En el frío de la noche

En el frío de la noche
En el frío de la noche

En medio del frío de la noche,

de los desahucios y la intemperie,

de las incisiones inhumanas

sobre la carne viva, herida.

Cuando se cercena el cuidado que sana,

se desprestigia el saber, la enseñanza, 

se olvidan de las lágrimas

derramadas más allá de los mares.

Si se cierran las fronteras

para no escuchar el ultraje del hambre,

el color de la solidaridad,

el anhelo de vivir con dignidad.

A pesar de la codicia,

de la ambición desmedida,

del fuego que sigue cayendo

sobre tantas tierras sagradas…

siguen brillando miles de estrellas,

continúan estallando y recreándose

en nuestro firmamento,

inquietas, indignadas, altivas.

Es hora de volver a esa niña, a ese niño,

que aún permanece oculto,

latente en nuestro interior,

y que se resiste a desaparecer.

Para dejarse asombrar en cada instante,

para mantener siempre la mano tendida,

para soñar y construir un mundo nuevo,

para que la paz y la justicia no sean

una nostálgica quimera desfallecida.

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