"Todo eso nos sitúa ante el espejo del tipo de sociedad y civilización que estamos construyendo" Feliz año si contagiamos felicidad a nuestro alrededor

Feliz año
Feliz año

"Todo esto nos demuestra que no somos tan importantes, ni poderosos, ni invencibles. Al contrario, lo que hace patente es nuestra extrema vulnerabilidad"

"Cuando decimos estos días a los demás feliz año, remarcamos que nuestro deseo es que vuelva la normalidad a nuestras vidas"

"Feliz año si contagiamos esperanza y esfuerzo conjunto por construir otro mundo posible, más humano junto a los demás seres humanos, con la Naturaleza, con nuestra Tierra, con el Universo del que, humildemente, formamos parte"

Están saliendo en estos días muchos gifs con los que se pide que termine de una vez el año 2020, dándole una patada en el trasero. Pero el año, cada año, solo es un lapso de tiempo de 365 días que representamos con cuatro números. Nada más. Lo que ocurra en ese intervalo es lo que nos afecta, nos aporta provecho y dicha o, al contrario, pérdidas y dolor. Esto último es lo que en buena medida nos dejan estos últimos diez meses. Pero no sabemos cómo será y qué nos deparará el próximo 2021.

Hemos vivido momentos muy duros, y aún los seguimos sufriendo, sobre todo, la desaparición irreemplazable y desgarradora de tantos seres queridos. Como también la pérdida de empleos, la destrucción de parte del sistema productivo, la falta de atención a los enfermos por la insuficiente inversión en la Sanidad pública, el aislamiento de tantos ancianos en las residencias, el distanciamiento permanente de los demás…

Todo esto nos demuestra que no somos tan importantes, ni poderosos, ni invencibles. Al contrario, lo que hace patente es nuestra extrema vulnerabilidad. En este caso ante un virus imperceptible, pero que se ha extendido por primera vez a nivel global por todo el planeta.

Y nos sitúa ante el espejo del tipo de sociedad y civilización que estamos construyendo: depredadora al máximo de los recursos naturales; exterminadora de numerosas especies de otros seres vivos; exterminadora de distintos hábitats naturales, bosques, ríos, océanos; impulsora de un consumismo sin ningún límite y de un mercado económico sin control alguno, que incrementa cada día más las diferencias entre las clases sociales y conduce a millones de personas a la exclusión del sistema, y a un futuro de hambre, enfermedades, desempleo, prostitución, violencia, emigración…

Sagrada Familia
Sagrada Familia

Pero esta crisis que abarca a todo nuestro mundo, también nos ha dejado, además de tanta angustia y padecimientos, algunas cosas positivas: la solidaridad, la cercanía y la creación de nuevas relaciones entre la gente, la generosidad y dedicación desinteresada a las personas más necesitadas de atención, la creatividad para buscar soluciones a los problemas más graves, la recuperación de la compasión, la ternura y la bondad como virtudes éticas para ser más humanos…  

Cuando decimos estos días a los demás feliz año, remarcamos que nuestro deseo es que vuelva la normalidad a nuestras vidas. Pero si la normalidad que anhelamos es la que estábamos viviendo antes de la pandemia del Covid19, volveremos a reproducir y contagiar constantemente los virus que nos harán al final desaparecer como especie humana de la faz de la Tierra. Solo con valores como los que se han recuperado y llevado a la práctica en estos meses, de colaboración, sobriedad, desprendimiento y compartiendo con alegría, podremos cambiar como personas, como sociedad, como Humanidad.

Si contemplamos en profundidad todo lo que nos está pasando, y no de forma superficial, nos damos cuenta que lo esencial, lo verdaderamente importante en la existencia son las cosas sencillas, viviendo con pasión y entusiasmo cada momento, el presente, que es en realidad lo único que poseemos: poder pasear y respirar hondamente, sin mascarilla; visitar, abrazar y besar a los amigos y a los familiares; charlar con tranquilidad tomando una cerveza juntos; viajar, pero de otra forma, para conocer siempre algo nuevo que nos ayude a preguntarnos, a respetar y cuidar otras realidades, sociedades y culturas, a dejarnos  impregnar por el asombro ante tantas maravillas como nos rodean.

Feliz año 2021. Feliz año si llevamos felicidad a nuestro alrededor. Feliz año si la felicidad, que nace de la paz, la fraternidad y la justicia, anida en nuestro interior. Feliz año si contagiamos esperanza y esfuerzo conjunto por construir otro mundo posible, más humano junto a los demás seres humanos, con la Naturaleza, con nuestra Tierra, con el Universo del que, humildemente, formamos parte.

Feliz año si contagiamos felicidad

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