Cae la hoja leve

Cae la hoja leve
Cae la hoja leve

Cae la hoja leve, humilde, callada,

acariciando la tierra árida, sedienta,

o sobre el oscuro asfalto, ya dormida.

Cae abundante la tormenta inesperada

sobre los fuegos inextinguibles,

prendidos por intereses homicidas.

Cae la orden con su puño de hierro

sobre la desdicha, sonriendo corrosiva

ante las sagradas lágrimas y tanta herida.

Pero cae también, indecible, delicada,

una mansa lluvia de estrellas fugaces

sobre el mar y su estela en mi vida.

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