El país está al borde de un estallido social y la prensa internacional guarda silencio En Ecuador, tras seis años de políticas neoliberales, hasta la tierra se viene abajo

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Hace unas horas, hablando con una amiga de Bogotá y contándole lo que pasa en Ecuador, me dijo que escribiera lo que está pasando, porque en su país la prensa no habla ni dice nada. Cuando leo los periódicos de España, tampoco dicen nada

Ayer (27 de marzo) amanecimos en Ecuador con un movimiento de tierra. Fue el de un cerro que se deslizó sobre parte de una población -ALAUSÍ- sepultando casas y gente. Se habla de 60 desaparecidos debajo de la tierra

Hace unas horas, hablando con una amiga de Bogotá y contándole lo que pasa en Ecuador, me dijo que escribiera lo que está pasando, porque en su país la prensa no habla ni dice nada. Cuando leo los periódicos de España, tampoco dicen nada. Únicamente, que se nombra recientemente como Presiente pro-tempore de la Cumbre Iberoamericana al Presidente de Ecuador. Y me decidí a escribir algo de lo que está ocurriendo.

Ayer (27 de marzo) amanecimos en Ecuador con un movimiento de tierra. La semana pasada fue otro movimiento, también de la TIERRA, pero de 6.5 grados de intensidad. 16 muertos y casas destruidas, más el susto de oir y sentir la tierra temblando en nuestros pies. El movimiento de ayer fue el de un cerro que se deslizó sobre parte de una población – ALAUSÍ – sepultando casas y gente. Se habla de 60 desaparecidos debajo de la tierra.

Ayer también se envió el pedido de la Asamblea Nacional – Parlamento - a la Corte Constitucional para que admita el inicio de un juicio político al Presidente de la República para su destitución por “Por delitos de cohecho, peculado y enriquecimiento ilícito” (Art.129 inciso 2 de la Constitución). El pedido de juicio político fue aprobado por 104 asambleistas, de 136 que componen la Asamblea. Se espera el pronunciamiento de la Corte Constitucional, tal y como exige la Constitución. Con el dictamen favorable de la Corte da comienzo la celebración del juicio. El Presidente puede ser destituido por una mayoría de dos terceras parte de la Asamblea Nacional, 92 asambleistas.

Las acusaciones son graves. Y la situación del país es igualmente grave. Desde las acusaciones públicas del embajador de los Estados Unidos que habló de “narco-generales” en entre los altos mandos de la Policía Nacional, hasta bandas de narcotraficantes ajusticiando a rivales de otras bandas en las cárceles del país. Van más de 400 presos ejecutados cruelmente al interior de las cárceles, a vista y paciencia de las autoridades. Y ahora otra plaga: el cobro de las llamadas “vacunas”, que es el pedido de bandas delictivas de dinero a cambio de seguridad. Hasta se ha dado el caso de un sacerdote a quien una de las bandas de pedía una cantidad de dinero para que pudiera seguir ejerciendo su ministerio. Y para colmo, la acusación de pactos o nexos de elementos del gobierno con la “mafia albanesa”.

En medio de esta situación, la conducción del país en manos de un banquero, fiel ejecutor de políticas diseñadas al más fiel y puro estilo neoliberal: hay que reducir el déficit público a base de recortes en todos los gastos de salud, no hay medicinas en los hospitales; en educación, no se construyen nuevas escuelas ni se mantienen las actuales; hasta la Policía carece de combustible para sus automóviles y de chalecos antibalas; las carreteras se deterioran por falta de mantenimiento durante seis años consecutivos.

Mientras, se habla de privatizar las telecomunicaciones, los pozos petroleros. Por ejemplo: Ecuador no tiene CORREO, fue suprimido para ahorrar costos. Se quiere privatizar el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social; el que fue Banco de Fomento (para la agricultura) y el Banco del Pacífico que fue salvado por el Estado en la anterior crisis bancaria y que ahora da utilidades, también se quieren “desinvertir”.

Mientras, el país tiene en el exterior reservas internacionales por cerca de 9.000 millones de dólares que no pueden ser usadas por el Estado y que son una garantía para pagar a los acreedores de la deuda externa, una buena parte de ellos son inversionistas nacionales. Y por eso se habla de recurrir a más endeudamiento externo, que será carísimo porque el riesgo país es superior a 1800 puntos.

"Mientras, se habla de privatizar las telecomunicaciones, los pozos petroleros. Por ejemplo: Ecuador no tiene CORREO, fue suprimido para ahorrar costos. Se quiere privatizar el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social; el que fue Banco de Fomento (para la agricultura) y el Banco del Pacífico que fue salvado por el Estado en la anterior crisis bancaria y que ahora da utilidades, también se quieren 'desinvertir'"

Consecuencia de esta situación, hoy Ecuador es el país que ve una salida enorme de sus ciudadanos, clandestinamente, pasando por el macabro “tapón del Darién” rumbo a los Estados Unidos, guiados por coyoteros implacables, y sujetos a toda clase de maltrato. Antes se iban a España, Italia, etc. porque no se necesitaba visa. Hoy esa puerta está cerrada.

En los últimos seis años se han suprimido más de medio millón de empleos, pero se han condonado más de 2.000 millones de dólares de deudas a las grandes empresas, empezando por las petroleras.

Sin embargo, las remesas enviadas por los emigrantes son superiores a algunas de las más importantes exportaciones. Según datos del Banco Central del Ecuador, en el primer semestre del año 2022 se recibieron 1.160 millones de dólares provenientes de las remesas. Lo que daría como resultado que los emigrantes envían al país el equivalente al 3% del PIB. En buen romance, los emigrantes son los mayores sostenedores de la dolarización y el alivio de las economías familiares populares y también, de las economías sumergidas.

"Es una pena ver que un país, que hace no menos de 10 años era casi un modelo de desarrollo, en seis años de políticas neoliberales, más la pandemia, lo han convertido en casi un estado fallido, aterrorizado"

Es una pena ver que un país, que hace no menos de 10 años era casi un modelo de desarrollo, en seis años de políticas neoliberales, más la pandemia, lo han convertido en casi un estado fallido, aterrorizado por peleas de bandas por el dominio de los territorios y del tráfico de droga que, procediendo de Colombia y Perú, va camino de puertos europeos y norteamericanos.

Ya en el año 1990, un grupo de obispos católicos y evangélicos, reunidos en Kingston – Jamaica, tratando el tema de “ Deuda Externa y Narcotráfico” decían: “Por otra parte, en el otro extremo, han aparecido empresarios de la droga, una “narco-burguesía” que ha acumulado poder, recursos y propiedades, distorsionando aún más los procesos sociales, como se ha visto en el caso de Colombia, han impulsado graves retrocesos sociales y políticos, la llamada “contra-reforma agraria”, que ha llevado a la violencia rural”. Y añaden: “crimen a nivel microsocial, corrupción estatal, actividades policiales extremadamente represivas, que violentan los derechos humanos fundamentales, ha sido algunas de las consecuencias de lo anterior”

Y para colmo de males, se ha denunciado, y así aparece en el documento de lo que será el juicio, propiedades y cuentas bancarias de altos dignatarios en paraísos fiscales.

No sería de extrañar que si la Corte Constitucional no da paso al Juicio Político, se dé un estallido social cuyas consecuencias son imprevisibles. Hay todos los elementos para ello.

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