Bienaventuranzas de la Epifanía

Felices quienes contemplan en las noches serenas alguna estrella diferente que dé sentido a su vida y lo apuestan todo por seguirla.

Felices quienes se enfrentan en el desierto de la vida a lo desconocido, a las fieras que intentan devorarles, a los propios miedos, al deseo de volver atrás.

Felices quienes llevan bien aferrado en su corazón el mayor regalo que piensan gozar y ofrecer cuando, en el momento oportuno, lleguen a su preciado destino.

Felices quienes miran más allá de las dificultades, de los sufrimientos y de las alegrías, y prosiguen, desde lo concreto, paso a paso, su propio camino.

Felices quienes no creen en apariciones, ni escuchan voces de lo alto, sino que descubren la epifanía profunda del Misterio en las personas y en los hechos diarios de la vida.

Felices quienes llegan al destino de su viaje para adorar a Dios en la sencillez, solidaridad y pobreza de los más vulnerables de la historia.

Felices a quienes Dios les revela, en los detalles más nimios de la existencia, los mayores misterios que les conducirán a su más profunda humanidad.

Felices quienes declaran festivos los días en los que reciben las manifestaciones de la presencia cercana de Dios cuando hay signos de paz, de liberación, de justicia, de solidaridad y amor.

Link del vídeo:
http://www.youtube.com/watch?v=-Gaa2FwDwnM&feature=youtu.be
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