Bendición

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Deseos para cada día del año 

Que el año nuevo te sea favorable, que el invierno te nieve y te preserve, que el otoño desprenda tus hojas caducas, que el verano te descanse contemplando el mar, el valle o la ciudad, que la primavera te haga renacer como el brote del almendro.

Que soportes con paciencia la noche inclemente, aparentemente interminable, porque tras el crepúsculo siempre aparece luminoso un nuevo amanecer.

Que las lágrimas y la tristeza sean tus compañeras en los momentos de desaliento. Pero abandona sus estrechos lazos cuando tengas que emprender de nuevo el camino.

Que la felicidad sea tu meta, pero sabiendo que es flor de un instante, pues lo esencial es la paz y la dicha interior, fruto de la experiencia profunda de la vida.

Que la gratitud sea siempre tu mejor actitud ante las distintas circunstancias de la existencia, porque es lo que te concederá tu verdadera dimensión humana.

Que cada día sea una nueva oportunidad para el entusiasmo, la admiración y el apasionamiento.

Que los amigos, las amigas, sean el momento de descanso, el instante de intimidad, con quienes se celebre y se brinde, con quienes se llore y se celebre cada día la fiesta de la vida. 

Que tus ojos se entornen para adentrarte en tu interior, en tu propio pozo. Y que se abran para poder contemplar y analizar lo que suceda a tu alrededor.

Que tu corazón no se ensimisme, sino que se prepare para hallarse con los demás. Porque en el encuentro y la confluencia nos hacemos próximos, cercanos, humanos.

Que la ternura te guíe siempre. Que la misericordia encarne tus sentimientos. Que la justicia te enardezca ante el dolor. Que la solidaridad sea el bálsamo que extiendas a tu alrededor. 

Que reconozcas que todo en la vida es don. Cientos de dones recibidos a lo largo de los años, que te han hecho ser quien eres. Dones a los que tienes que corresponder dando de ti lo mejor que sepas y puedas.

Que el contento, el buen humor, la risa sean la terapia que te ayude a seguir caminando con un buen tono vital. Riéndote de ti mismo, siempre con los demás y nunca del otro. 

Que la Sabiduría, el Manantial, el Cuidado, el Aliento, la Luz, la Poesía, la Esperanza y el Amor sean quienes te protejan y te lleven siempre, nos lleven a todos y todas, en la palma de su mano.          

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