Distintas ONG denuncian al menos cinco asesinatos en los últimos meses La minoría religiosa ahmadi sufre una ola de asesinatos en Pakistán ante la indiferencia de las autoridades

Amnistía Internacional (AI), Human Rights Watch y la Comisión Internacional de Juristas pidieron a las autoridades paquistaníes que se investigue de forma urgente e imparcial los cinco asesinatos

Omar Waraich (AI): "La reciente ola de asesinatos subraya trágicamente no solo la seriedad de las amenazas que sufren, sino también la indiferencia de las autoridades"

La minoría religiosa ahmadi se enfrenta a un aumento de la violencia sectaria con al menos cinco asesinatos de miembros de su comunidad en los últimos meses en Pakistán, denunciaron este jueves organizaciones de derechos humanos y de esta perseguida secta musulmana.

Amnistía Internacional (AI), Human Rights Watch y la Comisión Internacional de Juristas pidieron a las autoridades paquistaníes que se investigue de forma urgente e imparcial los cinco asesinatos de ahmadis ocurridos desde julio.

“Hay pocas comunidades en Pakistán que han sufrido tanto como los ahmadis. La reciente ola de asesinatos subraya trágicamente no solo la seriedad de las amenazas que sufren, sino también la indiferencia de las autoridades”, afirmó en un comunicado el director de AI para el Sur de Asia, Omar Waraich.

“Las autoridades paquistaníes han restado importancia, y en ocasiones incluso incentivado la violencia contra los ahmadis, cuyos derechos a la libertad de religión y creencias no es respetado por la ley paquistaní”, indicaron las tres organizaciones en un comunicado conjunto.

Un portavoz de la comunidad ahmadi, Saleem Uddin, dijo a Efe que las cifras de asesinatos en 2020 son las más altas en cinco años.

Uddin informó además del aumento de ahmadis encarcelados por supuestamente cometer blasfemia, con 12 casos este año, lo que sube a 17 el número de miembros de esta comunidad entre rejas por ese delito.

El último de los asesinatos ocurrió el pasado viernes cuando un adolescente fue a la casa de una familia ahmadi y comenzó a disparar cuando le abrieron la puerta, matando a una persona e hiriendo a otras dos.

El sospechoso dijo a la Policía que había cometido el ataque “por diferencias religiosas con la familia”.

Esta secta fue fundada en la India en el siglo XIX por Mirza Ghulam Ahmad, a quien consideran un profeta, lo que choca con la doctrina que establece que Mahoma es el último mensajero de Dios y les convierte en blasfemos a los ojos de los más ortodoxos dentro del islam.

Así, el Código Penal paquistaní les prohíbe "hacerse pasar por musulmanes", llamar a sus templos mezquitas o vender textos de su secta, lo que podría acarrear penas de hasta tres años. Hasta se les prohíbe saludar con el típico saludo musulmán "assalamu alaikum".

Los documentos oficiales gubernamentales, como pasaportes, indican que son ahmadis para identificarlos como tales.

La discriminación que sufre esta comunidad se vio reflejada en la cancelación en octubre de la participación del profesor de Economía de la Universidad de Princeton Atif Mianen en un seminario online organizado por un instituto de negocios paquistaní ante las amenazas de extremistas por ser ahmadi.

“Nuestra sociedad ha deshumanizado a la comunidad ahmadi hasta el punto de definirlos solo por sus creencias religiosas, en lugar de verlos por lo que son: ciudadanos de Pakistán que tienen un derecho inalienable a la protección del Estado”, afirmó el diario Dawn en un editorial acerca de los recientes asesinatos.

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