Con la diversidad del Viejo Continente de fondo, y Roma como lugar de firma Las Iglesias europeas firman una actualización de la Carta Ecuménica 21 años después de su versión inicial

Carta Ecuménica
Carta Ecuménica

Después de que 1997 la Conferencia de Iglesias Europeas (CEC) y el Consejo de Conferencias Episcopales Europeas (CCEE) decidieran elaborar directrices para la cooperación ecuménica y el crecimiento conjunto de las Iglesias cristianas, que acabó generando la Carta Ecuménica, firmada y ratificada en 2001, una versión actualizada de misma se firmará en Roma veinticuatro años después

Después de que 1997 la Conferencia de Iglesias Europeas (CEC) y el Consejo de Conferencias Episcopales Europeas (CCEE) decidieran elaborar directrices para la cooperación ecuménica y el crecimiento conjunto de las Iglesias cristianas, que acabó generando la Carta Ecuménica, firmada y ratificada en 2001, una versión actualizada de misma se firmará hoy en Roma, veinticuatro años después.

“La Carta Ecuménica no es otra cosa que la consolidación práctica de los avances logrados en los diálogos interconfesionales bilaterales y multilaterales a nivel europeo e internacional. Su propósito, y el de su creación, es ser ampliamente acogida”, según señaló en su discurso el obispo alemán, Bertram Meier, de Augsburgo, en una reunión conjunta de la CEC y del CCEE.

Creemos. Crecemos. Contigo

Meier abogó por considerar la diversidad de Europa como el trasfondo de la Carta, según información recogida por el portal Katholisch: “Si bien en algunas partes de Europa ciertas tesis de la Carta de 2001 parecían demasiado audaces, los creyentes de otros contextos no pudieron ocultar su frustración con las supuestas verdades ecuménicas evidentes del documento y su falta de carácter innovador”, previendo que la versión actualizada del documento también provocaría reacciones similares.

Sin embargo, añadió el pastor de Augsburgo, “un proceso de acogida a nivel europeo no puede ser una carrera por la velocidad, sino que debe encontrarse un ritmo común que sea aceptable para todos”, por lo que abogó en su discurso porque las Iglesias en Europa se sensibilicen más ante estas asimetrías y las perciban “no como frustrantes”, sino como “retroalimentación crítica y constructiva” para lograr juntos un futuro sostenible, según la misma fuente.

Conferencia ecuménica internacional
Conferencia ecuménica internacional

Meier abogó también por un mayor compromiso con la Carta Ecuménica: “Precisamente porque queremos una cooperación fructífera en el ámbito pastoral, debemos entablar debates valientes e innovadores”, explicó, señalando que el ecumenismo “no es simplemente una búsqueda autorreferencial de expertos, sino un servicio al bien de todo el Cuerpo de Cristo”, por lo que la teoría y la práctica no deben estar reñidas, remarcó el obispo alemán, miembro de la Comisión Ecuménica de la Conferencia Episcopal Alemana y del Comité Conjunto del CCEE y la CEC.

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