El Gobierno turco devolverá las propiedades confiscadas a fundaciones de minorías religiosas desde 1936, según establece un decreto publicado en la Gaceta Oficial el pasado fin de semana.
Algunas de estas propiedades son hospitales, colegios y cementerios. En los casos en los que hayan sido vendidas a terceras partes, el Tesoro pagará a las fundaciones una cantidad equivalente al valor de mercado de las propiedades.
La decisión se anunció antes de la cena de ruptura del ayuno del Ramadán a la que asistió el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, junto con representantes de las comunidades cristianas y judías en Estambul anoche.
Turquía confiscó propiedades valoradas en miles de millones de dólares propiedad de fundaciones armenias y griegas cuando cayeron en desuso. El Tribunal Europeo de los Derechos Humanos dictaminó que estas incautaciones eran ilegales.
La mayoría de los cristianos huyeron de Turquía durante la Primera Guerra Mundial y la posterior Guerra de Independencia. Cientos de miles de armenios fueron masacrados y unos 1,5 millones de griegos fueron deportados. Actualmente hay unos 100.000 cristianos de distintos credos y unos 25.000 judíos en el país, con una mayoría aplastante de musulmanes (74 millones).
