"¿De verdad la biblia condena la homosexualidad?" ¿Qué sabes sobre la diversidad sexual y de género?

Jesús y los gays
Jesús y los gays

"La mayoría de las iglesias cristianas, así como muchas religiones del mundo, convencen a sus fieles para que acepten, como verdad revelada por Dios, sus enseñanzas homófobas y discriminatorias"

"Me he encontrado con creyentes cuya capacidad crítica y conciencia han sido anuladas, neutralizadas, en pos del criterio único y homófobo, impuesto por los dirigentes de tales iglesias"

"Rendir el juicio y la voluntad a las autoridades eclesiásticas es considerado un acto de fe"

"¿De verdad que la palabra que se predica en estas iglesias es el evangelio liberador de Cristo? Por favor, háganse más preguntas y dejen de tener respuestas para todo"

Hace unos meses, tuve la suerte de saludar en la feria del libro de Sevilla, al profesor y escritor español, Javier Cercas. Estaba firmando libros en el stand de una conocida editorial española. Mi esposo, nuestro amigo Raül de Barcelona y un servidor, nos acercamos al lugar donde se encontraba para que nos dedicara una de sus obras, “El punto ciego”. Javier estaba sorprendido y entusiasmado porque, minutos antes, había conversado con un chico que le había agradecido enormemente la publicación de este libro.

Aquel joven, de unos treinta y tantos años, ante la pregunta insistente de Javier, de por qué le estaba tan agradecido por aquel libro, le dijo lo siguiente: “porque yo, antes de leer este libro, pertenecía a un grupo neonazi y gracias a su lectura he dejado de pertenecer a él. Leyendo este libro me he dado cuenda de que lo único que hacía es darme respuestas a todo, y lo que yo tenía que hacer era formularme preguntas. Me di cuenta que es más importante formularse preguntas que darse respuestas”.

Libro de Javier Cercas

Aquel chico, tras leer el ensayo, “El punto ciego” de Javier Cercas, descubrió la importancia de acercarse a la realidad de manera crítica. Como dice mi amigo Raül de Barcelona, “repensando el mundo críticamente”. Para Cercas, las palabras de aquel joven, constituyeron el mejor elogio que le habían hecho nunca de un libro suyo. 

Esta anécdota me ha hecho pensar en la triste realidad con la que nos encontramos los creyentes LGBTIQ+, cuando acudimos a ciertas iglesias cristianas, como la iglesia católica, ortodoxa, algunas protestantes, evangélicas y pentecostales, y manifestamos abiertamente nuestra orientación sexual o de género. Lo habitual es que nos topemos con personas que directamente nos rechazan, porque están convencidas de que Dios no acepta la diversidad sexual y de género.

¿Cómo han llegado a esta conclusión? ¿Por qué creen que Dios condena a las personas LGBTIQ+? Sencillamente, porque así se lo han enseñado los dirigentes, autoridades y jerarcas de las instituciones religiosas a las que pertenecen. Y ellos han aceptado estas enseñanzas como provenientes de Dios, sin cuestionarlas, ni profundizar en ellas. Estos creyentes aceptan las respuestas que sus iglesias les dan sobre las personas LGBTIQ+, sin preguntarse jamás si tales enseñanzas son, realmente, conformes al querer de Dios. 

Bandera arcoiris
Bandera arcoiris

 La mayoría de las iglesias cristianas, así como muchas religiones del mundo, convencen a sus fieles para que acepten, como verdad revelada por Dios, sus enseñanzas homófobas y discriminatorias. Muchos dirigentes religiosos, persuaden a los miembros de sus iglesias, para que no ejerzan el sentido crítico, ni tengan juicio propio, ni opinen sobre la diversidad sexual y de género. Convencen a sus fieles para que crean que sólo serán buenos cristianos, católicos o evangélicos, si aceptan y defienden que Dios no aprueba a las personas LGBTIQ+. ¡Como si pensar no fuera cristiano! ¡Como si un creyente no pudiera estar en desacuerdo con lo que dice la institución eclesial a la que pertenece!

Personalmente, me he encontrado con creyentes cuya capacidad crítica y conciencia han sido anuladas, neutralizadas, en pos del criterio único y homófobo, impuesto por los dirigentes de tales iglesias. Una manera muy sutil y perspicaz de manipular las conciencias e invalidar a las personas.

Y lo más triste aún, justifican esta actitud paternalista y manipuladora, aludiendo a la obediencia de fe que los creyentes deben tener en quienes, supuestamente en nombre de Dios, ejercen la autoridad magisterial dentro de estas iglesias. Rendir el juicio y la voluntad a las autoridades eclesiásticas es considerado un acto de fe. Hay ministros ordenados y pastores que están convencidos de que su iglesia es la única y verdadera, la que Cristo instauró. Se creen en plena posesión de la verdad absoluta y plena, y consideran que sus interpretaciones de la biblia son infalibles e irrefutables. ¡Menudo panorama!

Gays católicos alemanes
Gays católicos alemanes

¿Te has preguntado alguna vez, qué sabes sobre la diversidad sexual y de género? ¿Has estudiado a fondo, y de manera crítica, lo que al respecto dice la biblia, la tradición y el magisterio de tu iglesia? O más bien, ¿das por hecho, que todo lo que te dicen en tu iglesia es cierto y verdadero? ¿Dónde queda tu formación personal como creyente y tu capacidad crítica? ¿Por qué crees que Dios rechaza la diversidad sexual y de género?, ¿porque otros te han convencido de ello? ¿Qué razones personales y argumentos convincentes tienes, a parte de lo que te imponen los pastores u obispos de tu iglesia, para creer que Dios condena a las personas LGBTIQ+?

Parafraseando una idea que José Ignacio González Faus presenta en su libro, “La autoridad de la verdad. Momentos oscuros del magisterio eclesiástico”, no es la verdad de la autoridad (eclesiástica) la que ha de imponerse, sino la autoridad de la verdad, la cual, por sí misma, convence y permite a los creyentes crecer para que piensen por sí mismos y adopten una actitud crítica, madura y libre ante la diversidad sexual y de género.

Las personas e instituciones religiosas que sólo saben aferrarse a doctrinas tradicionalista y obsoletas, conservándolas como si fueran piezas arqueológicas de museo, y no aceptan que la tradición está en continúa evolución y cambio, deberían aprender de aquel joven que se acercó a Javier Cercas a agradecerle su libro. Deberían no darse tantas respuestas, pensando que lo saben todo, sino más bien, hacerse preguntas como las siguientes: ¿De verdad la biblia condena la homosexualidad? ¿Son correctas las traducciones de los pasajes bíblicos con los que se rechaza la homosexualidad?

Jesús Donaire
Jesús Donaire

¿A la hora de interpretar tales textos bíblicos, no deberíamos tener en consideración los contextos históricos, religiosos, culturales y literarios en los que fueron escritos? ¿O es mejor continuar defendiendo una interpretación homófoba, obsoleta y fundamentalista de estos pasajes bíblicos, con la que estas iglesias cristianas continúan incitando gravemente al odio, a la estigmatización, persecución y condena de las personas LGBTIQ+? ¿De verdad que la palabra que se predica en estas iglesias es el evangelio liberador de Cristo? Por favor, háganse más preguntas y dejen de tener respuestas para todo.

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