Los niños trabajan la jornada completa por un dólar diario El sonido de las piedras de la canteras de Tchachegou en Benín

"Dependiendo del tamaño de sus manos les toca picar unas u otras. El sonido de la maza cuando rompe la piedra, dentro de un silencio ambiental, te recorre todo el cuerpo sintiendo un escalofrío"
"Mensajeros de la Paz lleva 25 años trabajando en este país, dando pasos, mejorando poco a poco la vida de estas personas"
"A poca distancia de la cantera hay un centro para niños y huertos para sus madres, con el apoyo económico de los congresos 'Vida más allá de la vida'"
"Ojalá consigamos aumentar el número de niños y niñas en el centro, el número de mujeres en los huertos y que la cantera quede vacía y dejen de sonar las piedras"
"A poca distancia de la cantera hay un centro para niños y huertos para sus madres, con el apoyo económico de los congresos 'Vida más allá de la vida'"
"Ojalá consigamos aumentar el número de niños y niñas en el centro, el número de mujeres en los huertos y que la cantera quede vacía y dejen de sonar las piedras"
| Elena Alonso / Fundación Mensajeros de la Paz
Hay sonidos que se quedan grabados para siempre en nuestros oídos, pero hay algunos que se quedan también en el corazón. Así es el sonido de las piedras de las canteras de Tchachegou, en Benín, uno de los países más pobres del mundo. Y así es en la realidad: Pobreza y esclavitud.
Niños y niñas de diferentes edades pasan su día, de sol a sol, picando piedras en esta cantera. Dependiendo del tamaño de sus manos les toca picar unas u otras. El sonido de la maza cuando rompe la piedra, dentro de un silencio ambiental, te recorre todo el cuerpo sintiendo un escalofrío. No hay risas, no hay juegos, sólo trabajo y silencio, sólo se oyen las piedras. Jornada completa por un dólar diario para toda la familia.

Mensajeros de la Paz lleva 25 años trabajando en este país, dando pasos, mejorando poco a poco la vida de estas personas.
A poca distancia de la cantera hay otro mundo, un centro para que estos niños y niñas salgan de esa vida injusta y puedan reír y jugar, asi como unos huertos donde las mujeres están aprendiendo a cultivar para su propio consumo y para comerciar, siempre con el objetivo de salir de esa cantera llena de polvo y peligros. Todo esto ha sido posible al apoyo económico de los congresos “Vida más allá de la vida”.

Carta de las mujeres:
“Cada día trabajamos con valentía en este huerto para apoyar a nuestras familias y seguir adelante. Gracias a este proyecto, aprendemos a cultivar, a organizarnos y a apoyarnos mutuamente como mujeres. Este jardín se ha convertido en un lugar de aprendizaje, solidaridad y esperanza para todas nosotras. Agradecemos todo el apoyo ya recibido y su seguimiento. Gracias por creer en nosotras y caminar a nuestro lado”.
Ojalá consigamos aumentar el número de niños y niñas en el centro, el número de mujeres en los huertos y que la cantera quede vacía y dejen de sonar las piedras.
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