Carta abierta al Papa Francisco Los niños que no son hijos de Dios
(Feli Alonso).- Qué difícil es encabezar una carta a todo un Papa. Permítame saludarle como lo haría su madre: Querido Jorge Mario: Necesito ponerme en contacto contigo para desahogarme con un cristiano de buena ley, un cristiano buena gente, como se suele decir por estas tierras españolas. Un cristiano buena gente que le ha caído "el marrón" de ser Papa, perdón, obispo de Roma que es como a ti te gusta definirte.
Hoy ando enfadada con la dogmática católica que impera y me gustaría explicarte por qué. Hoy se ha confirmado mi hijo . Todo bien hasta que el Ordinario del lugar, como tantas veces he oído a otros curas, dice eso tan solemne de que "sólo el bautismo nos hace hijos de Dios". A mi lado estaba mi sobrina con su niña de 3 años, aún sin bautizar. Su reacción dolorida no se ha hecho esperar. La misma reacción tuve yo cuando embarazada de mi único hijo, en un bautismo familiar el celebrante, jubiloso, exclamó: ¡Ahora Olga ya es hija de Dios!. Llevé las palmas de mis manos a mi vientre preñado y susurré: ¿Y tú, hijo mío, no eres ya hijo de Dios?.
Creo urgente presentar el Bautismo ante los cristianos de una manera que diciendo lo mismo, no irrite cólera, no dolor excluyente.
Falta tacto en la pastoral sacramental. Se siguen usando fómulas anquilosadas, sin percibir que escucharlas hieren los sentimientos de fe de muchos padres que por la razón que sea han optado por no bautizar a sus hijos en edad temprana, pero que quieren creer en un Dios que, nos ha creado a todos por amor, y que todos somos hijos suyos, al margen de pertenencias confesionales. Si tenemos en cuenta que el número de bautizados va en claro descenso, nos encontramos que Dios va disminuyendo el número de sus hijos. Además, en estos tiempos de talante ecuménico, nuestra dogmática sigue declarando excluidos de la filialidad de Dios cada vez a más gente.
Es curioso que haya una polémica pública entre que si a Dios hay que llamarle Padre o si es posible definirle como Madre por tener entrañas maternas. Pero nunca sale a la palestra pública el debate sobre que presentar a Dios como Padre sólo de bautizados, ofende al mismísimo Dios. A Dios es imposible ofenderle porque sería mostrar una limitación humana. Pero lo que verdaderamente me preocupa es que el cristiano medio no se enerve ante esta tarjeta de visita tan rácana de Dios. ¿En qué Dios se nos hace creer?
Sin pretenderlo, la Iglesia al afirmar alegremente este aserto teológico provoca más de una pregunta retadora: Si un no bautizado no es hijo de Dios, ¿qué le importa a la Iglesia que la madre aborte o no? Puestos a decir barbaridades, también esta pregunta provocativa es legítima.
Cuando hablan mal de un ser querido la adrenalina nos sube y sabemos defenderlo de la injuria. Y sin embargo, cuando hablan mal de Dios, porque decir que solo es Padre de los bautizados es hablar mal de El, nos quedamos como témpanos. Tenemos una fe tan encorsetada que no nos cuestiona ni una mínima pregunta.
Me suelo sonreír cuando leo esa facilidad que tienes para las expresiones gráficas. Se ha hecho famosa la de "oler a oveja". Ahora no recuerdo otras. Me sonrío porque yo tengo esa tentación y por experiencia sé que es un arma de doble filo. El que te escucha no capta la riqueza del contenido y a veces reacciona suspicazmente.
Espero no haberte ofendido por tutearte. Sabes que pasa... sigo a diario todas las noticias que dan sobre ti y ya eres como un familiar, un tío cura que está en Roma. Cuídate. Protégete no de todos, pero sí de muchos.
Recuerdos de mi madre, una anciana de 95 años que vive con nosotros y mantiene su cabeza con la lucidez de todo un Papa. Ella fue quien enseñó a santiguarse a mi hijo cuando era un pibito de 3 años.
Mi marido es gallego, de Santiago de Compostela. Los gallegos emigraron a la Argentina y tiene familiares por allí. Creo incluso que coincidió con una persona familiar tuya que se dedica al teatro. Debió de estar en Santiago haciendo un curso con mi marido.
Que el Amor de Dios te ayude a acompañarnos en su fe en Él.
Un abrazo, hermano Francisco