"El papa Francisco y su pasión por la paz" Benjamín Forcano: "Campea un pensamiento único sobre la guerra en Ucrania"

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A cualquiera que lo analice, le escandalizará el hecho de que habiendo un líder de la categoría del Papa Francisco, que desde el principio alzó contundente la bandera de la paz, no haya sido alzada por la Cristiandad entera

Hoy, campea un pensamiento único sobre la guerra en Ucrania… Destinar dinero y más dinero a este alargamiento suena a locura

"Yo -reafirma el Papa- me aparto radicalmente de cuantos la sustentan: Putín, OTAN, Unión Europea y Estados Unidos. Ante la invasión de Ucrania, el pueblo tiene derecho a defenderse, pero ha sido martirizado sacrílegamente"

La alternativa existe y es la diplomacia, a condición de que sea más poderosa que la guerra, dando prioridad no a los mezquinos intereses de los Estados sino a asegurar la paz, eliminando el forzado sufrimiento del pueblo

Este comentario no tiene más mérito que ofrecer recapitulada la pasión del Papa Francisco por la paz, del ya recapitulado artículo del profesor Rafael Díaz Salazar, publicado en el periódico Público. Que una y otra reiteración sirvan al menos para compensar la no casual ausencia de tan importante autor y tema en los 'medios' de información

A cualquiera que lo analice, no sólo le sorprenderá sino que le escandalizará el hecho de que habiendo un líder de la categoría del Papa Francisco, que desde el principio alzó contundente la bandera de la paz, no haya sido alzada por la Cristiandad entera. En dos libros: “Contra la guerra” y “Una encíclica por la paz en Ucrania”, puso en el frontispicio de la Humanidad, su afán primordial por la Paz.

No deja de resultar escandaloso que, en la propia Cristiandad, que alberga a millones y millones de ciudadanos de todo el mundo, bajo la organización peculiar del compartimento episcopal, apenas haya sido mencionado, apoyado y divulgado... ¡Un silencio inexplicable y acaso imperdonable! Imperdonable, cuando era el momento de unirse a él y, en medio de los tambores ensordecedores de la guerra, optar con su misma libertad contra ella, conscientes de repeler a tiempo el huracán que se avecinaba de odio, injusticia, invasión, empobrecimiento, martirio, esclavitud y muerte.

Lo que aquí expongo se limita a plasmar concisamente el contenido de su pensamiento, reflejo de su aceptado, bendecido y universalmente anhelado compromiso. Valoren:

Hoy, campea un pensamiento único sobre la guerra en Ucrania. Yo -reafirma el Papa- me aparto radicalmente de cuantos la sustentan: Putín, OTAN, Unión Europea y Estados Unidos. Ante la invasión de Ucrania, el pueblo tiene derecho a defenderse, pero ha sido martirizado sacrílegamente. La paz es posible, lo es absolutamente, pero no sin renunciar a las armas.

"Yo -reafirma el Papa- me aparto radicalmente de cuantos la sustentan: Putín, OTAN, Unión Europea y Estados Unidos. Ante la invasión de Ucrania, el pueblo tiene derecho a defenderse, pero ha sido martirizado sacrílegamente"

Hay guerras y más guerras debido a los Estados más poderosos que buscan y defienden sus intereses avasallando. Y en Ucrania aparece indisimulado su empeño de querer lograrlo con una hegemonía global. Obviamente, a nadie se le puede ocurrir que el conflicto se soluciona prolongándolo más y más. Destinar dinero y más dinero a este alargamiento suena a locura.

La alternativa existe y es la diplomacia, a condición de que sea más poderosa que la guerra, dando prioridad no a los mezquinos intereses de los Estados sino a asegurar la paz, eliminando el forzado sufrimiento del pueblo, lo cual se consigue con la práctica del diálogo, de la colaboración y del pacto multipolares de unos con otros.

Y se hace patente la necesidad apremiante de este diálogo pacifista, que no tolera alargar la guerra, lo cual -lo digo de pasada- sería un éxito si la cuestión de los Gobiernos estuviera regida pr las mujeres, artífices naturales e incansables de la vida.

Sólo de un pactado diálogo entre iguales puede surgir la paz y nunca de un infatuado poder.
El enfrentamiento hostil es siempre repelente e inhumano y debe desaparecer. Las relaciones pacíficas, establecidas desde una base de igualdad, solidaridad y confianza mutuas, generan propuestas y soluciones de paz.

La envergadura del tema abarca a los cinco continentes y, es en la guerra, donde el Primer Mundo se alza explotador sin piedad y martirizante de todos los pueblos del Sur. Como si su dignidad, valores y derechos no contasen para nada, acrecentando en todos ellos la infamia moral de la desiguald ,de la injusticia, la miseria y la esclavitud. Todas sus numerosas y detestables carencias, acusan al Primer Mundo de usurpación feroz e imperdonable.

La mentablemente, los planes secretos de las élites económicas y militares, espoleadoras de la guerra, avanzan irrefrenablemente hacia un cataclismo nuclear donde los vencidos y destruidos seríamos todos. Tal proceso no va a conseguir ni asegurar las medidas necesarias para el triunfo de una victoria militar. Urge, por tanto, apurar las medidas pertinentes para evitar una conflagración mundial.

"El camino, que nos toca recorrer, consiste en no tolerar la invasión violenta e irracional de ningún país y un renunciar a toda pretensión de hegemonía mundial"

El camino, que nos toca recorrer, consiste en no tolerar la invasión violenta e irracional de ningún país y un renunciar a toda pretensión de hegemonía mundial. Optamos, y confio sea la opción de todos, por el camino de la paz y nunca por el camino de la guerra.

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