Bienaventuranzas para otro mundo posible

El Ministerio de la Felicidad Suprema
El Ministerio de la Felicidad Suprema

Bienaventuranzas para otro mundo posible

Felices quienes no se sienten identificados con el mundo injusto en el que viven y se esfuerzan por transformarlo.

Felices quienes en su corazón y en su cotidianeidad no secundan las razones egoístas del capitalismo, pues sus prácticas llevan a la miseria, la exclusión y la muerte a las mayorías empobrecidas. 

Felices quienes se alejan de los poderosos del mundo y se sienten cercanos a las personas más débiles y marginadas, y a quienes se unen a sus causas justas.

Felices quienes reflexionan y profundizan en las causas de la injusticia imperante en el mundo actual, y se esfuerzan por crear alternativas.

Felices quienes mantienen un corazón joven e inquieto y abandonan el envejecido y trasnochado discurso del neoliberalismo.

Felices quienes luchan pacíficamente, pero con determinación, por crear un mundo más humano, mejor y posible.

Felices quienes no aceptan las fronteras y se mueven de un país a otro, enriqueciéndose con las distintas costumbres y culturas de los pueblos del mundo.

Felices quienes no desean solo cambios políticos y económicos, sino que trabajan por otras formas de relación, de humanidad, de fraternidad, desde un profundo espíritu de amistad y concordia.

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