Reencuentro

Reencuentro
Reencuentro

Nieva suaves copos

de manera cada vez más insistente

y los cristales de hielo

se desvanecen en sus manos,

como el color de aquella voz

o la luz de su mirada,

silenciando tras la ventana

el sutil susurro de los recuerdos.

Evoca de forma reiterada

la calidez de aquellas caricias,

el benéfico resplandor de su sonrisa,

pero todo se apaga bajo la afligida soledad

y se precipita hacia el hondo abismo

de los agujeros negros de la memoria

y su universo de olvido sin estrellas.

Cada día traza sobre una nueva hoja en blanco,

como un perenne e inconcluso poema,

y siempre con el mismo título:

Reencuentro...

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