Carta del Párroco de S. Millán Abad de Cañamares (Cuenca) al subdelegado del Gobierno "Se pone en su conocimiento": Sin hogar, y sancionado por la autoridad

"Se pone en su conocimiento": Sin hogar, y sancionado por la autoridad
"Se pone en su conocimiento": Sin hogar, y sancionado por la autoridad

"Le pido que haga justicia, porque si no, voy a ser como la viuda del evangelio, le estaré molestando e importunándolo hasta que se haga justicia"

"¿Sabe lo que es la compasión? ¿Dónde está su humanidad? ¿Desde cuándo la pobreza es criminalizada en una democracia plena como es España?"

A la atención de D. Juan Rodríguez Cantos, Subdelegado del Gobierno en Cuenca:

Después de Semana Santa recibió usted la queja sobre una injusticia acontecida contra una persona sin hogar, que vive en la calle con sanciones por más de 1800 euros, que se ha incrementado por impago a Hacienda por más de 2100 euros, en uno de sus escritos que contaba su experiencia personal vivida durante estos meses duros previos y durante la pandemia, y en especial los primeros, le pedía por favor su ayuda. El día de ayer recibió la notificación fría que concluía con el siguiente párrafo:

“Según lo anterior, cabe concluir que las actuaciones habidas hasta el momento se han desarrollado  conforme a la norma aplicable. Lo que se pone en su conocimiento”.

Me pregunto: ¿Si usted tiene y sabe lo que es la compasión? ¿Dónde está su humanidad? ¿Desde cuándo la pobreza es criminalizada en una democracia plena como es España?

Como dice E. Lévinas toda ética que no comience por lo personal no puede trasladarse a lo público, esto exige obligaciones morales para con el otro que es rostro, en la no-indiferencia hacia los otros. Las instituciones y el Estado tienen la función principal de instaurar un mundo justo y responsable, defender que las personas sean ciudadanos, no individuos, defender y cuidar especialmente a los más vulnerables. La justicia será justicia cuando este vigilada y cuestionada  por la ética, porque si no corre el riesgo de volverse injusticia, o justicia vindicativa. Además corre el riesgo que se banalicen las leyes como hicieron los alemanes en el cumplimiento de leyes que dictó Hitler, y ya sabemos cómo acabó todo. Aunque Lévinas dice que la ética no basta, sobre todo cuando es light e indolora, es preciso que venga acompañada de la mística y de la trascendencia, para que sea una ética del cuidado, de la atención al otro, de verse afectado por lo que afecta al otro, y especialmente de su sufrimiento.

También hay una pérdida de la memoria, en especial la memoria del dolor, que no se expresa en términos abstractos, habla del sufrimiento concreto de las personas. Cuando se olvida ese sufrimiento, empieza un lento proceso de deshumanización de un pueblo y de una cultura. J.B. Metz insiste en la dimensión subversiva de la memoria, porque no deja que se olvide a las víctimas, se les pone en el centro, no deja que se olvide el sufrimiento de las víctimas en las noches de los tiempos, no se olvida del mal practicado.

Carta colocada en la puerta de la parroquia
Carta colocada en la puerta de la parroquia

Hay una parábola del evangelio que contó Jesús sobre una viuda, que eran las personas más vulnerables en tiempos de los profetas, y en tiempos de Jesús, que dice lo siguiente: «Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En aquella ciudad había una viuda que solía ir a decirle: “Hazme justicia frente a mi adversario”. Por algún tiempo se estuvo negando, pero después se dijo a sí mismo: “Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está molestando, le voy a hacer justicia, no sea que siga viniendo a cada momento a importunarme”». El caso presentado como injusticia es el mismo que el de la viuda, le pido que haga justicia, porque si no, voy a ser como la viuda del evangelio, le estaré molestando e importunándolo hasta que se haga justicia.

La justicia que hace más daño a la imagen, es la opinión pública… “Lo que se pone en su conocimiento”.

Francisco Javier Gómez Ortega

                                    Párroco de S. Millán Abad de Cañamares (Cuenca)

                                    En Cañamares, a 6 de mayo de 2021.

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