"Si es por dinero, ¡dígannoslo de una santa vez! ¿Cuánto hay que pagar, sí 'pagar'?" Casi toda la verdad sobre Guadalupe

Virgen de  Guadalupe
Virgen de Guadalupe

"El 'caso Guadalupe' es tan insólito, diríase único en el orbe católico, que su tratamiento informativo resulta de interés, no solo religioso, sino social y hasta político"

"De proseguir, las cosas como están, en Guadalupe, toda Extremadura y alrededores, la sinodalidad es y será palabra vacua, ininteligible y acatólica"

"Y es que, por ejemplo, en la archidiócesis de Toledo, después de su catedral –'dives' (rica) toletana- , no hay otro santuario o lugar sagrado, que genere mayor cantidad de dinero que el de Guadalupe"

"¿Otras razones, además de las económicas, que justifiquen la indisolubilidad casi- sacramental de Guadalupe con Toledo y su arzobispado, exiliada su Virgen de las tres diócesis de Extremadura? Me limito a relatar lo que el pueblo 'fiel' piensa y proclama"

"Las recientes palabras pro guadalupanas del nuevo obispo de Coria-Cáceres, de procedencia 'toledana', dan la impresión feliz de encontrarnos ya en vísperas de ponerle el punto y aparte a tan autonómicamente ofensivo problema"

El “caso Guadalupe“ es tan insólito, diríase único en el orbe católico, que su tratamiento informativo resulta de interés, no solo religioso, sino social y hasta político. En su diversidad de vertientes, está justificada su presencia en RD., aunque sin dejar de resaltar el hecho de que un bien declarado por le UNESCO, “Patrimonio de la Humanidad”, con plenos merecimientos para el monasterio y santuario de la Virgen, sigan siendo administrados canónicamente por la diócesis de Toledo, capital de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, y no por cualquiera de las extremeñas, de cuya Comunidad es su patrona y su “santo y seña” por antonomasia.

A tan recóndito e insondable “misterio” intento asomarme de nuevo, previas las indagaciones correspondientes, con devoción, conciencia y consciencia, convencido de que su posible explicación ronde o supere las fronteras de cualquier otra verdad de la Mariología popular. Adelanto que, de proseguir, las cosas como están, en Guadalupe, toda Extremadura y alrededores, la “sinodalidad” es y será palabra vacua, ininteligible y acatólica.

Virgen de Guadalupe

Y es que, por ejemplo, en la archidiócesis de Toledo, después de su catedral –“dives” (rica) toletana”- , no hay otro santuario o lugar sagrado, que genere mayor cantidad de dinero que el de Guadalupe. El Cabildo catedralicio toledano, siendo aún deán del mismo quien fuera cesado, lamentaba que, a consecuencia de las restricciones impuestas al turismo, “se habían perdido unos cinco millones de euros”.

Desconozco las cifras referidas al complejo de Guadalupe, canónicamente perteneciente, con 31 pueblos más extremeños, a la “Sede Primada” de Toledo, a sabiendas de que los cepillos –“cajas previstas de una ranura que se coloca en las iglesias o en otros lugares para recoger limosnas “- habrán de ser una y otra vez vaciados, dado que la piedad, el fervor, los milagros y “milagrerías”, y los enterramientos en la cripta, son fuentes de donaciones muy generosas. (Doy por sabido que los cepillos fueron ya, en algunos lugares, substituidos por procedimientos y medios más técnicos y efectivos).

¿Otras razones, además de las económicas, que justifiquen la indisolubilidad casi- sacramental de Guadalupe con Toledo y su arzobispado, exiliada su Virgen de las tres diócesis de Extremadura?

Me limito a relatar lo que el pueblo “fiel” piensa y proclama sin renuencia y sin renunciar a la fe, pese a que en frecuentes ocasiones -casi sistemáticamente- y por parte de la jerarquía, se le obsequie con el apelativo de “vulgo”, es decir, “conjunto de personas que no tienen mucha cultura, educación o una posición social destacada”, sobre todo como en nuestro caso, en materias de religión.

Monasterio de Guadalupe

Pero este “vulgo” sabe ya, porque lo ha estudiado, que los todopoderosos, guerreros y algunos “fecundos”, arzobispos de Toledo, “Primados de las Españas”, le conquistaron al “moro” esta parte de la geografíahispanaque, con plenas garantías y previa recepción de indulgencias, les fue asignada por los reyes, con sus pingües rentas de personas y bienes.

Este mismo “vulgo” comenta que, quienes estimulan y fomentan la desafección religiosa de los pueblos constitucionalmente extremeños, pero “toledanos “por el toque de campanas de sus torres, son fervorosamente sus propios párrocos, convencidos estos que en Toledo, las posibilidades de su “carrera eclesiástica”, habrán de serles mucho más rentables que las de Coria-Cáceres, Plasencia o Mérida-Badajoz. Basan además su falaz argumentación en que en el Seminario de Toledo las vocaciones sacerdotales se cuidan mucho mejor, refiriendo que los Seminarios Mayores de Plasencia y de Mérida-Badajoz hayan tenido que clausurarse por falta de vocaciones. (Me limito a sugerirles a estos “diagnosticadores” que preparen otros argumentos para esgrimirlos en aquellos casos, cuando lleguen a hacerse públicos, números y circunstancias de determinados abusos clericales y más, por acción u omisión).

Los seglares extremeños tampoco se han planteado el tema de Guadalupe “como Dios manda” y lo exigen los nuevos tiempos en los que vivimos. El movimiento “Guadalupex” es una honrosa excepción que se mantiene a base de frágiles promesas por parte de obispos y arzobispos por los que son recibidos sus directivos, pero que jamás se han convalidado ninguna de ellas, cosa que ni siquiera en esferas políticas, sociales o municipales suele acontecer, por prescribirlo así las buenas costumbres y los buenos modales. Lo de que “Roma tiene la palabra”, es aseveración fácilmente desmontable por su complemento curial de que “de Roma viene, lo que a Roma va, y si es con dinero, más presto será”.

Y si es por dinero, ¡dígannoslo de una santa vez!¿Cuánto hay que pagar, sí “pagar”? ¿A quien? ¿Cómo, sin IVA o con IVA? Ya sé que este lenguaje es antievangélico por comercial y transaccional. Pero es lo que ha habido -y hay- en la Curia Romana, tal y como el bendito papa Francisco denuncia hasta enronquecer y enrojecerse… De las “Damas” y Caballeros”, por muy de Guadalupe que sean y así se intitulen, no hay que esperar demasiado en cuanto a la reconversión de la Patrona a Extremadura desde las tierras toledanas.

Aun comprobando que también religiosamente Extremadura tenga que seguir ocupando los últimos puestos canónicos en relación con su Patrona la Virgen, -al igual que en tantos otros órdenes del progreso -, me hago eco del comentario de muchos apuntando a que, en circunstancias similares respecto a la “franja” aragonesa-catalana, no han sido los baturros precisamente los perdedores…. Para su comprobación patriotera invocaron a Agustina de Aragón y a lo de que “La Virgen del Pilar dicen/ que no quiere ser francesa/, sino que quiere ser capitana…”. ¿Cuándo volverá a cantarse con piedad, respeto, historia y sin melancolía, aquello de “somos los hijos/ del gran Pizarro,/ los hijos somos de Hernán Cortés/; y en nuestro pecho/ noble y bizarro …”

¿Más cartas al Nuncio de SS.? Quede constancia de que está muy atareado con en constante peregrinaje de “tomas de posesión” y “entronizaciones” de nuevos obispos. ¿Pero está todavía para fiestas la Iglesia?

La solución canónica de “Plasencia-Guadalupe” como diócesis, podría se aceptable, con lo que las posibilidades mirobrigenses de Ciudad Rodrigo se desvanecerían del horizonte de Extremadura, también desdichadamente “despatroneada” y sin opción alguna a que nadie se decida a canturrearle a la Virgen las devotas y fervorosas “mañanitas” guadalupanas.

¡Felicidades por la idea de la magna exposición “Transitus-Las Edades del Hombre” planificada para las catedrales de Plasencia!. Pero, por favor, que esto no difumine en absoluto la reclamación impertérrita de la pertenencia de la imagen de la Virgen de Guadalupe y del santuario, con todas sus consecuencias, a la Comunidad de Extremadura.

Si, Roma, es decir, el Vaticano y sus Cardenales, con sus villas, sus capisayos y el mantenimiento de sus principescos estilos de vida, precisan dinero, sin rehuir el guadalupano, …¡Pero díganlo de una “santa” vez! y, si tan solo de eso se trata, echaremos cuenta unos y otros…

Las recientes palabras pro guadalupanas del nuevo obispo de Coria-Cáceres, de procedencia “toledana”, dan la impresión feliz de encontrarnos ya en vísperas de ponerle el punto y aparte a tan absurdo, enojoso, antisinodal y autonómicamente ofensivo problema, en unos tiempos en los que la administración del Estado nos obsequia con la fusión ejemplar de las poblaciones extremeñas de Villanueva de la Serena y de Don Benito.

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