Sucede a Trishna Shakya, quien deja el título a los doce años para regresar a la vida mortal Arya Tara Shakya, una niña de dos años, entronizada como la nueva "diosa viviente" de Nepal

Arya Tara Shakya, la nueva "diosa viviente" de Nepal
Arya Tara Shakya, la nueva "diosa viviente" de Nepal Efe

Se considera que la niña es la reencarnación de la diosa hindú Taleju hasta que llega su primera menstruación, y mientras tanto tendrá que permanecer recluida en el palacio capitalino con esporádicas salidas al exterior durante festividades

Las kumari son tres -la de Katmandú, Lalitpur y Bhakatpur-, han de pertenecer a la comunidad indígena de Newar y a la familia Shakya y, en el momento de ser elegidas, tener entre dos y cuatro años, tener una carta astrológica favorable y poseer 32 "perfecciones" físicas

Una niña de dos años fue elegida este martes como la nueva kumari de Nepal, la diosa viviente venerada por los hindúes y los budistas en este país asiático desde hace medio siglo, marcando el inicio de su reclusión ceremonial y el rol divino que mantendrá hasta alcanzar la pubertad.

La niña Arya Tara Shakya fue transportada en un palanquín ceremonial desde su casa hasta el palacio Kumari Ghar, en el corazón de la capital. Cientos de personas la acompañaron en la procesión, un evento de gran expectación mediática en el que los pies de la nueva diosa no pueden tocar el suelo.

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Arya Tara Shakyasucede a Trishna Shakya, quien deja el título a los doce años para regresar a la vida mortal.

La elección de la "Kumari", que en nepalí significa "soltera" o "virgen", es una tradición profundamente arraigada en la comunidad Newar del valle de Katmandú. Se considera que la niña es la reencarnación de la diosa hindú Taleju hasta que llega su primera menstruación. En ese momento, se cree que la divinidad abandona su cuerpo y se inicia el proceso para encontrar a su siguiente reencarnación.

Hasta entonces, la niña tendrá que permanecer recluida en el palacio capitalino con esporádicas salidas al exterior durante festividades religiosas.

Las kumari son tres -la de Katmandú, Lalitpur y Bhakatpur-, han de pertenecer a la comunidad indígena de Newar y a la familia Shakya y, en el momento de ser elegidas, tener entre dos y cuatro años, tener una carta astrológica favorable y poseer 32 "perfecciones" físicas, como una voz clara y un cuerpo sin imperfecciones.

A menudo vistas como una atracción turística, las niñas diosas reciben educación en el complejo en el que se encuentran recluidas, donde incluso llevan a cabo los exámenes oficiales y pueden recibir la visita diaria de sus padres.

Así es el ritual que convierte a una niña en “diosa viviente” en Nepal

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