"Hay que pensar y vivir la comunión no como uniformidad, sino como participación" La sinodalidad, forma de la Iglesia unida y plural del siglo XXI

Crucifijos
Crucifijos Corey Collins

"El cristianismo y la Iglesia católica están desplazando su centro de gravedad del Norte al Sur del mundo: si a principios del siglo XX el 80% de los cristianos vivían en Europa y América del Norte y sólo el 20% en África, Asia, América Latina y Oceanía, en 2050 esta proporción se habrá invertido"

"El reto clave para la Iglesia del nuevo milenio parece ser el pleno reconocimiento de la subjetividad de las Iglesias particulares -y especialmente, por razones históricas, las del Sur del mundo- entendida, por un lado, como posibilidad de expresar la fe en formas (doctrinales, litúrgicas, ministeriales, éticas, eclesiales, etc.) legítimamente diferentes y, por otra parte, como el hecho de sentarse con pleno derecho a la mesa de la Iglesia universal para debatir"

En el "cambio de época" al que se ha referido repetidamente el papa Francisco, el cristianismo participa plenamente al menos por tres grandes novedades: por primera vez en sus dos mil años de historia, de hecho, el cristianismo, que durante 1500 años había permanecido básicamente confinado a Europa y la cuenca mediterránea, ha alcanzado una dimensión planetaria, estando ahora presente, aunque en diversos grados, en todos los continentes. Y esto también se aplica a la Iglesia Católica.

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En este marco, el cristianismo y la Iglesia católica están desplazando su centro de gravedad del Norte al Sur del mundo: si a principios del siglo XX el 80% de los cristianos vivían en Europa y América del Norte y sólo el 20% en África, Asia, América Latina y Oceanía, en 2050 esta proporción se habrá invertido.

En tercer lugar, el mundo cristiano está experimentando un proceso de pluralización, tanto en las tres grandes tradiciones, la católica, la ortodoxa y la protestante (hay más de 50.000 denominaciones, y no solo en el ámbito evangélico), como por la aparición de nuevas corrientes al margen de ellas (por ejemplo, el adventismo), así como por la creciente diversidad de culturas, posturas teológicas y éticas, formas de organización y prácticas pastorales dentro de las mismas denominaciones. La diversidad es, pues, un rasgo definitorio del cristianismo actual.

Oración en un encuentro cristiano en Brasil
Oración en un encuentro cristiano en Brasil Pedro Lima

En los últimos siglos, en la expansión del cristianismo hacia el Sur global ha prevalecido un proceso de construcción de Iglesias locales moldeadas en el modelo de aquellas de las metrópolis centrales, con la 'romanización' en la Iglesia católica y las 'iglesias de misión' anglosajonas en la protestante.

Pero desde hace varias décadas, el proceso de descolonización y la renovación de la eclesiología y de la misiología han conducido a una reevaluación de la subjetividad de las Iglesias particulares (de las cuales Ad gentes 6 habla en términos de "Iglesias autóctonas") y a la valorización de las culturas locales.

Entonces, el reto clave para la Iglesia del nuevo milenio parece ser el pleno reconocimiento de la subjetividad de las Iglesias particulares - y especialmente, por razones históricas, las del Sur del mundo - entendida, por un lado, como posibilidad de expresar la fe en formas (doctrinales, litúrgicas, ministeriales, éticas, eclesiales, etc.) legítimamente diferentes y, por otra parte, como el hecho de sentarse con pleno derecho a la mesa de la Iglesia universal para debatir, a partir de su propia identidad, todos los problemas de la fe y de la vida, en el marco de una comunión de Iglesias.

Columnata del Vaticano
Columnata del Vaticano Patrick Schneider

Ya Karl Rahner se había dado cuenta de que el gran desafío después del Concilio es llegar a ser una Weltkirche (Iglesia mundial), porque la Iglesia universal sólo existe en comunidades concretas y visibles a través de sus propias formas socioculturales: "O la Iglesia ve y reconoce estas diferencias de otras culturas, en medio las cuales debe convertirse en Iglesia mundial, y saca las consecuencias necesarias con audacia paulina, o sigue siendo una Iglesia occidental, traicionando en última instancia el sentido del Vaticano II".

Esta es la cuestión que recorre todo el Instrumentum laboris (cfr. sobre todo las Sécciones A y B3), que la resume en la eficaz fórmula de "unidad en la diversidad".

Si, en efecto la autocomprensión que hoy tiene la Iglesia de sí misma ya no acepta procesos de homologación, esta misma autocomprensión no cuestiona el valor de la unidad. La sinodalidad aparece por tanto, la respuesta posible para mantener unidas de manera fructífera estas dos dimensiones inseparables de la Iglesia. Esta implica, por una parte, el desarrollo de una mentalidad que se acostumbre a pensar y vivir la comunión no como uniformidad, sino como participación en las verdades esenciales del Evangelio reveladas por Jesucristo a través del Espíritu, y la diversidad como expresión legítima del esfuerzo de los creyentes por proclamar y dar testimonio de la fe cristiana en su propio contexto histórico y cultural; por otro lado requiere estructuras sinodales capaces de dar plena manifestación a la variedad de culturas, liturgias, teologías, etc., a través de las cuales l@s cristian@s del mundo viven su ser Iglesia de Cristo y, al mismo tiempo, de hacer visible la común pertenencia a la Iglesia católica, acompañando el papel esencial que desempeña el servicio petrino a la unidad.

Una persona sostiene un libro de oraciones durante una celebración religiosa
Una persona sostiene un libro de oraciones durante una celebración religiosa Tyler Callahan

La búsqueda de formas para ello en el plano institucional (creación de patriarcados continentales, ampliación de las competencias de las conferencias episcopales, definición del estatuto de las asambleas eclesiales, formación de órganos de corresponsabilidad a nivel de la Iglesia universal, etc.) es quizá la tarea principal de este Sínodo. Como recuerda el mismo (p. ej. n. 28), así la Iglesia podrá gestionar las tensiones sin dejarse aplastar por ellas y abordar en caridad las cuestiones sobre las que existen diferentes sensibilidades y opiniones.

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