Infancia Robada valora la Ley de protección integral de la Infancia y la Adolescencia "Por Diego, Carla y Jokin: un hito histórico, un canto a la libertad, la verdad, la justicia y la reparación"

Es un hito histórico. La ley de protección integral de la infancia y la adolescencia es un canto a la libertad, a la verdad, la justicia y la reparación.

Todas las leyes nacen con una vocación y en este Estado Social y Democrático de Derecho faltaba una muy importante, una que bebiera del manantial de la Constitución de 1978, que en su artículo 39 establece que los poderes públicos aseguran la protección social, económica y jurídica de la familia, así como la protección integral de los hijos y de igual modo, los niños gozarán de la protección prevista en los acuerdos internacionales que velan por sus derechos, así como de las fuentes cde la Convención de Derechos del Niño de Naciones Unidas de 20 noviembre de 1989 ratificada por España en diciembre de 1990, estableciendo que los niños, niñas y adolescentes son sujetos de derecho propio.

Establece que los Estados deben proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual. Eran muchas las tareas pendientes, las necesidades y reivindicaciones que las víctimas y supervivientes de abusos y agresiones sexuales de todos los ámbitos de la sociedad, repito: de todos los ámbitos de la sociedad, incluido el religioso, llevan algunos años a esta parte reclamando con tenaz insistencia.

El empuje y el tesón de asociaciones, fundaciones, plataformas y colectivos, además del de las propias víctimas y supervivientes denunciantes , una a una, ha sido el motor de esta ley y nunca deberíamos obviar el hecho de que sin ellas y ellos, sin sus relatos y su capacidad de seguir adelante pese a infinidad de palos en la rueda, esta ley jamás hubiera visto la luz.

Un amplio consenso político

Un hito histórico, que a nivel político, nace desde un amplio consenso, desde el trabajo parlamentario de reunirse y escuchar, de asimilar en mil y una anotaciones, todo aquello que se consideraba importante y relevante.

La subida del plazo de prescripción a 35 años es una gran noticia, también lo es la inclusión en la ley de la figura del mal llamado síndrome de alienación parental, de los juzgados especializados en delitos de violencia contra la infancia y la adolescencia, de que abogados, jueces, fiscales y todos los futuros profesionales de los sectores que tratan con estas víctimas y supervivientes durante los procesos de denuncia tengan grados de formación específica en la materia.

Para que de una vez los niños y niñas, los jóvenes, tengan el respeto requerido en una sociedad justa. Respeto a las víctimas que hasta ahora se ha seguido vulnerando de un modo vergonzoso con supuestos como el de Emiliano Alvarez, Miguel Hurtado, Francisco Méndez, Pepe Godoy, las familias Barbero y Cuatrecasas y tantas otras personas y núcleos familiares que han denunciado o no han podido denunciar. No podemos en una fecha como esta dejar de recordar a quienes ya no están entre nosotros, habiendo sufrido estos delitos y a sus familias, a todos y todas ellas, en especial a Diego, Carla y Jokin.

La ley se adapta a las víctimas

Es importante y por fin llega: la ley se adapta a las víctimas y supervivientes y no éstas a la ley. El interés superior del mejor en el foco principal, ese es el principio del fin de tantas décadas de impunidad y de amparar a verdugos y no a sus víctimas.

El momento ha llegado y con el agradecimiento sereno y sincero a todos y todas los y las que lo han facilitado, lo celebramos, con el compromiso de que este no es el punto final, porque desde Infancia Robada- ANIR, seguiremos colaborando para que todos y cada uno de los puntos del texto legal tengan la proyección y el desarrollo debidos y para que niñas, niños, adolescentes y sus familias tengan la voz que merecen y para que la verdad, la justicia, la reparación y la reinserción triunfen en defensa de sus derechos, su libertad y la justicia que tanto tiempo llevan reclamando. Es un hito histórico y nos sentimos orgullosos de poder vivirlo.

La verdadera patria del ser humano es la infancia, verdad del poeta austriaco Rilke. Sin esta ley nuestro Estado de Derecho estaba cojo. Un hito histórico que aporta luz, esperanza y que desde luego, supone un antes y un después en la defensa de las niñas y los niños que desde su vulnerabilidad, hasta ahora caminaron en un insoportable desierto, el del ninguneo, el menosprecio y la negación.

Un gran paso adelante, una trabajada solución que desde luego en esta asociación avalamos, apreciamos y ponemos en valor. Gracias a los grupos parlamentarios que votaron a favor y a todos los diputados y diputadas que en trabajo de ponencia y también a los y las que más allá de esta labor, durante horas de escucha y agencia, han puesto su empeño en darle luz. Nos sentimos muy orgullosos y orgullosas de ellos. Verdad, justicia y reparación.

Junta Directiva
Asociación Infancia Robada
Madrid, 16 de Abril de 2021