Cuando las cosas no nos van bien

Cuando las cosas no nos van bien

Buen Dios nuestro, cuando las cosas nos van bien,

te sentimos a nuestro lado y somos felices.

Pero cuando nos sorprende la muerte de un ser querido,

un accidente inesperado, la cruel enfermedad,

o cuando el hambre y la guerra permanente

es la dura realidad, ¿qué podemos hacer?

¿Cómo o en quién confiar?

Si no experimentamos tu ternura

por el abrazo, la amistad y la solidaridad

de los demás, ¿cómo podremos sentirte, gozarte?

Tú rechazas todo lo que nos causa dolor,

y realmente no te conoce ni de lejos

quien ensalza el sufrimiento,

quien no tiene remordimientos

cuando sus intereses están por encima

de la exclusión e incluso

la muerte de los más débiles.

Dios de bondad, tú eres nuestra fuerza,

la energía que nos motiva para luchar,

no contra las personas, sino enfrentando

las causas de la injusticia estructural.

Solo si conseguimos llegar a amar

la justicia como tú la amas,

llegaremos un día a transparentar tu rostro.

(Salmos para otro mundo posible, Paulinas)

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