compañìa de Jesùs, P. Arturo Sosa, S.J., hoy y en todas partes, los jesuitas queremos tener dos compañeros principales en nuestro caminar apostólico: los ´´descartados del mundo´´ y los ´´jóvenes, sensibles al deterioro del medio ambiente´´ y queremos caminar con ellos, iluminados por ¨los ejercicios espirituales que heredamos de Ignacio de Loyola¨.

Libro de Arturo Sosa

El modo del P. Arturo proponer la manera de caminar junto a descartados y a jóvenes, asumida y decida por toda la Compañìa de Jesùs, descarta y elimina toda posible relación basada en paternalismos, elitismos, favoritismos o supremacías.

Mucho diálogo y formaciòn en comùn, entre jesuitas, descartados y jóvenes, seràn necesarios para lograr que juntos, jesuitas, descartados y jóvenes, podamos “ver todas las cosas nuevas en Cristo” a lo largo del actual Año Ignaciano que tiene las Preferencias Apostòlicas como la ruta renovadora del modo de vivir, convivir y proceder apostòlico de los jesuitas hoy, aquí y en todas partes de nuestro enmarañado y convulso mundo actual

Todo lo anterior nos mueve a profundizar en nuestra comprensión de estas estimulantes, innovadoras y esperanzadoras Preferencias Apostòlicas de los jesuitas.

Ayudada por las Constituciones, elaboradas por San Ignacio, la Ratio Studiorum (Còdigo educativo elaborado y oficializado a partir de 1599) y el Epìtome (Còdigo legislativo elaborado por las Congregaciones y los Superiores Generales), la Compañìa de Jesùs pudo mantener, durante cuatro siglos su unidad en su modo de vivir y actuar en lo sustancial.

Espiritualidad ignaciana

Esta unidad, rayana en la uniformidad, no impidió que después de la fundación original del 27 de septiembre de 1540, ocurrieran otras “fundaciones” como explica adecuadamente el gran historiador jesuita, P. John O’Malley, S.J. , en Los Jesuitas. Una historia de Ignacio al Presente. Ahora con las Preferencias Apostòlicas Universales estamos en presencia de otra de esas “fundaciones” o refundaciones.

Este nuevo proceso de fundaciòn o de refundaciòn renovadora de la Compañìa de Jesùs ha sido cuidadosamente estudiado por Gianni La Bella, historiador y gran conocedor de la Compañìa de Jesùs, en Los Jesuitas. Del Vaticano II al Papa Francisco.

Intentamos compartir con Uds. algunos articulitos con el contenido esencial de esta iluminadora, estimulante y esperanzadora historia de renovación ignaciana que nos està ayudando a jesuitas, compañeros y compañeras, a “ver todas las cosas nuevas en Cristo”, en nuestro peregrinar histórico.

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