Diario del obispo de Zamora, Fernando Valera, durante la visita ad limina al Papa(I) La importancia de estar con Pedro, bajo Pedro y salir fuera para anunciar el Evangelio

El obispo de Zamora, junto a la tumba de Juan Pablo II
El obispo de Zamora, junto a la tumba de Juan Pablo II

"Se comprende la necesidad de entrar en la nueva cultura, debemos evangelizar en esta nueva cultura y para ello hay que empezar un nuevo camino de evangelización"

Es necesario la fama de santidad genuina que sea espontánea, no artificial, ni “provocada”

"Somos conscientes de la crisis de vocaciones y con ello se lleva a la realidad de cerrar muchos edificios. Para ello es necesario que haya relaciones mutuas, hace falta hacer un nuevo camino juntos, las distintas congregaciones junto al Obispo diocesano"

"La comunión es caminar juntos. La recepción de todo ello  debe ser una acción más, debe ser un impulso a la vida diocesana. Y ante la pregunta ¿para qué sirve un sínodo?, la respuesta es: es una rica imagen de la naturaleza de la iglesia, se ve más ilusión en los laicos que en el clero, gran interés en los jóvenes, y lo más bonito es el proceso"

Comienza la visita ad limina del cuarto grupo de obispos en España (provincias eclesiásticas de Madrid, Toledo, Valladolid y ordinariato castrense) junto al sepulcro del primer Papa de la Iglesia, en la Cripta de san Pedro en el Vaticano, preside la Eucaristía el Cardenal Don Ricardo Blázquez, arzobispo de la provincia eclesiástica de Valladolid en la que recordó la importancia de estar con Pedro, bajo Pedro y salir fuera  para anunciar el Evangelio.

Todos los Obispos han enviado con anterioridad un informe en el que se recogen los datos, proyectos… de las distintas realidades de cada iglesia particular. Durante estos días los obispos van recorriendo las distintas congregaciones.

A las nueve de la mañana comenzó la primera de las visitas y fue al Pontificio consejo para la promoción de la Nueva Evangelización con una pequeña introducción de Mons. Reig Plá, sustituyendo a Mons. Carlos Osoro, ausente por COVID. Preside la reunión S.E. Mons. Rino Fisichella. Recuerda que el nuevo directorio, es una nueva sensibilidad, un nuevo lenguaje de la nueva cultura digital. Se comprende la necesidad de entrar en la nueva cultura, debemos evangelizar en esta nueva cultura y para ello hay que empezar un nuevo camino de evangelización. También se habló de cómo acompañar los nuevos procesos catecumenales, acompañar a una persona, a una comunidad, debe haber una relación del encuentro con el proceso catecumenal. No hay que olvidar la preparación del laicado. Es importante que la comunidad viva esté preparada para la evangelización. Se recordó la importancia de los pobres en la evangelización, son ellos, los pobres, quienes nos evangelizan. Tampoco se puede olvidar la pastoral en los santuarios, como lugares de evangelización, descubrir su valor y cuidar la acogida. Se está empezando a preparar el jubileo del año 2025, cuyo tema principal será la esperanza (esperanza ante el COVID, esperanza ante la nueva cultura, esperanza en la salvación, esperanza en el sentido de la vida…). No se olvidó de recordar la llamada a la santidad en la espiritualidad y como encuentro. La caridad necesita dar la razón, la vida de caridad como expresión de transmisión de la fe. Se terminó recordando que la transmisión de la fe se ha hecho, en muchas ocasiones, a través de los abuelos

Los obispos españoles, ante la tumba de San Pedro

A continuación fueron recibidos en la Congregación para la Causa de los Santos, presidida por el prefecto S.E.  Marcelo Semeraro, en la que actuó como relator  Mons. Francisco Cerro Chaves. Existen distintas formas de santidad, antes de iniciar una causa es necesario el placet de la Conferencia Episcopal Española. Para ello es necesario la fama de santidad genuina que sea espontánea, no artificial, ni “provocada”. 

En la Congregación para los IVC y SVA que preside el Cardenal S.E. João Braz y actuó como relator del grupo S.E.E Ricardo Blázquez. Somos conscientes de la crisis de vocaciones y con ello se lleva a la realidad de cerrar muchos edificios. Para ello es necesario que haya relaciones mutuas, hace falta hacer un nuevo camino juntos, las distintas congregaciones junto al Obispo diocesano.

Para concluir la mañana en el Sínodo de los Obispos, con el Cardenal Mario Grech y Mons. Luis Marín; el relator fue Mons. José María  Gil Tamayo.  Se recordó la importancia de la fase diocesana, es fundante No podemos olvidar la importancia de la sinodalidad, colegialidad y comunión. Es necesario realizar un proceso de discernimiento en el proceso de sinodalidad (es el Espíritu el que actúa en todos los pasos, por ello no podemos olvidar la oración, la invocación al Espíritu y acabando con el Espíritu. Es toda la iglesia quien es sinodal). La comunión es caminar juntos. La recepción de todo ello  debe ser una acción más, debe ser un impulso a la vida diocesana. Y ante la pregunta ¿para qué sirve un sínodo?, la respuesta es: es una rica imagen de la naturaleza de la iglesia, se ve más ilusión en los laicos que en el clero, gran interés en los jóvenes, y lo más bonito es el proceso. Supone un despertar del Pueblo de Dios (en el documento de Aparecida se entiende bien la sinodalidad). El proceso tiene una triple tarea: acompañar, formar e informar. No podemos olvidar que es el Espíritu quien guía. En definitiva, el Sínodo está abierto a la voluntad de la gente.

Primero, Religión Digital
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