Renacer

Renacer
Renacer

Comenzó a esparcir sobre la mesa

sus propios escombros, las banderas rotas, ajadas,

que ocultaba temeroso a tantas miradas,

para enfrentarse desnudo de disculpas,

suficiencias y débiles coartadas

que cercenaban su más vívida identidad.

Aceptando con humildad sus miedos,

sus desconfianzas e inconsecuencias

comenzó  a recobrar la sonrisa en su mirada,

los cielos dejaron de ser grises, para tornarse azules,

bajo el sol de su infancia, y volvió a escuchar de nuevo

el murmullo de la fuente que le manaba desde muy adentro.

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